ɪɴᴛʀᴏᴅᴜᴄᴄɪóɴ

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Dos de la madrugada en punto y su día finalmente terminaba. 

Su lánguida figura atravesó con mucho esfuerzo la puerta de su habitación, mientras todo detrás de él permanecía en completa oscuridad. "Para que prender las luces si solo quiero dormir" pensó. Literalmente estaba utilizando las últimas fuerzas que le quedaban, por lo que arrastró sus pies a través del piso y sus ojos, que permanecían perdidos hace segundos atrás, finalmente encontraron una razón para volver a iluminarse. Su mirada se plantó fijamente delante de él y por primera vez hoy, luego de una ajetreada jornada de trabajo se permitió contemplar algo que le fascinaba; el espectáculo que le ofrecía la privilegiada vista desde su ventanal; las innumerables luces de la ciudad ofreciéndole una sensación de paz.

"Finalmente estoy en casa". Una mueca que denotaba un poco más de tristeza que felicidad se apoderó de sus labios luego de aquél pensamiento, formando una sonrisa a medias. 

"Si estoy en casa, ¿por qué todo se siente tan solitario?". Nuevamente aquellos pensamientos intrusivos aparecían sin poder detenerlos. Siendo honesto con él mismo, esa inquietud había tomado mucho protagonismo durante el último tiempo dentro de su cabeza. Y odiaba que su mente lo atacara justo en este momento, en donde no tenía ninguna otra distracción más que las botellas de alcohol que se encontraban en su refrigerador. Giro su cuerpo levemente por un par de segundos en dirección del pequeño frigorífico que yacía en uno de los rincones de su habitación, pero velozmente, de la misma manera en que esa idea había atacado su mente, se detuvo a sí mismo frente a ese pequeño impulso. Debía cumplir su promesa de no utilizar el alcohol como una vía de escape. Sino, Namjoon iba a matarlo realmente. 

Dejó caer su bolso sobre los pies de su cama y prosiguió a tomar el control remoto de su televisión, prendiéndola. No le gustaba para nada observar televisión, sin embargo, en momentos como estos, el sonido que producía le hacía sentir menos solitario. Avanzó hasta su mesilla de noche y tomo una botella de agua, intentando deshacer el nudo que se había formado en su garganta segundos atrás. Era consciente de que la ansiedad y el estrés en época de actividades solían descontrolarse más de lo normal, así que procurando esfumar la sensación de intranquilidad que se apoderó de su cuerpo, tendió finalmente su agotada figura sobre su cama y tomó su celular entre sus manos. 

"Espero que tengas un reparador descanso. No olvides que te amo demasiado, espero tu mensaje mañana. Besos, —Mamá". Solo ese mensaje bastó para disminuir el malestar que sentía en su pecho. Después de todo, no podía quejarse. O al menos no se sentía con la libertad suficiente de hacerlo. Estaba viviendo la vida que siempre soñó, era capaz de ayudar a sus cercanos y algo que muchas veces le daba un poco de miedo reconocer, debido a la responsabilidad que eso conllevaba; su historia estaba inspirando a millones de personas. Y por eso, siempre quería dar lo mejor de sí mismo. 

"Lo estás haciendo bien, Jungkook" susurró en voz alta, animándose. Sus palabras hicieron eco en su habitación y algo dentro de sí se removió un poco cuando el siguiente pensamiento apareció en su subconsciente; "Lo estás haciendo tan bien, que debes sacrificar ciertas cosas. Y entre ellas, es el tiempo que puedes dedicarte a ti mismo".

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2022 ⏰

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