En Búsqueda de los 4 Elementos

Capítulo 35

Dejalo ir

SKIA

Después de una discusión bastante fuerte y nada agradable ahí abajo, decidimos dar un descanso y seguir investigando en Inglaterra, nuestra tierra y la cuna del desastre.

En mi última noche con Morgan, él dejó que llorara en su pecho casi toda la noche, sin protestar. Luego me separé de él y dormimos cada uno por su lado. A la mañana hicimos las maletas en silencio, la tensión se notaba en el aire.

En el camino también había silencio, parecíamos un funeral. Sin risas, sin bromas, solo silencio. En el aeropuerto me quedé dormida un rato en las sillas mientras esperábamos el vuelo. Al llegar nos paramos e hicimos los trámites finales y las revisiones. Subimos y nos sentamos en el avión, me senté sola en la columna detrás de Morgan y Blake.

Me quedé mirando por la ventana, repasando lo que habíamos vivido en estos casi 6 meses viajando de aquí a allá vueltos locos, las risas, y los momentos tristes y felices.

Pensé en él, muchas veces, no se porque pero se había apoderado de mi mente completamente, y aunque a mi corazón le doliera a más no poder, tenía que dejarlo ir.

Escuche pisadas y veía como Forest se colocaba a mi lado

—Sabes que ellos, principalmente Luke, se van a volver locos cuando se den cuenta que no subiste al avión, ¿verdad?— me dijo y miré por la ventanilla como el avión comenzaba a despegar

—Lo se— dije en un murmuro —Pero necesito pensar, descansar. Y aunque suene y se vea egoísta alejarlos así, quizás mi corazón no quiere sobrepensar tanto y dejar de sufrir, y con ellos aquí lo iba a hacer

—Eres muy valiente— me dijo y giré a verlo —Pero aún no entiendo como lograste engañarlos?

En eso vimos una nube verde venir hacia mi, atravesó el cristal y entró en mi cuerpo. Ahí él entendió todo

—¿Usaste a Ada para que engañara a los otros?— me pregunto atinando la respuesta y asentí —Chica astuta

—Bien, y ahora qué?— preguntó Ginger acercándose con Winter y Gale

—Encontrar a Nox, su escondite y saber la verdad de todo esto— explique —Recuerdenme por qué no podemos hacerlo nosotros

—Porque el agua tiene memoria— dijeron los 4 al uniso

—Y sin la memoria nuestros poderes no sirven— concluyó Gale

Asentí entendiendo y los 5 nos fuimos a la casa con las maletas. Forest iba manejando y yo me quedé en mi papel de copiloto, lo cual solo me hacía recordar a esa persona. Me hubiera gustado despedirme, pero sabía que si lo hacía y daba el indicio de ello, él no me iba a dejar ir, y yo me iba a arrepentir de hacer lo que hizo.

Aún haciéndolo ahora

Ada, ¿Crees que soy egoísta?

Creo que tienes raras formas de liberar la tensión

O sea que si soy egoísta

No, osea, lo entiendo de todos los otros, pero de él no.....

Llegué pensativa a la casa, mi cabeza seguía dando vueltas. Me pasé el día en mi cuarto, escuchando música y dibujando en una libreta que Winter me dio. En ello escuché un ruido, y sabía que no eran los chicos.

Tomé mi daga y bajé lentamente la escalera. Justo cuando iba a atacar vi quien estaba en la puerta y lo miré extrañada.

—Se que no soy a quien esperabas pero yo soy el menos idiota de todos— me dijo con voz seria

—Puedes irte de una vez Jones y dejarme sola— le especte

—Escucha Skia se que ahora mismo no soy un chaval al que le das confianza

—Vaya novedad— murmuró sarcásticamente

—Pero escúchame— dijo y llamó mi atención —Lo dije por el prejuicio que he tenido siempre. Veras casi siempre me toca trabajar con idiotas y adolescentes medio ricachonas y cuando me dijeron que una nenita de nada era la elegida pensé que eras como los demás— argumentó y me miró —Claramente no es así

—¿Y cómo llegaste aquí?— pregunte

—Crees que iba a creerme el cuento de que iremos a Inglaterra? Era obvio que nos querías apartar— dijo mirándome a los ojos —Y si hubieras subido lo hubiese creído pero se diferenciar entre tu y Ada

—Como si somos idénticas literalmente— argumente y era cierto

Hubo una vez que intentamos que Ada saliera, fue su primera vez. Y me asusto lo mucho que nos parecíamos, éramos como gemelas, pero había dos cosas que nos diferenciaban. Una que ella tenía rayos grises en el pelo y yo no, y dos que ella tiene los ojos verdes.

—Ella tiene los ojos verdes— dijo y me quede callada —Oye se que no me quieres aquí, pero no voy a dejar que lo hagas sola y no por la gloria que dijo Daywell, sino porque he entendido el peligro y el sufrimiento que estas pasando, y es bueno que tengas personas a tu lado

—Los chicos pueden ser personas

—Sabes a lo que me refiero, mundanos de sangre común

—Tu eres un badwolf

—Mi punto es— dijo exasperado —Que es bueno tener un apoyo

Lo vi y dude. Pero aún con desconfianza acepte, pero como de vuelta de todo lo que él ha hecho por mi. Durante la siguiente semana tomamos un mini descanso y planeamos todo para nuestra siguiente parada. Yo propuse buscar a Nox en las islas y sus hermanos asintieron ya que cuando necesitaba pensar iba a tres islas específicas, y que podíamos buscar allí.

Comenzamos a arreglarnos y a empacar. Estaba en mi cuarto cuando escuche ruido y disparos. No sabía de qué era así que baje confundida y vi a Ginger luchando en la sala

—Skia hagas lo que hagas no salgas de tu cuarto!— me gritó y le hice caso

Volví a entrar al cuarto nerviosa. Busqué mi arco y flecha, poniéndome alerta. En eso escuché algo y de la nada un demonio atravesó mi ventana e hizo lo primero que pensé, le metí un flechazo en la cabeza.

Corrí abajo mientras lanzaba flechas y les daba a los que encontraba, pero luego hubo silencio. Un sumo silencio en el que ni se escuchaban los chicos, ni Jones.

—Gale! Forest!— comencé a gritar a ver si me responden —Winter! Ginger!

Nadie respondió y el medio se posó sobre mi. Caminaba como si fuera un campo minado, cuidando cada uno de mis pasos.

—Aaron!— intente a ver si respondía

En eso escuché un murmullo, como un quejido y trate de seguirlo, era hasta afuera de la casa, pero había algo de humo alrededor y se me hizo algo difícil de ver

—Aaron...— murmure nerviosa

Esto no me estaba gustando

En ello siento como alguien me tapa la boca por detrás, trate de luchar pero me pusieron un paño en la naríz para que no pudiera respirar. Comencé a marearme y segundos después todo se volvio negro.