MINE // KOOKMIN

Final

Los novios habían decidido que su boda sería en unas tres semanas, estaban muy emocionados por tener el título de esposos que no podían esperar más, además que Jimin no quería verse "gordo" por su creciente barriguita, así que aprovecharía que la curvatura de su vientre aún no estaba tan pronunciada.

Los preparativos no eran tan complicados ya que tenían a pocos invitados en mente, unas diez personas como mucho, querían que solo estuvieran las personas más importantes para ellos y eso se reducía a Jin, Namjoon, Yoongi, Hamin, los padres de Jungkook y uno que otro conocido.

—Este traje blanco con bordado de flores en el cuello se ve precioso —dijo Jin acariciando la tela de la prenda— además es muy fresco y está perfecto para el cambio de clima.

—Sí... —respondió Jimin dudando.

El traje le encantaba y en otras circunstancias se lo habría puesto sin dudarlo, pero ahora estaba en cinta y temía que se le viera feo. Jin notó la actitud de su mejor amigo y se giró para estar cara a cara con él.

—Te verás hermoso con este o cualquier otro traje que elijas —acarició la rubia cabellera de Jimin— siempre te ves muy lindo Minnie, no dejes que los malos pensamientos entren a tu cabeza y te entristezcan ¿sí?

—¿No crees que me veré muy llenito? —preguntó haciendo su típico puchero.

—Tienes que estar bromeando, cuando yo tenía dos meses de embarazo parecía una papa hinchada y mientras que tú te sigues viendo como un modelo, Jimin.

El rubio se convenció y se probó el traje, le quedaba tan precioso que parecía haber sido confeccionado solo para que él lo usara. Recibió halagos de su mejor amigo e incluso de las señoritas que atendían en la tienda. Al final se compró el traje y volvió a casa feliz por su adquisición.

Por otra parte de la ciudad un pelinegro junto a su mejor amigo también buscaban la ropa ideal para el día de la boda.

—¿Qué necesidad hay de comprar otro traje si en casa tengo varios? —preguntó Jungkook aburrido— simplemente puedo usar uno de esos y ya.

—Si yo fuera Jimin te dejaría por idiota —respondió Yoongi golpeando la cabeza del pelinegro— es tu boda, ¡¿cómo pretendes casarte con algo que ya tienes y no es para la ocasión?! te pido que te concentres, a mi tampoco me gusta estar preguntando por telas y diseños.

Jungkook bufó y obedeció, enseguida se puso a revisar los trajes, se probó varios y todas le quedaban muy bien gracias al porte que poseía.

—Usted es tan guapo —dijo una muchacha que apareció de pronto.

Yoongi la miró de arriba a abajo y se disgustó, ¿qué hacía intentando coquetear con Jungkook? si estaban en una tienda de trajes para bodas era obvio que se iba a casar y no estaba disponible.

—Mira, querida —dijo en tono amenazante— ese hombre ya tiene soga así que vete, porque si su prometido se entera de lo que pretendes hacer no dudará ni un segundo en arrancarte los ojos para que no andes viendo lo que no es tuyo, ¿entiendes? —sonrió.

La aludida tragó saliva, hizo una reverencia a modo de disculpa y salió de la tienda desesperada como si hubiera visto al mismísimo diablo y no a un gatito fastidiado.

—La asustaste —dijo Jungkook riendo— y le mentiste, Jimin no sería capaz de hacer eso que describiste.

—Lo sé, él no lo haría, pero yo sí —se cruzó de brazos y con un tono amenazante continuó hablando— Jeon Jungkook yo podré ser tu mejor amigo, pero no voy a permitir nunca que andes con vueltas sospechosas, si en algún momento me entero que traicionaste a Jimin, aunque sea con la mirada, te corto a tu amiguito de abajo.