Relata Kora
Cuando abrí la puerta y lo vi, me emocioné tanto que salte encima de él sin pensarlo dos veces. Tanto tiempo sin verlo lo mínimo que haría es saltarle a los brazos, tengo tantas ganas de ponernos al corriente de todo, que me cuente que es de su vida y yo de la mía y de Aliss.
Me bajé y le saludé bien, le ayudé con los bolsos y entramos. Le dije que se acomode y yo subiría las cosas a su habitación. Bajé y ahí estaba él sentado en el sillón del living.
No puede ser que siga igual y no haya envejecido nada.
William es un hombre alto de 1,84, tiene 40 años, cabello oscuro, piel trigueña, barba, ojos celeste verdosos, voz profunda, con apariencia seria pero es todo lo contrario. (usaré a David Gandy de referencia).Yo: Ya volví, tanto tiempo Will, no has envejecido nada, te ves igual que cuando nos vimos por última vez.-me río de este comentario-.
William: por fin llegué, te ves asombrosa Kiki (apodo que usa William). Cómo has crecido, ahora eres toda una mujer, pero cuéntame cómo estuviste todo este tiempo?.
Yo: Como decirlo mmm estuve bien, haciéndome cargo de Aliss, ella está tan grande que me dan ganas de llorar, yo solo me dedico a estudiar y trabajar.
William: Espera trabajas?. Wow si que has crecido Kiki y solo fueron unos años, ya eres toda una adulta responsable. De que trabajas cielo?
Yo: trabajo cuidando a una amiga de Aliss, son compañeras de equipo en la escuela en la que van y así conocí a los padres, ellos me contrataron y desde ahí trabajo.
William: eres una leona Kiki, quien diría que desde tan chiquita tuviste que lidiar con tanto, no me imagino a Aliss lo grande y hermosa que está, igual que tu mamá.
Yo: Si ella está hermosa y cada vez más grande, tienes que verla estos días, ella se pondrá feliz de verte seguro. Pero cuéntame algo de ti mejor, que estuviste haciendo todo este tiempo?
William: Sigo en la misma Kiki, trabajando y viviendo para eso. Pero tengo una buena noticia. Cómo está todo más que bien en la empresa, decidimos abrir otra aquí en Londres, y yo vendré más seguido aquí para hacerme cargo de todo, no es eso genial?.
Yo: Will, eso es genial, es una gran noticia, estoy muy feliz por ti y todo lo que has logrado, mamá estaría orgullosa de ti, aunque sabemos que siempre lo estuvo. Es genial poder tenerte más seguido por aquí.
Así pasamos el resto de la noche, cenamos y nos pusimos a ver una película pero lo que menos hicimos fue verla porque nos la pasamos hablando de todo lo que hicimos de nuestras vidas, estoy tan feliz, es como si todos mis malestares y tristezas se hayan ido de golpe.
Cuando se hizo más tarde, apagamos todo, y nos subimos a nuestras habitaciones para dormir. Yo le mostré la suya y él entró, yo me fui a la mia para dormir.
Caí rendida a los brazos de morfeo a los minutos de acostarme, todo iba bien hasta que empecé a tener la pesadilla, en donde Aliss se me iba de mis brazos y todos a mi alrededor, se iban desvaneciendo. No soporte y me desperté entre gritos y sudor frío. Cuando miré el reloj eran las 1 de la madrugada. No pasaron ni 2 minutos y escuché a William abrir mi puerta.William: Que pasa Kiki, por qué gritaste? Estás bien?.- decía mientras se acercaba a mi a pasos rápidos-.
Yo: tu-tuve una pesadilla, estoy bien, solo fue el susto, la sentí tan real que no soporté, perdón por despertarte.- lo miré con una cara triste-.
William: Tranquila, no pasa nada si. Las pesadillas no son reales, sea lo que sea que soñaste, no es real si?.- decía mientras me abrazaba y acariciaba mi cara-.
Yo: lo sé, gracias por reconfortarme, gracias por estar aquí.
William: nada que agradecer muñeca, ahora tranquila si, vuelve a dormir, te dejo así descansas.
Yo: y-yo te-te quería pre-preguntar si tu querías que-quedarte conmigo aquí, siento que no podré dormir tranquila sin alguien al lado mío.
William: claro pequeña. Deja traigo mi almohada.
Así fue y vino en un minuto y se acomodó en la cama, me abrazó y yo dormí en su pecho, acurrucada, buscando el calor tan reconfortante de él.
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Atractivamente IM-POSIBLE
RomancePatrick Dumbar, empresario de 35 años. Su esposa Susan Smith de Dumbar, de 32 años, contrata una niñera para su hija de 11 años. Después de 3 años, todo cambiará en la familia y para la vida de la niñera.