CAPÍTULO 1

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Meitabel
¡Amor estoy embarazada!
No, así no, como se lo tomará su padre y si vuelven a discutir por mi culpa, vamos Mehitabel tu puedes, eres fuerte, capaz, cierto?

Victor
-Puedes pensar en tu futuro, que le vas a ofrecer a esa mujer si no aceptas lo que te digo, hijo.

-Vasta! padre, mi decisión esta tomada y si para eso debo perder mi herencia, bien pero prefiero el amor antes que el dinero.

Victor suspiro irritado, mientras su hijo lo miraba incrédulo y frustrado.

-Sal De aquí, Caleb y recapacita!!!.

Caleb salió frustrado con su padre, se dirigió hacia donde su
novia.

Caleb
-Hola amor ¿como estas? Hace rato te noto nerviosa, ¿que pasa?

-Hola amor, estoy bien y tú, Estas frustrado ¿que pasa?

-Estoy bien amor, nada importante, estas lista ya casi es hora de la cena familiar.

-Lo se, tengo una noticia para ti y no se que tan agradable puede ser.

-Amor cualquier cosa de ti es más que agradable para mi, si lo sabes no?

-lo se, solo que es algo que cambia vidas.

La expresión de Caleb era de miedo, lo único que se le vino a la mente fue que lo dejaría por culpa de su padre o peor aun tiene alguna enfermedad de muerte.

-Caleb quita esa cara, aún ni te digo que es y ya estas con esa expresión, que haces cuando tienes miedo.

-No te enojes mujer, dime ¿que es?

-Amor es...est..¡estoy embarazada!

Caleb solo salto de felicidad y luego se desmayo.

-am...amor!! Ay noo amor, que pasa despierta.

Su suegro entra, presenciando la escena.

-Que pasa muchachita!!! ¿que le hiciste a mi hijo?

-Nada, solo le dí una noticia y se desmayo.

-Si, claro siempre nada!

Caleb empieza a despertar, ve a su novia.

-Estoy soñan...te amo, eres lo máximo amor!!

Su padre extrañado, sin entender que es lo que pasa.

-Voy a ser padre!!!

Su padre, se levanta furioso y sale de la habitación.

-Amor creo que no le gusto la noticia a tu padre.

-Que me importa, no ves que soy yo el afortunado, soy yo el que esta orgulloso, soy yo el padre.

Juntos ríen y se les sale unas cuantas lágrimas.

Victor

Esa muchachita va a acabar conmigo, me va a provocar un infarto, por una parte me hace feliz saber que seré abuelo por fin, pero por otro lado esa muchachita no puede ser la prometida de mi hijo.
Se acostó a descansar, no quería cenar.

CAMBIO INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora