Caminé por un oscuro callejón hasta encontrarme con él. Con mi cómplice. Con uno de ellos.
─ ¿Derek? ─ Inquirí. Él era mi cómplice. Alguien al que me costó encontrar pero lo hice. El hermano de Aaron.
El chico era entre rubio y pelirrojo, con el pelo revuelto y medio liso, ojos como los de Aaron; verdes y marrones y con unas pocas pecas por el rostro.
─ Sí. ─ Levantó su gorra negra que le ayudaba a anonimizar su identidad ─. Veo que te ha costado llegar.
─ Un poco ─ admití, cansada.
─ Ten, póntelo ─ me tendió una chaqueta con una enorme capucha.
─ ¿Por?
─ Ahora mismo te deben estar buscando, y más Aaron. Han publicado la noticia en cuanto han visto que no estabas ─Derek tocó su sien ─. Debes tener total precaución. ─ Giró la cabeza y tiró de mi brazo ─. Vámonos, creo que oigo sirenas de policía.
♕♕♕
Mi teléfono sonó y lo saqué para ver quién era.
Era Myri.
Le había contado mi plan justo antes de huir de allí, ella era la única que lo sabía todo. Ella era mi otra cómplice. Atendí la llamada y suspiré.
─ ¿Señorita Hazel? ─ preguntó en un susurro.
─ ¿Ya está todo listo? ─ Interpelé por lo bajo para que nadie me escuchara. Ni siquiera Derek sabía que Myri estaba compinchada conmigo.
─ Sí, cuídese, por favor ─ su voz se oía algo metálica mediante el dispositivo ─. Por cualquier cosa que pase, llámeme.
─ Digo lo mismo, Myri. ─ Asentí para mí misma y colgué.
♕♕♕
Luego de unos veinte minutos caminando, llegamos a una casa minimalista, hogareña y cálida. Derek abrió la puerta y pasó detrás de mí. Observé la casa con más detalle. Era bonita y acogedora.
─ Aquí es donde vivo ─ Derek dejó nuestras mochilas en una silla del comedor ─. No es un palacio ni nada parecido al sitio en el que vivías, pero es algo.
─ No hay problema. Gracias por dejarme que me quede ─mi mente estaba llena de dudas─. Derek, ¿puedo preguntarte algo? ─ Asintió ligeramente con la cabeza mientras bebía agua ─. Si eres el hermano mayor de Aaron, ¿por qué no tuviste la corona tú?
─ Mi padre me desterró ─ distrajo su mirada y descansó su mano en su nuca ─. Soy hijo de otra madre, pero ella murió apenas nací. Mi padre tenía otra mujer y, como él no quería que ella supiera de mi existencia, me mantuvo hasta los doce años y de ahí me mandó con otra familia. Le llegué a tener mucho rencor, pero nunca olvidé lo que me pertenecía ─ se acercó a mí, quedando a pocos centímetros de mí. No hubo tensión ni nada, más bien lo hizo porque quería confiarme un secreto o algo parecido ─. Y para eso te necesito a ti.
─ ¿Me estás diciendo que me aceptas la ayuda porque te convengo? ─ me separé de él.
─ Hazel, eres reina y no estás feliz con tu puesto, ¿verdad? ─ Enarcó una ceja ─. Bien, solo acepta mis términos y te daré todo lo que desees.
─ ¿Qué se supone que deseo?
─Venganza en contra de Aaron. ─ Este sonrió satisfactoriamente ─. Sé que quieres hacerle pagar por todo lo que te hizo. Quieres que sufra, igual que tú lo hiciste a ocultas, ¿verdad? ─ me tomó del brazo amistosamente ─. Que recuerde que, cuando te tuvo, se fue con Lynn, y que cuando creíais que ya había confianza..., se había acostado con otra ─ mi pecho se entumeció ─. Sé cómo se siente. Solo dime si aceptas.
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¿Promesa? [✔️ COMPLETADA] ©
Teen FictionCanadá, un bonito país, una buena realeza y un futuro rey de veinte años condenadamente guapo. Aaron debe buscar una esposa para convertirla en reina con él, allí es donde conoce a Hazel. Una campesina de apenas diecinueve años que es obligada por s...