"she fell in love with me"

She fell in love with lili

She fell in love with me

"Ella se enamoró de mí, la muerte se ha enamorado de mí y no hay nada que yo pueda hacer para salvarme o alejarme de ella, cada día está más cerca, cada día siento su roce sobre mi piel quemando todo a su paso, tentando a hacer algo que no quiero. Ella se enamoró de mí y se está encargando de que yo me enamoré de ella, ella me quiere bajo sus mandos, está obsesionada con llevarme, pero... ¿Por qué ella sí se enamoró de mí y tú no eres capaz siquiera de darme la hora? Yo no quería que ella me amará, yo quería que tú me amarás. Jennie, es una lástima no quedarme más tiempo para poder darte personalmente ese álbum de kiss que compré con esfuerzo.

Siempre me pregunté cómo sería enamorarme de una chica aún siendo yo una chica, y créeme que ahora que se lo crueles que podemos llegar a ser preferiría quedarme con la duda. Jennie... gracias por la poca pero gran atención que me dabas, gracias por ser parte de mi vida aún sin estar cerca, gracias por hacerme sentir bien sin siquiera un toque, sin una risa, sin un abrazo, sin un beso, solo obtenía rechazo y gritos... pero gracias, gracias por hacerme sentir satisfecha en mi corta vida.

Lamento mucho hacerlo el día de tu cumpleaños, feliz cumpleaños, amada mía."

Esas eran las palabras de aquella carta, aquella carta que Lisa había escrito para su amada, su hermosa princesa, la chica que amó recién había entrado a la secundaria.

Lisa caminaba directo hacia la mesa donde estaba Jennie y sus amigos, al llegar todas las miradas se posaron sobre su débil y delgado cuerpo, solo dio una sonrisa débil y entregó el sobre con aquella carta, jennie miró la carta y antes de decir algo, Lisa ya se había ido, miró con extrañeza a la pelinegra que había salido corriendo, pero tomó el sobre, en la parte superior había unas letras escritas, las cuáles decían "Para JenJen ♡"

Jennie puso los ojos en blanco fastidiada, sus amigos ya habían seguido con la charla que anteriormente tenían, y solo suspiró antes de meter el sobre a su mochila, lo leería llegando a casa.

Lisa ya había llegado a su casa, había encontrado la manera de escapar de la escuela, al llegar las lágrimas salieron sin parar de sus ojos, recorriendo un largo camino por sus mejillas, su mandíbula y desvanecer en el cuello, algunas se perdían en su nariz y otras quedaba estáticas sobre sus mejillas hasta desvanecerse.

Caminó de manera rápida a la cocina buscando algo entre los cajones, su madre ponía las navajas de las manualidades que su abuelo hacía, al encontrar una la tomó y agarró un vaso de vidrio llenándolo de agua.

Al tener todo se encaminó a su cuarto aún soltando fuertes sollozos, llegó a su cuarto y aventó su mochila a un lado, dejó la navaja y el vaso en su mesita de noche, la cuál tenía cajones abajo, y comenzó a buscar de manera rápida un bote de pastillas para dormir que ahí tenía, depósito una buena cantidad de pastillas sobre su mano, las metió todas a su boca y tomó agua haciendo que está se resbalara por su cuello hasta su pecho mojando también su cabello, cuando trago las pastillas se dirigió a su gran espejo para verse.

Sus cara roja por las lágrimas, sus ojos hinchados, su nariz roja, sus mejillas gorditas, su fina nariz, sus labios carnosos.

"Que asco" fue lo único que pensó mirándose en el espejo

Se quitó la playera y la sudadera que llevaba puesta junto a sus pantalones quedando en ropa interior, viendo definidamente su cuerpo, sus brazos delgados, su torso igual de delgado, sus clavículas eran MUY notorias, su caja torácica se podía llegar a notar sin siquiera hacer un esfuerzo, llevó su mirada a sus caderas, ni muy anchas ni muy delgadas, luego a sus piernas, eran tan débiles, tan delgadas, sus brazos tenían cortadas y moretones, al igual que sus piernas y su abdomen, estaba llena de cicatrices y cortadas recién hechas, que ni siquiera han sido curadas, había sangre seca sobre su cuerpo.