Cuando Thor Odínson oyó por primera vez las palabras: "Tu hijo se quedará contigo por un mes", inmediatamente supo que terminaría siendo un problema.
No era porque pensase que no era buen padre, o simplemente uno malo. La situación era que él no era ningún tipo de padre.
Después de que su novia, Sif, quedase embarazada, él pensó que estaba listo para la responsabilidad y que había hecho todo lo posible para hacerla sentir segura. Tenía dinero, tenía contactos y quería a su hijo con todo su corazón, así que hizo su mejor intento. Pero, ¿qué podría saber un chico de diecinueve años acerca de ser padre?
El tan planeado matrimonio nunca sucedió, el que viviesen juntos nunca sucedió, y la única presencia que tuvo su hijo en la vida Thor fue la transferencia mensual que hacía de su cuenta a la de su ex novia. Ni siquiera lo llegó a sentir una pérdida. Era más como un gasto innecesario, justo como las otras cosas que pagaba.
Por largos años, Fandral no fue más que simples números que formaban un precio. Thor no podía ni imaginarse que aquellos números podían transformarse en un ser vivo y mostrarse en la entrada de su casa. ¿Cómo se suponía que lidiase con un adolescente de dieciocho años por sí solo durante treinta putos días?
No fue un trato sencillo tampoco. Thor no tenía permitido legalmente ver a su hijo si él quería, habían demasiadas contradicciones si quería ir y conocerlo, pero de todos modos nunca lo intentó, y Sif parecía realmente contenta por eso. El juzgado en la corte fue muy directo igual.
-La tutora legal de Fandral es de su madre. Señor Odinson, se le recomendaría mantenerse alejado del niño.
Por eso tomaron a Thor con la guardia baja cuando recibió la llamada hace unos días.
Le pidieron que rompiese la ley para cuidar del pequeño rebelde y Thor tenía poco tiempo para decidir que debía responder. Si decía que no, Fandral se quedaría solo por un mes en la casa de su madre y, juzgando por lo que acababa de escuchar, aquello era una mala idea. Estaba a centímetros de irse a una correccional y era sólo gracias a la cantidad de dinero que Thor le daba, por lo que había podido salvarse.
-No puede quedarse solo -susurró Sif por teléfono. -Va a hacer alguna estupidez. ¿Te gustaría ver a tu hijo en prisión?
A Thor no le podía importar menos si un niño al que nunca había visto terminaba o no en prisión, pero mintió para su propio beneficio, solamente para evitar que esa mujer siguiese hablando. Aceptó en cuidarlo por un mes, aceptó en ver por él.
La lista de reglas era demasiado larga y Thor no les prestó mucha atención, olvidándolas apenas las escuchaba. No iba a evitar que saliese si él quería hacerlo, y aún menos iría por él a la escuela todos los días.
Pensó que sería complicado, pero mierda, era su hijo. Debía tener algún instinto en como cuidar a su propio hijo, ¿no? Así funcionaba la paternidad, ¿verdad?
Rápidamente cambió de pensar cuando abrió la puerta esa mañana y vió cómo las facciones de su hijo reflejaban perfectamente las de su madre.
Mierda.
-Lo voy a dejar en claro -la inesperada baja voz salió de los labios del chico. Thor tembló. Suena como yo. -No quiero estar aquí. No tengo padre y tú no te vas a convertir en uno. Mamá insistió en que viniese y por eso vine, pero quiero que estés fuera de mi camino y así nos podremos ignorar perfectamente estos treinta días. ¿Entiendes?
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Yes, Daddy [Thorki]
FanfictionCuando Thor oyó por primera vez las palabras: "Tu hijo se quedará contigo por un mes", inmediatamente supo que terminaría siendo un problema. Lo que él no sabía, eran las ventajas de conocer a los amigos de su hijo. • AU; época moderna, diferencia...