Capítulo 5: ¿Qué es Fashionova?

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Tiempo después

La empresa de los Ripoll estaba a punto de irse al diablo, y todo gracias a Vilma. Mientras ella se hacía la misterioso y no se presentaba casi nunca al lugar, Ethan buscaba sustentar todo en la empresa. Llevaba un par de meses dando la cara por la empresa, aunque él no fuera el principal beneficiario. Aun así, sentía que le debía todo a los que habían depositado su confianza en él. A pesar de todos sus intentos, era evidente. Había recibido una llamada de su padre advirtiéndole que una compañía con tantas deudas no suele tener otra salida más viable que aceptar que está en bancarrota. Incluso algunos socios de White Space, habían opinado en buena fe que soltara la cuerda y que dejara la responsabilidad a la mera dueña, Vilma. Pero todos conocían lo obstinado que era Ethan, jamás daba su brazo a torcer cuando se proponía algo, y lograría buscar la manera de estabilizar absolutamente todo en el lugar. Se hallaba en su vieja oficina del White Space checando la montaña de documentos de Ripoll's Inc, le dolía tanto la cabeza que se tomó una píldora antes de que el dolor lo asesinara, si es que las deudas no iban por él primero. Tocaron su puerta, pero simplemente no respondió pues a estas alturas no le interesaba nada ni nadie, o al menos es lo que demostraba con todos.

Richard abrió la puerta con la cara malhumorada.

— ¿Se puede saber por qué no respondes? Llevo un rato llamándote y tocando la puerta, Ethan.

— No te oí papá, lo siento. Estoy ocupado, ¿necesitas algo? —cuestionó mientras leía por tercera vez el mismo documento. Su padre lo observó en silencio, estaba preocupado por la salud mental de su hijo.

— Sí, necesito que mi hijo vuelva a la tierra nuevamente. Ethan, no seas terco por el amor de Dios, sabes que no podemos evitar lo inevitable. Vilma actuó mal, bien, pues ahora que sea ella quien ponga la espalda en todas esas deudas y cuentas que debe pagar, no tú.

Ethan suspiró pesadamente, nadie lo estaba comprendiendo.

— Papá, ya lo discutimos. No lo hago por ella, lo hago por las personas que trabajan allí. Tienen familias, sus propias cuentas...

— No lo estás haciendo solamente por ellos, hijo. Seré viejo, pero no ciego. Lo estás haciendo por ella... —Ethan tragó saliva y esquivó la mirada de su padre. Una que transmitía pesar y hasta lástima, odiaba eso—. Lo haces por Heather, Ethan.

— No me mires así, con esa mirada compasiva. Ella ya no está, no sé a qué te refieres con eso. Peleo por todo el esfuerzo y tiempo que invertí en ese lugar cuando me arrastraste a esa responsabilidad, hago lo que me pediste hace tiempo. Mi trabajo, papá.

El hombre se plantó delante de su hijo con autoridad.

— Y ahora estoy pidiéndote que abandones lo que un día te exigí hacer. Puedes volver aquí, sabes que este es tu espacio, libérate del contrato oficialmente y vuelve a tu lugar. Vuelve a esta empresa antes de que pierdas la cabeza para siempre. Tu legado es este, quédate aquí.

— Déjaselo a Jeremy, papá. Él podrá ayudarte, sabes lo inteligente que es.

— Ethan... Debes rendirte con esa empresa, ya no tienes que estar ahí.

— No quiero hacerlo... No quiero sentirme horrible por dejarlo todo y simplemente irme. También me importan los empleados que trabajan en Ripoll's Inc, he pensado y considerado muchas maneras de prosperar con la empresa, pero se me secó el cerebro, ninguna idea es suficiente. —tiró los papeles con ímpetu sobre el escritorio sobándose la cien. Richard se quedó en silencio, analizando detenidamente la idea que tenía en mente. Su hijo al verlo supo que estaba pensando en algo, algo importante—. ¿Qué?

Inefable DelirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora