[TERMINADA]
La vida te da sorpresas, y Jungkook se llevó la más grande de todas, al enterarse que sería padre. ¿Podrá llevar la paternidad con su ex, y mantener su relación amorosa con su actual novio?
[Spin Off de "JUNTOS, pero no REVUELTOS"]
ADVE...
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—¿Alguien sabe el significado? —preguntó Seokjin al salón, sabiendo que habría un alumno en particular que no dudaría en alzar la mano. Sonrió al confirmarlo. —¿Jihoon?
—La abulia es la falta de voluntad o la disminución notable de energía —respondió correctamente. El profesor asintió.
—¿Puedes mencionar algún sinónimo de abulia? —se dirigió una vez más al presidente de la clase.
—Hm... apatía, desgana... ¿desinterés? —dudó, y una vez más, Jin asintió.
—Muy bien —lo felicitó, viendo la dicha iluminar los ojos del menor.
El final de la clase fue anunciado y todo mundo se desesperó por salir del salón. Sin embargo, Park Jihoon permaneció dentro, viendo a Seokjin acomodar sus libros y carpetas, tranquilamente.
—Me gustó mucho la clase de hoy, señor Kim —aduló, acercándose y quedándose de pie frente a su escritorio. Jin alzó la mirada, conmovido.
—¿De verdad? —se sorprendió. —Sólo trabajamos vocabulario... y por lo general, a la mayoría le parece aburrido, y olvidan las palabras con facilidad.
—Sonará algo tonto, pero me encantan los sinónimos y antónimos —confesó, con un ligero rubor. —Tengo buena memoria para esas cosas... y aprender palabras nuevas, también me gusta mucho.
—¿Por eso conocías el significado de casi todas? —cuestionó, recogiendo todo su material en sus brazos, para salir del salón.
—Déjeme ayudarlo, señor Kim —se ofreció, como siempre, tomando los pesados libros de gramática de las manos del mayor. El chico, a pesar de ser sólo un adolescente, era tan alto como él. —Y... sí... pero, supongo que debo estudiar más, si quiero aprenderlas todas.
—No es indispensable —le restó importancia Seokjin, saliendo con pasos tranquilos hacia el pasillo. —A menos que decidas dedicarte a algo como la literatura.
—Adoro la literatura —Jin alzó una ceja. A veces, no sabía si el chico forzosamente buscaba puntos en común con él, para congraciarse, o eran reales las cosas que mencionaba.
—¿Prefieres leer, o escribir? —continuó el hilo de la conversación.
—¿Qué le gusta a usted? —le devolvió la pregunta.
—Escribir, definitivamente —contestó.
—También a mí —entonces dijo y Jin comenzó a reír.
—Ajá... bien —el chico rio con él y Seokjin se sintió agradecido de que alguno de sus alumnos realmente apreciara su compañía. No pretendía convertirse en el mentor de nadie, ni un modelo a seguir, pero él mismo tuvo maestros en la universidad y en la escuela, que marcaron esa etapa. Él deseaba ser recordado así también por sus pupilos.
Como se había vuelto costumbre, Jihoon lo dejó en el salón de maestros, entregándole los libros que llevaba, aunque, esta vez, no se marchó de inmediato.
