rɘd dɘsert.﹝♡̶﹞jaewoo.

⎯ rɘd dɘsert.﹝𝟶𝟸﹞

La agua caliente acariciaba su rojo cuerpo, probablemente era una de las pocas personas en el mundo que se duchaba con agua casi hirviendo.
Jungwoo tenía gustos bastantes peculiares, todo el mundo en la familia lo sabía, no era conocido por tener una buena fama, aunque en realidad, nadie ahí la tenía.

Suspiró sonoramente, saliendo de su preciado baño, era el único lugar donde podía estar tranquilo aunque sea unos minutos antes de que la realidad de su vida de mierda lo golpeara.

Se envolvió en su sedosa toalla de baño hasta dirigirse a su cama, secando su cabello y cuerpo con suavidad, podía oler su dulce aroma vainilla con nuez salir de su cuerpo, finalmente ya no apestaba a sangre.

¿Qué había llevado a un omega como Jungwoo a los pasos delictivos en los que se encontraba?
Las mafias existían, no eran un cuento de hadas ni un mito, pero ciertamente que un omega estuviera en una era una posibilidad de una en un millón, sería más probablemente que los dinosaurios resucitaran arrastrando a la humanidad a la muerte y ese pensamiento a Jungwoo no le molestaba.

Revolvió sus anaranjados cabellos echándolos hacía atrás, comenzando su rutina diaria de skincare, que fuera un delincuente no significaba que descuidaría su piel, sobretodo cuando tenía piel sensible y un TOC hacía las cosas sucias y descuidadas, él no era nada de eso, ciertamente no necesitaba nada para verse bien, pues era un hermoso omega, pero Jungwoo nunca estaba satisfecho con él mismo, "hubiera sido mejor si fuera un alfa o un beta."

Ese absurdo pensamiento jamás pudo abandonar su mente desde que escuchó a su padre, el gran líder de la familia Kim decirlo cuando él tenía tan sólo 8 años de edad, después de todo ser un omega nunca sería suficiente.

Se vistió mientras observaba su reflejo en el gran espejo que cubría absolutamente toda una pared de su habitación, suspirando al mirarse, no era feo en lo absoluto y eso lograba molestarlo más, era notorio que era un omega, exceptuando por su altura todo lo delataba.

No entendía porque su padre se había empeñado en mantenerlo en la familia si él era un inservible y débil omega, tenían a Doyoung, su hermano mayor quien sí era un alfa, uno desagradable, pero un alfa.
Nunca había entendido a ese hombre, ni siquiera el día en que murió.

Una camiseta negra con rayas blancas de mangas largas y una chaqueta de mezclilla fueron colocadas en su cuerpo, preparado para hacer su vida normal en la universidad, no podía permitirse destacarse mucho ni mirarse lujoso como usualmente lo hacía para otro tipo de ambientes, nadie debía conocer quien era realmente Kim Jungwoo.

Dió un vistazo más a su reflejo y se apartó, saliendo de la habitación de su caro departamento, no podía llegar tarde, después de todo hoy sería el día perfecto, su vida empezaría desde cero y pronto su cuenta de banco tendría unos cuantos ceros más, los cuales le ayudarían a vivir cómodamente después de abandonar a la familia.

Lo único en lo que Jungwoo podía pensar era en qué debería gastar su fortuna esta vez... Y en que su hermano mayor no se enterara.