Los Shinazugawa vivían una relativa armonía, eso decían en el vecindario. La vieja casona estilo europeo no dejaba ver mucho de la intimidad familiar, pero se podía intuir el ambiente por demás conflictivo. El padre, el Sr Shinazugawa un ex bancario quien supo darle una vida de lujos a su familia, termino renunciando para caer en el alcoholismo. Nunca se supo el motivo, se rumoreaba que su esposa , la señora Shinazugawa, le habría sido infiel y su hijo mayor, Sanemi, en realidad no era suyo. Rumores infundados , aunque su condición de albino no ayudo , muchos creen que estos fueron difundidos por el propio padre de familia, para así hundirse en la bebida de manera más cómoda. Mientras la miserable mujer soportaba que de vez en cuando la golpeé.
Sanemi no era como sus padres. Desde pequeño mostró una actitud aguerrida, autoritaria, incluso altanera con su propio padre, quien intento corregir esto último con fuertes cachetadas que no surtían el efecto deseado , con el tiempo dejo de levantarle la mano. El primogénito, un verdadero prodigio de mente brillante, creía que sus progenitores no pasaban de ser pusilánimes, aunque su madre, una mujer que apenas llegaba al metro cincuenta de estatura, le producía cierta lastima. Cabe destacar, no era un niño afectuoso, tampoco encontraba motivos para serlo, más bien le gustaba regodearse en su indiferencia y en la frialdad de los libros de ciencias. A los 20 años estaba estudiando ingeniería genética en la universidad cuando recibió un llamado de emergencia desde la casa de sus padres: querían que conozca a su recién nacido hermano menor.
"Él es Genya" le dijo su agotada y un poco más vieja madre. El bebé eran más parecido a su padre, el cuál se mostraba orgulloso, su rostro decía "mision cumplida". Aunque nunca dejaría la bebida.
Sanemi quedó conmovido por el pequeño, su corazón dio un vuelco de calidez repentina. Con el correr de los años el hijo mayor se convertiría en un científico de renombre, gracias a él su familia recobraría el dinero y prestigio de antaño. Incluso conoció a una chica, Kanae Kocho, una clásica belleza japonesa, cabellos largos y oscuros. Se recibió con honores para ejercer de médica pediátrica. Genya y Kanae le daban alegría a su amargada existencia.
Al hijo menor , Genya Shinazugawa, era un caso aparte. No era un prodigio, pero le trajo felicidad a las gélidas paredes del hogar familiar. Era bueno con el personal doméstico, incluso jugaba al hermano mayor con los niños del barrio. Siempre estaba sonriendo, gastando adorables bromas, hablando con sus padres, o con los vecinos de manera amistosa. A Sanemi le encantaba pasar tiempo con él, no perdía oportunidad de tomarle fotografías o videos divertidos.
Dicen que las flores viven poco porque su belleza es efímera. Esto le sucedió al pequeño Genya, una mañana no se quería levantar, raro en un niño tan entusiasta que no podía quedarse quieto. Sanemi fue a verlo, no tenía fiebre , pensó que se trataba de otra broma , pero el destino le tenía preparada una jugarreta, una de las más sucias y trágicas. Reviso la espalda casi descubierta del niño mientras estaba recostado , tenía varios y notorios hematomas. No le dolían, menos mal o hubiera matado a su padre en ese mismo instante. Kanae vivía en la casa Shinazugawa así que no dudo en pedir un traslado urgente al hospital de niños.
"Lo sentimos mucho , es leucemia infantil. Lamentablemente es fulminante..." la junta médica continúo, pero Sanemi escuchaba un susurro, quizás una radio mal sintonizada. Si, eso debió ser, porque bajo ningún concepto se podía aceptar como real que un niño de diez años ,tan vivaz cómo bondadoso le suceda algo así . Su madre lloraba desconsolada, su padre estaba fúrico.
Llamaron a distintos médicos, pero todos decían lo mismo. " Que carajo se creen, parece una mala broma" Sanemi solía repetir muy seguido esas palabras. Su novia trataba de consolarlo mientras le daba al niño tratamiento domiciliario.
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¿Los androides pueden llorar?
Science FictionSanemi Shinazugawa, un joven y brillante científico, crece en una familia adinerada pero infeliz , sus días son luminosos gracias a su pequeño hermano Genya. Un día la tragedia golpea con fuerza, como un huracán que arrasa con todo a su paso ... 👻�...