Escritos Yeongyu.

Colores.

El clima, la humedad, el cabello estorbando en el rostro, el olor a chocolate saltando por el aire y la frialdad del suelo bajo los pies descalzos de Beomgyu. Es justo como se siente escuchar tu canción favorita, aquella de tonos bajos y tintineos. Es justo como se siente el amor.

Escribe apresurado en su libreta vieja y maltratada, aquella donde cada que su mente está un poco libre y creativa, usa para derramar las desordenadas palabras que corretean por su mente y necesitan ponerse en orden.

Escribe mientras el calambre apenas existente pero perdurante recorre su cuerpo, sus brazos, sus piernas, su rostro, todo por la emoción de escribir.

Beomgyu escribe porque está enamorado.

De su chico, aquel tonto alto, pelirrubio con oyuelos en las mejillas. Aquel chico que disfruta aveces golpear sólo por que la idea pasó por su mente, el chico que ríe e ilumina su vida, tal como si tuviera la galaxia pintando su rostro en forma de lunares.

Aquel chico que lo hace sentir excepcional, tanto que lo insta a escribir, necesita escribir y compartirlo al mundo un poco gris a través de este viejo arte, necesita contarle cómo se siente el amor.

El amor es colorido, con muchas texturas, cambia de trama cada cierto tiempo, es raro, puede parecer aveces como el clima.

Pero es maravilloso, sólo eso.

Aveces el amor es frío, templado, casi del color azul que puede combinar con el café del chocolate en una tarde lluviosa donde se acurruca en su cama y hace una videollamada con Yeonjun.

Otras veces es brilloso chirriante, con rosa, amarillo y morado pintando y explotando en todos lados, cuando sale con Yeonjun a un parque de juegos en una tarde soleada y ruidosa.

Incluso aveces, puede ser gris, tintándose un poco de negro y rojo cuando hace un poco sangrar el corazón, sólo aveces, cuando es necesario.

Pero al recolectar todo aquello es hermoso, cuando al final se convierte en una paleta de colores variado, le permite ver el arcoíris a través de una cinta de película, también llamada recuerdos.

Beomgyu no sabe cuántos colores puede seguir agregando, sólo espera que sean variados, emocionantes y hermosos.

Sólo espera que la combinación para formar los colores sigan siendo Beomgyu y Yeonjun, por mucho tiempo.

Ha tenido paletas de colores diferentes, con otros chicos que pasaron, sin embargo no fueron tan hermosas, tan excepcionales como lo son con su chico cuyo ceño permanece muchas veces fruncido.

Esta paleta de colores es hermosa, cambiante, nueva, atrayente. Es enorme, tanto que puede que necesite otra paleta y se siga tratando del mismo nombre que la complementa.

Y oh, Beomgyu amaría eso.

Tocan la puerta y el lapiz sobre el papel se detiene, perfecto. Eso ha sido suficiente y hermoso.

Cierra la libreta y suspira, antes de salir corriendo de la habitación por los pasillos, hasta la puerta principal.

La abre y con una sonrisa feliz mira a Yeonjun quien lo mira calmado, tranquilo. Sonríe antes de atraerlo en un abrazo.

-De nuevo tarde chico tonto.

-Uh, Soobin no se apuraba en el baño y realmente necesitaba una ducha antes de venir.