-No soy estúpido, se que fue Joe-trata de buscar encontrar mis ojos pero lo evito-Taylor, te estás lastimando.
-Estoy bien, no es nada.
-Preciosa, tienes tantas marcas en tu cuerpo, no es normal, no estás bien, no es "nada"-toma mi mano y logra hacerme verlo- dime lo que pasa, quiero ayudarte.
Un nudo enorme se forma en mi garganta, entrelazo mis dedos con los suyos y asiento.-Estoy bien.
-Taylor, ¿te duele?
Zayn quita su cinturón y comienza a tomar sus cosas, quita el seguro y cuando está por bajar voltea conmigo.
-Me taladra la cabeza saber que te encuentras de esa forma, y que me hagas tratar de que lo olvide.
Baja del auto y cierra la puerta, lo miro caminar hasta la puerta principal, al abrirla, se detiene y me mira, mueve su cabeza indicándome entrar, así que bajo y camino hasta el.
Me deja entrar y enseguida cierra la puerta. Camino lentamente mientras espero a que el tomo mi paso, desliza su mano apenas por mi cintura.
-¿dónde estamos?-giro y nuestros cuerpos chocan, doy un paso atrás.
-No sabía donde llevarte, o al menos para mi, este es el mejor lugar- coloca su mano detrás de mi espalda empujándome solo un poco- vamos.
Comenzamos a subir las escaleras, el aún me tomaba de la espalda. Caminamos por un pasillo largo, hasta una de las habitaciones del fondo, ambos en absoluto silencio. Abre la puerta y me deja pasar, una habitación completamente blanca con muchos detalles en color gris, la cama es enorme, todo es enorme.
-Todo lo que necesites, tómala, si no encuentras algo, escríbeme y vendré, estaré al pendiente. también puedes irme a buscar, mi habitación es la cuarta a la derecha.-asiente una vez y se dirige a la puerta, cuando está por cerrarla, decido hablar.
-Sí- Zayn abre la puerta y me mira.
-¿perdón?
-Si duele.- Zayn abre la puerta por completo, se detiene unos segundos mirándome, pasa a la habitación de nuevo y cierra la puerta apoyándose en ella, me mira de manera distinta.- No lo hagas, no... sabia que no debía decirtelo, ahora me miras de esa forma.
-¿Como te miro?
-Con lástima...-Zayn se acerca rápido y toma mis manos, una de ellas la entrelaza a las suyas y me mira negando.
-La última forma en la que te miraría, sería con lástima. Te miro así porque estoy molesto, me importas, y no esta bien.
Ambos mantenemos el silencio, su mirada baja para mirarme, su cuerpo se pega más al mío y toma mi cintura pegandome. Apoyo mi rostro a su pecho.
-¿puedo?- pregunta con delicadeza mientras sus manos sostienen los bordes de mi sudadera. No respondo, el no insiste, pero asiento. Deja un beso corto sobre mi cabeza y comienza a subir la sudadera para quitármela.
Me siento tan expuesta, está mirando cada parte de mi, me siento tan débil. El no hace nada para hacerme sentir mal, de hecho, con su dedo pulgar, apenas toca cada lugar de mis golpes siendo delicado.
-Mierda, Taylor...
Toma mi mani haciéndome sentar en el borde de la cama, el se arrodilla frente a mi.
-Yo jamás te juzgaría, pero quiero saber, ¿te gusta estar así?- las lagrimas comienzan a salir- no quiero obligarte a contestar, preciisa.
-No me gusta, lo odio- mi voz se quiebra- duele tanto que no te imaginas.
Toma mis manos y las besa. Se levanta y se sienta junto a mi abrazándome, me abraza tan fuerte haciéndome sentir como nadie lo había hecho, siento miedo, pues nunca habia sentido esto, pero se siente tan bien.
