𝙃𝙔𝘽𝙍𝙄𝘿 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃 (𝘾𝘼𝙊𝙎 𝙨𝙖𝙜𝙖)

𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣 𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙

LOTTE SE SINTIÓ INCÓMODA AL VER A RUBY, LA DEMONIO, EN EL MISMO CUARTO QUE SAM Y CON POCA ROPA.

Principalmente porque sabía que estaba manipulando a Sam, y además, lo hacía beber sangre de demonio para alimentar los poderes. Lotte tomó la mano de Dean para sentirse segura.

Ruby la miró y de nuevo sintió el terror recorrer sus huesos, pues Charlotte era lo que se diría, llena de mala suerte, porque no podía pensar en ver las verdaderas caras de los demonios como algo bueno.

—Dean, quiero ir al auto — murmura, luego mira a Sam y le hace una mueca, dejando confundido al castaño.

El auto había estado hasta ese momento, bajo el cuidado de Sam Winchester, por lo que tiene que pedirle las llaves a él, y con una sola mirada de Dean, el castaño le entrega las llaves.

—Esta bien, anda Lottie.

Cuando sale del pequeño cuarto de motel, es recibida con la daga de Ruby en su cuello. Lottie sonríe y en un solo movimiento, la mujer estaba en el suelo retorciéndose.

—Deberías ser más cuidadosa, Ruby, no querrás faltar la promesa de no meterte en un cuerpo vivo al matar tu recipiente de ahora — las facciones de Charlotte habían cambiado, ya no era la niña que era hace unos meses, había entrenado duro para no serlo —. Otra cosa, no te vuelvas a cruzar en mi camino, soy capaz de todo por Dean y Sam, pero no te daré la satisfacción de morir, no cuando puedo torturarte de muchas otras formas. No cuando sé lo que tu muerte significa.

Ruby trata de moverse cuando la niña se agacha, siente escalofríos, algo raro para un demonio, al ver los ojos de Lotte. Eran verdes, pero no un verde común, eran fosforescentes y emitían un tipo de poder que debilitaba a Ruby, era como ver un aura cubriendo el cuerpo de la niña de 13 años.

Cuando se sube al Impala, suspira. Había sido aterrador tener que mirar a la cara al demonio por tanto tiempo. Un pitido la hizo estremecer.

—Lottie... — dice Dean al abrir la puerta del conductor y verla en el asiento a su lado, en lugar de atrás.

—Sam perdió, llegué primero — dice sin levantar la vista, con voz de desinterés.

•••••

Los hermanos aún no entendían que era lo que le pasaba a Charlotte, su comportamiento era inusual sobre todo al ver que era contra Sam, al cual quería mucho.

Desde comentarios sarcásticos a sus preguntas hasta ponerle los ojos en blanco con exasperación.

Habían llegado ya a la casa de Pamela Barnes, la psíquica amiga de Bobby. La pelinegra mira disgustada como la mujer coquetea con tanto descaro frente a ella, la verdad no le interesaba si coqueteaba con ellos, pero sus inocentes ojos estaban ardiendo con asco ante las insinuaciones.

—No creo que deberían hacer esto, Dean — dice algo contrariada cuando los ve sentarse en la mesa para empezar. Dean pasa de estar concentrado a relajar su vista al ver la cara de disconformidad de Lotte.

—Tranquila, no pasará nada — asegura tratando de sonar tranquilo, la verdad era que él también estaba nervioso respecto a eso.

La niña hace una mueca y mira a Pamela, que ya la estaba mirando. Era una psíquica, probablemente sabía que algo ocultaba detrás de esas paredes que había formado en su mente.

—¿Que eres? — pregunta entonces la mujer, y Charlotte se siente expuesta. Ya sabía lo que era, en el grimorio salía. Era una descendiente de brujas, el linaje Warren, las brujas más poderosas en la existencia. Pero eso ni Bobby lo sabía.

—Soy una Warren — dice simplemente y Pamela se tensa, se levanta para caminar hasta la niña.

—¿Por qué no quieres que hagamos esto, Charlotte?— ahora estaba seria, y hasta parecía un poco asustada. Todo esto estaba pasando en la mente de la psíquica.

—Saldrá mal. Algo siempre sale mal cuando tiene que ver con ellos — murmura con pena, solo Pamela la había oído. Pero no se detiene.

Y termina sin visión por no escuchar las advertencias de Charlotte y de Castiel.

La chica decide no hablar, ni siquiera con Dean o Bobby, estaba sentada en el motel, su cara llena de la molestia que sentía en su pecho.

—Char — la niña se tensa ante el apodo, uno que a Sam le encantaba decir. Se niega a devolverle la mirada —. Ok, ¿qué tienes contra mi? Desde que Dean... te decidiste quedar con Bobby y no tuve ninguna queja, deje que te quedaras, pero ahora... Esta hostilidad hacia mi — Charlotte se levanta y lo apunta, su mirada lastimó al hombre.

—Puede que Dean te crea tu fachada, Samuel, pero no yo. Sé lo que haces y sé quien esa mujer con la que estabas — le deja saber, logrando que ahora Sam se tense —. Y te dejo saber que me disgustas, estás fuera de ser el Sam que conocí y es todo culpa de esa estúpida de ojos negros. La cual te está manipulando, si no te percataste.

Sale de la habitación. Sam se queda ahí, herido por todo lo que había salido de la boca de Charlotte.

—¿Castiel? — murmura, juntando sus manos como si rezara —. Lo siento por el malentendido que está por ocurrir, espero que nos llevemos bien, gracias por salvar a mi..  a Dean.

Cierra los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas salgan, siente un brazo acomodarse en sus hombros y abraza al individuo, reconociendo el tacto de Dean.

—¿Estás bien, Lottie? — un calor se extiende en el corazón de la niña ante el apodo, Charlotte simplemente niega.

—Estoy preocupada por Pamela, eso es todo.

—Bueno, gracias a tu intervención, ella estará bien. Lamentablemente no recuperará su vista pero, Lottie — Dean la mira, tomando sus hombros para que l niña le devuelva la mirada —, no fue tu culpa, ¿ok? Ahora vamos a averiguar quien es ese hijo de perra llamado Castiel.

—Lenguaje — lo regaña divertida, el hombre ríe.

—¿Copiloto? — pregunta Dean, los ojos de Charlotte se iluminan con emoción.

—Copiloto.

Esperan a que Sam baje, en el camino nadie habla, se escucha la música de fondo y de alguna forma u otra, Dean se sentía incómodo porque notaba la tensión entre Sam y Charlotte.

Pero cree que lo mejor es no entrometerse, ellos verían como resolver todo eso.