Namjoon esperaba pacientemente en la sala de la casa Jeon, a que Jungkook bajara. Yeojoo hacía conversación casual y él intentaba responder cordial, aunque sus ojos no abandonaban las escaleras. Finalmente, un par de pasos resonaron y sus pupilas se estrecharon. Jungkook siempre había sido atractivo a ojos del mayor, tanto con su corte de coco en su etapa escolar, como el estilo más casual que usaba ahora, dejándose crecer el cabello oscuro como la noche. Sin embargo, las ondas desiguales de antes, lucían perfectamente acomodadas en un armónico desorden, terminando sus mechones traseros en pequeños rizos. Sus ojos resaltaban con algo de sombra marrón y unos ligeros toques de brillos, al igual que sus labios rojo cereza. Su piel hermosa y brillante, con sus mejillas alzándose orgullosas y en un tono ligeramente rosado, lo completaban como la perfección absoluta, para Namjoon.
El contador ni siquiera pudo disimular su reacción, llamando la atención de Yeojoo, quien volteó a ver en la dirección de su mirada, viendo al menor de sus hijos bajando las escaleras.
—Hmp, ya era hora —comentó.
—No se preocupe, no había prisa —intervino Namjoon, no queriendo que la mujer fuera ruda con Jungkook, aunque a éste no parecía importarle el comentario en absoluto.
—¿Nos vamos? —preguntó, aferrándose al borde de su amplia chaqueta de mezclilla. Bajo ésta, una camiseta de algodón en tono azul marino con una frase en inglés, que decía algo similar a "que se joda todo el jodido mundo" podía verse al llevarla abierta. Su atuendo terminaba en un pantalón sencillo negro y un par de deportivas del mismo color.
—Sí —asintió, poniéndose de pie rápidamente.
—Oh, casi lo olvido —el menor regresó a buscar algo y volvió al minuto siguiente con una bolsa plateada en su mano, decorada con una cinta de regalo. —Ahora sí.
Namjoon se despidió de la madre de Jungkook, y ésta le pidió regresar cuando quisiera. Jungkook ni siquiera se molestó en decir nada y sólo salió al frío exterior, maldiciendo al instante.
—Mierda —gruñó, abrazándose a sí mismo. —¿Va a nevar, o qué?
—Podemos volver por una chaqueta —ofreció, pero el menor arrugó su nariz.
—No, no quiero volver —negó con un puchero, apresurándose hacia la camioneta de Namjoon. —Vámonos de una vez.
El contador corrió a ayudarlo con la puerta y el cinturón. Sus ojos recorrieron el relieve de su vientre con fascinación. No siempre tenía esa oportunidad. Luego corrió para ir a sentarse al frente del volante y subir la calefacción al máximo. Prontamente, las mejillas de Jungkook irradiaron un rosado más intenso, y una sonrisa lo acompañó.
—¿Cómo estás, Jungkookie? —preguntó, aun sin moverse del frente de la casa Jeon. Sólo disfrutando el calor que los envolvía y la compañía. —¿Cómo te has sentido?
—Estoy cansado todo el tiempo —dijo con honestidad, sin ánimos de victimizarse, sólo comentando un hecho. —Me canso cada vez que camino demasiado o estoy fuera de casa —continuó y Namjoon asintió. —Pero, supongo que es normal en esta etapa, ¿no?
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Ni tan JUNTOS, ni tan REVUELTOS - YoonKook/NamKook
Fanfiction[TERMINADA] La vida te da sorpresas, y Jungkook se llevó la más grande de todas, al enterarse que sería padre. ¿Podrá llevar la paternidad con su ex, y mantener su relación amorosa con su actual novio? [Spin Off de "JUNTOS, pero no REVUELTOS"] ADVE...