capítulo 67.

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¡Estúpida tú!

Capítulo 67.

Lo veo jugar y pienso; me estaba perdiendo de momentos como este. El niño se me acerca y me mira fijamente.

—Tío.

Se me hace un nudo en la garganta, que bonito se escucha esa palabra, el corazón se me acelera de una manera que nunca antes había sentido.

»¿De verdad viste a mamá?

Álex sigue ceñudo, pero no dice nada.

—Por supuesto.

—¿Y qué te dijo? —indaga con curiosidad.

—Que te ama con todo su corazón y te extraña mucho.

Sus ojos hermosos se cristalizan. Tomo sus pequeñas manitos entre las mías.

»No te pongas triste, ya verás que pronto ella volverá, además —miro a Álex y luego vuelvo la mirada al niño—, ella me pidió que mientras ella estuviera lejos yo cuidara de los tesoros más valiosos de su vida.

El niño ladea la cabeza y me mira. Mientras Álex aparta la mirada y se da la vuelta.

—Nosotros —no lo pregunta, lo afirma.

—Sí, ella me pidió que te cuidara hasta que ella pudiera regresar.

—Extraño mucho a mamá, pero me siento feliz porque tengo un tío.

Me rodea con sus pequeños brazos, una lágrima se me escapa. Cómo algo tan pequeño te puede hacer sentir cosas tan grandes. Respiro, pero los ojos se me cristalizan, es una sensación demasiado grande, demasiado hermosa.

—¿Y cómo estaba mamá? —me mira.

Acaricio su pelo con ternura.

—Primero que todo, hermosa como tú y segundo triste porque los extraña demasiado. Pero ya estoy aquí y prometo acompañarte y visitarte seguido hasta que mamá vuelva.

Sus hermosos ojos brillan como diamantes, es difícil dejar de mirarlo.

—¿Lo prometes? —levanta su mano derecha.

Levanto mi mano en señal de promesa.

—Lo prometo, ya ves que sí cumplo lo que prometo.

—Cuando regrese mamá quiero que vayamos al parque por un helado —sonríe—, así mi mamá comparte con su hermano y yo los tendré a los dos. 

Trato de sonreír.

—Por supuesto, también invitamos a tu papá.

El niño lo mira y luego me vuelve a mirar.

—Tío ¿Cuál es la diferencia entre querer y amar?

Se forma un silencio incomodo, Álex baja la mirada y se aleja un poco. Inspiro profundamente.

—Querer es desear tener algo, un auto nuevo, un nuevo teléfono, un perfume, es la necesidad de tener algo o a alguien…

Me quedo en silencio unos segundos, él me sigue mirando con curiosidad a la espera de mi respuesta. Me ha tomado por sorpresa, nunca esperé una pregunta así.

»Y amar…es un sentimiento demasiado grande, es estar dispuesto a darlo todo con tal que esa persona esté bien sin esperar nada a cambio, lo único que te importa es que sea feliz aunque esa felicidad no sea contigo, amar es cuidar, proteger y desear lo mejor para la otra persona.

—Algo así me había explicado mi mamá, pero con otras palabras —sonríe—, ella me dijo si tienes un jardín lleno de rosas y una de esas llama tu atención y la cortas lo haces porque la quieres, sin importar que a pesar de ser hermosa en cualquier momento se va a marchitar, pero si amas esa rosa, no vas a cortarla, todo lo contrario, la vas a cuidar para conservarla por mucho más tiempo, el amor es desinteresado y querer es pensar en uno mismo.

©¡ESTÚPIDA TÚ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora