Yui's Support (Diabolik Lovers)

Chapter VII

"Mi nombre es Yoru Kisubara. Fui criado en una iglesia porque mi madre es una monja, y nunca tuve un padre. Me enteré de que mi amiga de la infancia, Yui Komori, fue entregada a unos vampiros como sacrificio... Por eso decidí buscarla y salvarla de esos seres... Esos vampiros, son la familia Sakamaki. Ahí conocí a los seis hermanos Sakamaki. Nunca me imaginé que ellos pudieran intervenir de forma severa... En mi destino."

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—Hola, ¿Estás despierto?— Le dijo acercándose a él, el chico no dio respuesta.

Él rodó los ojos y lo sacudió un poco —¡Despierta! Necesito hablar contigo— Le dijo.

—... Que molesto— Dijo sentándose el chico que casualmente era pelirrojo.

—Ah, con que estás despierto— Dijo el otro apartando el rubio cabello de su rostro.

—Por supuesto que sí, ¿Por qué no lo estaría?— Dijo mirando por primera vez a quien le hablaba —Huh...— Dijo intentando mirar de pies a cabeza, pero un extraño arnés en su pecho se llevó su atención.

—Oye, ¿Vas a ayudarme o no?— Dijo rodando los ojos.

—¿Qué es eso?...— Preguntó incrédulo.

—¿También tienes algún problema con que lo use?— Se quejó.

—No... Pero... Se ve algo apretado... Tu pecho se ve súper hinchado— Dijo el pelirrojo con intención de tocar.

El otro no se dejó y apartó su mano —No te atrevas— Demandó.

—Heh, ¿Qué me lo impide?— Tomó la cadera del chico y lo recostó en el sofá.

—¡Oye! ¡Hazte a un lado!— Dijo tratando de empujarlo.

—Deja de resistirte tanto, diviértete un poco, ¿Sí?— Dijo lamiendo su cuello.

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—... Adelante— Dijo algo avergonzado.

—Mmh... Eres diferente a la chichinashi. Usualmente ella se resistiría y me rogaría que la dejara ir... Pero tú... Tan sumiso...— Dijo Ayato agarrando la parte de atrás de su cabeza para tener mejor acceso a su cuello.

Finalmente, Ayato dio la dichosa mordida.

—Esta sangre... Sabe... Tan familiar— Continuó succionando, el cuerpo de Yoru se empezó a sentir débil.

—Ayato...— Susurró con la voz temblorosa en cuanto este seguía tomando su alimento, ocasionando que el rubio en sus brazos se desmayara por la pérdida de sangre.

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El chico de lentes parecía desesperado y confundido —Shu, ¿Tú sabes algo de esto?— Le preguntó a un chico rubio que estaba durmiendo en un sofá.

—Sí... La otra me tenía harto, así que pedí una nueva... Sin embargo, no esperaba un hombre... Aun así, no hay que matarlo si no queremos morir de hambre— Contó con los ojos cerrados.

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Shu tiró de él, metiéndolo a la tina también.

—Déjame beber tu sangre... También quiero comprobar si tu pecho es tan grande como los trillizos lo alardean— Dijo —¿Tienes miedo?— Le preguntó.