Escamas y perlas [ishimondo]

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"No." Volvió a repetir Mondo, mientras León se quejaba.

"Venga, vamosss. ¡Ven a la playa con la clase! " León seguía insistiendo. Y Mondo sabía que no pararía hasta que dijiera que sí.
León y la mayoría de la clase iban a la playa, y León queria bañarse con alguien con quien se pudiera montar encima de su espalda para hacer una revancha contra Aoi y Sakura. Y Mondo era el único que pasaba por el pequeño cerebro de León.

"León, me vas a partir la puta espalda si te subes, además, Sakura es como 40 metros más alta que yo, y más fuerte, así que dudo que ganes, Y QUE NO FALTE, si le haces daño a Aoi, Sakura te arrancará la piel y hará un mueble Victoriano con ella. "

"¿Y qué? ¡Eso no te afecta en nada! "

"Nah, a mi la piel ni me la toca, seguramente haga un tutorial de '5 mintus craft' con mis huesos. León callate la puta boca. "

"¡Ah! ¿Con que no tienes huevos? "

"León-"

"No, no, no. ¡No eres un hombre si no lo haces! "

"¿Y eso quien lo decide? "

"¡Yo! "

"¿Sabes? Está bién. Pero cuando terminemos con todo el jaleo, y os vayáis a vuestras habitaciones, yo me quedaré en la playa solo. Dejadme en paz. "

"¡¡¡Sí!!! ¡Ya sabía yo que nunca me dirías que no!"

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El tiempo pasa y ya han bajado de la furgoneta de Hiro, llegando a la playa
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Todo el mundo empezó a dejar sus cosas y a estirar sus toallas, Mondo sabía que en cualquier momento tendría que estar arriesgándose la vida en el agua, pero tomó aire y espero unos muy pocos minutos, ya que al momento, tenía a un pelirojo delante de él haciendo ruidos de perrito triste que le hacía pensar a Mondo en que difícil sería tirar otra bomba de Iroshima en el mismo sitio donde estaban.

"¿No querrías estirar un poco o practicar antes de que esas chicas te dejen calvo del susto?"

"Muy buena idea ¡Hey, Chicas! " Dijo León, dandose la vuelta y dirigiéndose a Aoi y Sakura a gritos. "¿Practicamos un poco primero? " Las chicas asistieron.
Y el pelirojo volvió a Mondo.

"¿Ahora que quieres, León? "

"¿No ibamos a practicar? ¡Vamos!" Tristemente, Mondo pensaba que León iba a practicar solo, pero eso tampoco paso por el pequeño cerebro de León.

Mondo tubo que aguantar horas de León encima de su espalda, haciéndolo nadar, saltar, hacer movimientos raros que le daban ventajas a León, y luego tener que caminar con el chaval en la espalda como una paparra mientras le cantaba la canción de las tablas de multiplicaciones, que cuando decía la tabla del siete, las murmuraba todas.

Luego llegó la hora del combate súper legendario épico en el cual hubo como 20 rondas donde todas duraron como 10 minutos, y eso hizo que pasará más de una hora.

Al final, obviamente, León no ganó ninguna de esas rondas, y estaba tan cansado que no podía formular palabras, más bien insultos. Así que las chicas ganaron. Mondo agarro al pelirrojo y lo dejó al sol a ver si se secaba, al pasar 30 minutos más, el chico despertó, seco y con algunas quemaduras que le dolerian mañana.

"¿Ganamos alguna ronda?" Preguntó el chico, que parecía muy perdido.

"Sí" Mintió Mondo "Lo hiciste muy bien" León sonrió y empezó a reír y a gritar de victoria.