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Capítulo uno (de Han Jisung) , licenciado en psicología.
─Hola, Azumi. ¿Cómo estás?
Azumi era una pequeña niña japonesa de siete años que estaba siendo atendida por Jisung. La madre estaba sentada a un costado de ella, mientras Jisung se agachaba frente a la infante.
La pequeña parecía no darle mucha atención al psicólogo, pero aún así, ella no entendía por qué estaba ahí.
La madre de Azumi miró a Han algo inquieta en su lugar, sin embargo Jisung se percató de eso e intentó mantenerla en su lugar, ya que a veces la mamá exaltaba fácilmente a la niña.
Azumi había sido víctima de acoso escolar y abusos escolares, a tan temprana edad, según lo que su madre le había relatado, compañeros más grandes de cursos mayores habían abusado de la pequeña niña, dejándole marcas y hematomas por su cuerpo.
También, en su escuela los niños solían burlarse de su nacionalidad y decirle que regrese a su país de residencia.
En esos momentos recordaba a la amiga psicóloga de Minho, Sana, quien también había sufrido algo similar por ser japonesa. Se había enterado de eso porque una vez se juntaron y Sana se presentó a Jisung, e intercambiaron anécdotas de sus vidas en una cafetería.
A pesar de la gravedad del asunto, y de la impotencia que sentía Jisung, de las ganas que tenía de encerrar entre parcelas a esos niños que se habían atrevido a violentar la inocencia de la pequeña, debía mostrarse tranquilo y calmo para evitar exaltar o alterar tanto a la nena como a la madre.
─Mira, Azumi, ¿te gusta este color? Me lo compré hace poco, y como me dijiste que te gustaba la gama de los morados, lo tengo para ti.─ se abstuvo de tocarla, porque eso significaría amenazar su espacio personal, así que sólo se quedó sentado frente a ella en el suelo y estiró el fibrón en su dirección.
─¿En serio? Justo estaba dibujando un arcoiris...─, tan pronto como Jisung le dio el color, ella empezó a colorear, saliéndose de los bordes. Era un dibujo y un coloreo desprolijo, más allá de si fuese pequeña o no, se notaba realmente cómo Azumi empuñaba el lápiz y lo rayaba con más fuerza que lo habitual.
─¿Te gustan los gatitos, Azumi? Yo tengo uno, ¿sabes cómo se llama? Se llama Snow. Porque es blanquito como la nieve.
─No me gustan los gatos. A mí una vez me agarró uno... Y me arañó muy feo... Aquí─, Azumi señaló su pierna descubierta y Jisung vio un rasguño, pero sabía perfectamente que eso no se había tratado de un gato.
─¿Cómo puede ser? Ese gato debió ser muy malo. ¿Recuerdas cómo era?
Azumi soltó el lápiz de repente, mirando a su mamá. La madre acarició sus cabellos, y ahí Azumi se acercó para subirse a las piernas de su progenitora.
─Ese gato era muy grande... Me venía a visitar cuando jugaba con mis peluches en el baño...
Jisung estaba sintiendo un revoltijo total en todo su estómago, y la madre había empezado a llorar en silencio.
─¿Y él qué hizo con tus peluches?
─Los rompió. Y mucho. Me dolió verlos así... Me dolió mucho. Le dije a mami que me compre otros.
Han se levantó del suelo. Agarró uno de sus cuadernos y buscó entre medio de ellos unos stickers de un programa japonés que a Azumi le gustaba. Se había enterado de eso hace varias sesiones atrás por la madre. Pero sólo en esta sesión, Azumi había podido decirle indirectamente lo que había sucedido.
Como la niña no quiso seguir, respetó, ya que había notado la manera en la que se había aferrado a la mamá. Se inclinó a ella, considerando la distancia, y le sonrió.
─Toma. Son para ti.
Han había comprado esos stickers para Azumi. Aunque le costó conseguirlos, en las sesiones ella siempre dibujaba algo referente a ese programa, y él podía darse cuenta ya que, desde que empezó con la niña, en casa miraba algunos capítulos para estar más al tanto de sus acciones.
Minho a veces lo acompañaba, porque la situación y el caso en particular de la pequeña japonesa era un tema de conversación muy frecuente entre ellos.
Jisung estaba ensimismado con el caso de Azumi, porque según su madre, Azumi había elegido a Jisung entre muchos chicos y chicas, la mamá le decía que visitarían a alguien para jugar de vez en cuando los tres y competir por quién dibuja mejor. Y entre toda la página, Azumi señaló al chico de mejillas regordetas, al chico que "parecía una ardilla".
[...]
─Amor, ¿salimos hoy?
─No puedo. Estoy completando unos papeles para el currículum y el trabajo del sábado. ¿Te molesta?
Minho negó con la cabeza, sentado a su lado. Jisung tenía la mirada fija sobre los papeles que efectivamente estaba escribiendo.
Sonrió, su novio era muy lindo desde ese ángulo. Recostó su cabeza en el regazo de Han y se dio cuenta que quizás en todos los ángulos lo era, por lo que se quedó mirándolo durante vario tiempo.
─Eres muy lindo.
─No vas a lograr que tengamos sexo aunque me digas eso...─ soltó, para después reírse y bajar la mirada a su novio.
Había soltado la lapicera unos segundos, únicamente para prestarle atención a su pareja.
─No pretendía eso. Me gusta recordarte que eres lindo. ¿Acaso no puedo?─ lo tomó de sus mejillas y obligó al menor a que baje su rostro de un tirón, acercando sus narices y rozando sus labios.
Finalmente, jamás imaginó que los dos estuviesen en esta situación. Besándose mientras Jisung completaba una presentación para un trabajo, otro empleo del que se apuntaría nada más para hacer un viaje preciado con Minho.
─Puedo cocinarte algo hoy si estás muy ocupado. Algo como... una sopa rica con vegetales.
─Odio los vegetales en las sopas.
Minho alzó una ceja. De repente había recordado cómo hace unos años atrás lo llevó a su casa y lo alimentó con un tazón de sopa.
─Entonces la vez que te hice la sopa de vegetales me estabas engañando y en realidad no estaba buena. ¿Por qué?
─Sólo me gusta porque lo haces tú─. exclamó, negando con su cabeza─ Jamás le rechazaría algo a mi chef favorito.
Con una casa cómoda, un gatito de cinco meses, un novio comprensivo, que siempre estaba para él y con él para lo que sea que necesite, con una buena posición en su trabajo, sin mucho estrés en su vida, viajes a futuro, planes a futuro.
Todo iba bien.
Todo estaba bien.
Al menos, era dichoso de decir que tenía todo lo que necesitaba para ser feliz.
¿Qué necesitas para ser feliz?
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➢ minsung ─ ❝ psicólogo. ❞ [2]
Ficção AdolescenteUna pareja de psicólogos, viviendo en una casa reconfortante, con un pequeño gatito y con memorias que hasta el día de hoy siguen atormentándolos. ¿Volvemos? Sí, volvamos. ➢minsung. ➢problemáticas psicológicas. ➢temas sensibles o aptos para mayor...