Un amigo y yo participamos en un tour nocturno organizado por el cementerio de la ciudad. Cuando comenzó, todo fue divertido, pero en un momento Alex, tropezó con una tumba, y aunque no pasó nada paranormal, nos pareció muy extraño, que en muchas de las lápidas habían prendas de hombre y mujer, aunque no le dimos mayor importancia, ya saben, las personas a veces les dejan regalos a sus muertos.
Al día siguiente, Alex me contó que comenzó a tener visiones en las que un hombre de piernas cercenadas se arrastraba hacia él, emitiendo terribles sonidos guturales. Debo admitir que en un principio no le creí, pensé que podía ser broma, pero estas visiones comenzaron a ser cada vez más vívidas, llegando al punto en que no lo dejaban dormir.
Un día, mientras paseábamos, nos encontramos con una tienda esotérica, (esas que huelen a palo santo y a incienso), nunca nos llamó la atención ese tipo de cosas, pero Alex insistió en entrar, y cuando lo hicimos, la mujer que atendía el lugar, comenzó a mirarlo fijamente, pero no con cualquier mirada, abrió sus ojos y de la nada le entregó un papel con una dirección anotada "Ahora váyanse de aquí - nos gritó - espantados salimos corriendo de ahí sin entender nada.
Sin entender mucho y guiados casi por la inercia, nos dirigimos a la dirección que la mujer nos entregó, llevándonos al hogar de un anciano ciego.
No sé porqué, pero Alex, sin más, le contó desesperado la historia del día en que visitamos el cementerio, y ante esto, el anciano preguntó qué hizo antes de empezar a ver al hombre cercenado, entonces le contamos sobre la visita al cementerio.
El anciano nos consultó si regularmente Alex usaba los mismos zapatos del día del tour y confundido respondió que sí, entonces el hombre nos explicó que las visiones eran del alma en pena de un hombre que murió en un accidente de tránsito desangrado por el cercenamiento de sus piernas y que cuando fuimos al cementerio, sin querer Alex, llevó algo de tierra de su tumba en los zapatos y que la única manera de deshacerse del espíritu era dejando el calzado en la tumba.
Sin pensarlo 2 veces fuimos a dejar los zapatos sobre el lugar en el que mi amigo cayó y luego, cuando salimos del cementerio, todo parecía estar bien, pero entonces (solo por un breve segundo), Alex se volteó a mirar la entrada del lugar, entonces oímos un fuerte estruendo...
Una motocicleta colisionó con un camión, provocando que esta, saliera disparada directo a las piernas de Alex repitiendo el destino del hombre de la tumba.
El mundo está lleno de casualidades de las que no somos conscientes, como encontrarnos con alguien en que estábamos pensando o llamarse igual que el difunto del que tomamos la tierra del cementerio, así que la próxima vez que vayas a uno cuidado donde pisas, porque podrías estar llevándote algo más que tierra...