Capítulo 4 I ¿Me estas amenazando? I

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POV AMITY:

Una risa salió de mis labios al ver a Boscha caminar de un lado a otro. Willow no debía tardar en venir a visitarla. Deje de elaborar los gráficos antes de que terminara combinando mi estado de humor personal con el de mi trabajo.

– Le harás un jodido agujero al piso como sigas caminando – comente, llevándome mis manos al puente de mi nariz.

– Cállate.

Esta situación era demasiado graciosa.

– Me estas mareando, quédate quieta, mierda – le pedí, levantándome y caminando en dirección a la cocina.

Necesitaba un vaso con agua, se me estaba secando la garganta. Escuché unos pasos seguirme y sonreí.

– ¿Qué quieres?, ¿no deberías estar intentando comprar algo?

– Eso intento, pero soy pésima en este tipo de cosas.

Me sorprendía como Boscha y Willow podían llevar una relación amorosa sin terminar peleándose a cada rato.

– Eres pésima para cualquier cosa relacionada con las fechas y los regalos.

– No me estas ayudando – expreso con desesperación.

Si no le decía algo seguiría hablando sin parar, y lo único que necesitaba ahora era silencio.

– Para empezar, ¿Cómo te puedes olvidar de tu maldito aniversario con tu enamorada? – pregunte, arrugando mis cejas.

– Silencio. No lo olvide.

La mire con cara de: "¿Quieres convencerme a mí, o a ti?"

– No, para nada – ironice, mientras rodaba los ojos.

– No olvide la fecha, solo...olvide comprarle un maldito regalo.

– Es lo mismo.

– No lo es.

Saque mi celular, revisando algunas cosas del trabajo.

– ¿Tienes planeado algún lugar para que vayan a comer? – le pregunte, sin levantar la vista de mi celular.

– No.

Ahora que lo recuerdo, ¿Cuánto ha pasado desde la última relación formal de Boscha?

– ¿Algún plan de lo que pueden hacer en la tarde? – volví a preguntar.

– Tampoco.

– Entonces, ante los ojos de Willow, parecerá que lo olvidaste – le hice saber con sinceridad.

Hablar de Willow trajo a mi mente a cierta chica que me agradaba. Había algo en ella que hacía que no quisiera separarme de su lado, era raro. Ella es muy linda, tiene claro sus metas, no depende de sus padres, y es una increíble persona por lo poco que la voy conociendo.

– Vaya ánimos me das, tengo a la mejor amiga del mundo – ironizo ella, sacándome el dedo del medio. 

– Gracias, eso ya lo sé, pero siempre está bien escucharlo.

Boscha suspiro y se pasó las manos por el rostro.

– Solo llévala a comer mientras contratas a alguien que decore algún lugar, su casa o está, por ejemplo. Puedo pasar a comprar algunos peluches y dejarlos en su casa si quieres, de ese modo mientras comen parecerá que llevas tiempo planeando todo – le propuse con una sonrisa de lado.

Ayudar a Boscha para que sus parejas no quisieran matarla se estaba volviendo en mi pasatiempo. Admitía que era divertido ver la cara de desesperación de mi amiga o cuando discutía con alguien.

SIEMPRE A TU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora