En un mundo de héroes, un mundo de personas extraordinarias, increíbles acciones a diario, caos de vez en cuando, pero era ser un niño mirar la luz del sol caer en los juguetes, en otros niños como tu, claro, eso seria si no los vieses desde una ventana, verlos jugar, las ganas de jugar no faltaban, pero no podías ir, tu peso de por si ya era problemático, tus huesos eran demasiado frágiles, un choque, un golpe, cualquier cosa podía ser dolorosa para ti, que triste que en un mundo tan de sueños solo puedas ser... Un niño con una condición así
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La adolescencia había llegado, ahora andabas con apoyo, una silla de ruedas, no se podían burlar de ti en frente de todos porque si podían ser expulsados por tu condición tan notoria, un suspiro de soledad a diario salia de tu boca al saber que seguías viendo desde la venta a otros tener sus grupos, conversar, chismear, juguetear, hacer tonterías o solo existir como un joven adolescente, el no podía, tenía que cuidar a su solitaria madre de grandes costos, miraste a un lado, tus oídos llegaron a escuchar como decían cosas de ti en voz baja, era un bicho raro aunque no tuviese manos, quizás si no fuera tan tímido todo seria distinto... O quizás si solo no se rompiera tan frágilmente
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El hospital, que blanco tan absorbente, te preguntaste el porque estabas ahí, pero recordaste que tuviste mala suerte de encontrarte con un villano, que cosas, miraste a tu lado, la libreta en la que dibujabas con cuidado tenía el autógrafo del gran All Migth, que suerte que el villano te detuvo de hacer esa estúpida pregunta te dijiste, era imposible con esa condición y sin un quirk, que mala suerte.
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10 meses pasaron como siempre, tu madre no te obligo a estudiar nada, después de todo, quizás seria difícil temer un trabajo con tu debilidad, a veces salias, te encontraste una vez con un grupo de chicas de la UA, la gran escuela de héroes donde alguna vez soñaste estar, personas agradables, que linda era la pelinegra, por un momento, por un pequeñisimo momento esa sonrisa tan sofisticada pero que no salia tanto, no sabias el porque sabias que no salia tanto, pero era hermosa, te hizo olvidar tu condición y soñar despierto por medio segundo, te dijeron sus nombres, eran confiables héroes del futuro cada una con una mirada distinta pero no por ello mala.
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Empezaste a salir más de casa, ansiabas encontrarla y ese deseo de volvía realidad, llegaste a hablar varias veces con ella, estabas enamorado, la primera vez que te habías enamorado de alguien, porque aunque eras un saco de nervios, ella te dejo entrar en su vida, la apoyaste como podías, la derrota en el evento de la UA con Tokoyami, el como no era presidenta por cosas de su clase, reías con ella, sonreiste mientras pasaba el tiempo y Momo Yaoyorozu parecía caer enamorada del chico tan frágil que eras
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4 meses donde saliste con ella todas las semanas al menos 2 veces, la llevaste a un lugar alejado, difícil para llegar con una silla de ruedas, pero lograste crear un ambiente romántico, te levantaste con apoyo de muletas y te acercaste de una mejor forma dándole la mano parado pidiéndole que sea tu novia, lloraste ese día, de felicidad porque te dio un si... Un si que te causaría mucho dolor.
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Otro villano, otra mala suerte, te lastimaste, el hospital era la obvia ruta, no seria mala suerte si fuera porque ahora eras un novio, tu novia te visitaba siempre que podía pero las clases no eran fáciles para ella aunque sea una genio, de repente te diste cuenta que no le dabas tanto tiempo y que un amigo de ella si, la lejanía por solo un hospital los estaba alejando.
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Medio año paso, ya te recuperaste, intentabas salir con quien amabas, pero la academia le sacaba el tiempo, las pocas conversaciones eran tan lejanas, sabias que sucedía de cierto modo, un día llamaste a una de las amigas de tu amada, le dijiste que querías hacerle una sorpresa, porque realmente querías tenerla contigo, pero al final el sorprendido fuiste tu, ella nunca supo que estuviste ahí, le pediste a las dos únicas otras personas que conocías ahí aparte de tu amada no dijeran nada, te fuiste sin llorar, no podías, porque tu corazón era tan frágil como tu cuerpo.
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Llamadas perdidas sobraban en tu celular... Eso la primer semana, después esa chica de hermosa sonrisa dejo de insistir porque ya no había interés, vendiste cosas por internet, ahorraste mucho dinero en un par de meses, suerte para vender, quizás podría apoyar a su madre asi, pero su corazón le dolía, sabia que su cuerpo era muy débil, lloraste por fin, no podías golpear nada por el miedo al dolor, como odiabas tu vida, la odiabas, con cuidado moviste tu cuenta de dinero, llamaste s tu mamá y se la diste. Había sido el cumpleaños de tu mamá, querías que ella tuviese un hermoso día afuera, sabias que ella lo necesitaba, le insististe y ella al final cedió, tu te quedaste en casa mirando la ventana...
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Un año desde entonces, tu celular solo era usado para aceptar llamadas de tu madre, aunque viste algunos mensajes de tu antigua amada, ya no importaba... El caso en la ciudad, parecía faltar una pieza importante, los villanos habían destrozado todo, los héroes habían caído, ella seguía con vida, tu mamá ya no... Odio eso, pero no podía soltar su ira... Esa pieza que faltaba en los héroes, quizás en otro mundo el era esa pieza, el podía ser feliz con alguien que evito que se cayera de una caída que no era mortal, no tendría los huesos tan débiles, te levantaste de tu silla y diste un salto que rompió unos huesos, no sabias saltar, atrapaste una bala en el salto que fue directo a tu corazón, habías salvado a la persona que mas amaste y mas odiabas, la viste una ultima vez, no sonreiste, tu rostro era de ira pero ante todo le dijiste la verdad, un te amo, mientras tu corazón roto en todo sentido paraba, cerraste los ojos y el dolor no te dejo sentirla, quizás ella no te dejase en otro mundo Izuku, te dijiste mientras luchabas por
