Capítulo#9 De mal en peor.

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Perspectiva Naiara.
Me quedo paralizada por un momento y puedo sentir como mis piernas tiemblan.
- ¿Papá dónde has estado estos días, te he llamado miles de veces y tú no contestabas? - le dice Rafael.
No puedo creerlo, Rafael es hijo del hombre que arruinó mi vida aquella noche, el desgraciado que me violó.
Salgo corriendo del lugar en cuanto consigo volver en sí, Rafael sigue en una discusión con su padre y para mi suerte no me sigue.
Camino calles y más calles sin saber a dónde ir, nunca antes he cogido por aquí, la verdad estoy perdida, pero no me interesa regresar, lo único que quiero es desaparecer, mi vida es un desastre. Mi padre me abandona, me viola un cliente de mi madre que resulta que se prostituye para comprar alcohol, mi madre muere y para completar mi fatal vida, el padre de mi novio es mi violador y además podría ser el asesino de mi madre.
Llego a un callejón que está bastante calmado, no hay nadie cerca y se escucha un silencio que asusta un poco.
- Dame todo lo que traigas, tu celular y todo el dinero que tengas, o te mataré. - pues sí, sí se puede estar peor, un hombre viene por detrás y comienza a amenazarme con un cuchillo en mi cuello.
- Si quieres mátame y además te llevas todo, me harías un favor.
- No quiero hacerte daño, dame tus cosas de valor.
- Termina con mi vida, hazlo, sería lo único bueno que podría pasarme.
Es en ese momento que se separa de mí y logro ver su cara.
- ¿Papá?
Ok, es decir que mi padre ahora es un delincuente. ¿Qué más podría pasarme?
- Naiara, ¡qué grande estás! Hija mía, ¿qué haces tan sola por estas calles ,es muy peligroso?
- Yo... ¿dónde has estado estos años? Me has hecho mucha falta, mi vida es...- mis lágrimas comienzan a salir sin poderlas contener.
- Tranquila, de verdad no puedo explicarte nada de eso. Vuelve a casa, tu madre seguro está muy preocupada. - me da un beso en la frente y se va.
- Mamá... murió...- digo en voz baja cuando ya está lejos. Ahora vuelvo a recordar que ese hombre algún día me abandono y aunque no sé por qué lo hizo, sé que no está arrepentido por haberlo hecho.

Perspectiva Rafael
- ¿Y esa quién es? ¿Tu novia o un ligue nuevo? - me pregunta mi padre queriendo cambiar de tema.
- Es mi novia. Ahora contéstame ¿dónde has estado?
- Es bastante rara, no quiso conocer a su suegro, tan buena persona que soy. - su sarcasmo me pone tenso.
- No cambies más el tema, y ella no es rara, solo es un poco tímida y está mal por problemas que tiene.
- No me grites, merezco un respeto que soy tu padre, y no tengo porque responderte, voy a darme un baño que estoy cansado. Deberías ir a ver a tu noviecita, perder a una madre duele mucho.
- ¿Cómo sabes que perdió a su mamá?
- Me lo dijiste tú... No me demores más. - me dice algo nervioso y se va a su habitación. No recuerdo haberle dicho nada pero supongo que sí lo hice porque ¿cómo lo sabría si no?
Salgo en busca de Naiara, pero para entonces va demasiado lejos, no puedo encontrarla. Tal vez fue a su casa o al velorio de su madre. Llamó a su teléfono pero no tiene cobertura, lo volveré a intentar más tarde.

Perspectiva Naiara.
Después de un rato caminando por calles que ni sabía que existían, decido volver atrás, tengo que ser fuerte ahora más que nunca e ir a contarle a los policías lo que sospecho. No necesito que nadie me acompañe, sola nací, sola viviré y sola moriré.
Cuando llego a la estación, pienso bien antes de entrar, respiro profundo y abro la puerta.
- Hola, necesito hablar con usted. - le digo al detective que está encargado del caso de mi madre.
- Hola señorita, pasemos a mi oficina. Cuénteme, ¿de qué quiere hablarme?
- Hay algo que yo no le he dicho oficial, antes de que mi madre saliera de casa tuvimos una conversación y ella salió desesperada... Le conté a mi madre acerca de algo que me pasó hace unos años... Oficial... Hace unos años mi madre llegó borracha, como de costumbre, con un hombre acompañándola, la llevó a su cuarto y fue entonces cuando...- mis lágrimas comienzan a salir. - ese hombre abuso de mí...
- ¿Cómo? Tranquilícese señorita. ¿Quiere agua?
- No gracias, bueno esa mañana tuve una pelea con mi madre y le conté lo que había pasado y lo que había sufrido sola...ella salió desesperada gritando el nombre de un tal... Marcos, supongo que fue el hombre que me violó y que tiene algo que ver con la muerte de mi madre.
- Entonces tenemos un sospechoso. ¿No sabes cómo podríamos localizarlo?
- Precisamente esta mañana me enteré que el hombre que me violó es el padre de mi novio.
- Ahora mismo iremos a su casa. Podría darnos la dirección.
Le doy la dirección y decido ir a mi casa. Aunque me parta el corazón en algún momento tendré que enfrentarme a mi realidad.
Al llegar a mi casa entro y ver las fotos de mi madre me destroza por dentro, el olor a su perfume todavía se siente y hasta podría jurar que escucho su voz. Solo vienen a mi mente los momentos buenos que vivimos y eso hace que me sienta aún más nostálgica y triste. Entro a mi habitación vuelvo a revivir la última conversación que tuve con mi madre, tal vez si nunca le hubiera contado nada ella estuviera viva, todo es culpa mía. Me acurrucó en mi cama y comienzo a llorar desconsoladamente. Necesito tanto de ella, saber que no volveré a verla me hace sentir un dolor muy fuerte en mi pecho. ¿Qué va a ser de mí sin ella?
Consigo quedarme dormida, pero el timbre me despierta, seguro es Rafael.
Abro la puerta y aunque intento cerrarla otra vez, ya es demasiado tarde, ya ese desgraciado entró.
- ¿Qué te crees niña para denunciar a alguien como yo? Tengo mucho poder en este país, parece que no me temes a nada. Si no quieres acabar como tu madre, dirás que te has confundido y que yo no te violé, además tengo cuartada y el juez es muy buen amigo mío. Lo hago por tu bien niñita. Ah y otra cosita, aléjate de Rafael, eres muy poco para mi hijo.
- Yo... No puedo hacer eso.
- ¿Qué? No me hagas enojar estúpida. - me dice mientras me aprieta por mi cuello.
Para mi suerte en ese momento vuelve a sonar el timbre.
- Me esconderé, actúa normal. Espera, tengo una idea mejor. -me agarra fuerte y comienza a chupar mi cuello, además rompe el vestido que traigo puesto, no sé por qué lo hace, yo no puedo parar de temblar.- Ahora sí abre la puerta, me esconderé.
- Pero ...
- Que abras te dije.
Siento mucho miedo de lo que puede llegar a hacer. Camino hacia la puerta sujetando el vestido y la abro, es Rafael.
- Mi amor ¿qué pasa?¿Por qué estás así?
En ese momento sale su padre abotonando su camisa.
- Rafael, ¿qué haces aquí?
- Esa pregunta debería hacerla yo.

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