24to Shot: Unholy

523 50 4
                                    


La música retumbaba fuerte en aquel club nocturno, el ambiente lleno de euforia y excitación por todos y cada uno de los que ahí se encontraban eran acompañados por la iluminación roja tan característica del lugar, más cuando aquellas luces enfocaban el delgado y pálido cuerpo de Lee una vez salía al escenario, siempre era capaz de cautivar a todos con el danzar tan sensual que era capaz de crear, pero sin duda existían afortunados.

Sus caderas se movían al ritmo sensual de la letra de la canción brindándole un mejor ambiente, su ser se convertía en otro totalmente diferente una vez el compás de su cuerpo comenzaba, como lo hacía ahora.

Ahí en aquel cubículo privado sentado con un vaso de whisky en su mano, su respiración pesada y sus ojos llenos de lujuria Changbin admiraba con detalle cada movimiento que Lee le brindaba para su disfrute. Sus dedos picaban por la necesidad de volver a tocar a aquel pecoso que fue capaz de hacerlo caer en la tentación y lo llevaba hasta el mismísimo infierno, más no podía, no si él no se lo permitía.

Sin embargo, luego de algunos minutos Félix decidió llevar aquel baile hasta encima del mayor en la habitación; lo contraído del cuerpo de Seo le recibió una vez se sentó encima, sus miradas conectaron y ahí en medio de la lujuria que impregnaba a ambos fueron capaces de ver el deseo del otro, siendo consientes del mismo.

- ¿Sabrá tu esposa donde estás ahora? – el aire caliente de Félix chocó contra el cuello del mayor enviando una corriente de energía por todo su cuerpo - ¿Sabrá ella que soy yo el responsable de tu deseo?

La respiración pesada de Changbin se entrecortó una vez su mano fue añadida a aquel baile de perdición; tocaba todo su cuerpo a su antojo, así como su vista, una vez llegó hasta su propia mano y la tomó amó lo pequeña de su mano, encajaban perfectamente, pero el pecoso se levantó del regazo del mayor para continuar con sus acciones.

Posicionándose ahora detrás de él las caricias de su mano en el cuello de Changbin fueron capaces de hacerle echar la cabeza hacia atrás, dejando besos húmedos en todo el camino - ¿Será capaz ella de entenderte en la cama tan bien como lo hago yo? – susurró en su oído

Todo el cuerpo de Seo se estremeció por sus palabras, pero para su sorpresa no fue por el pánico de que su esposa se enterara, sino por la adrenalina de seguir lo que comenzó con Félix.

Amaba todo lo relacionado con el pecoso; la manera en como su cuerpo se movía, sus besos capaces de elevarlo al cielo y hacerlo caer en un instante, lo bien que se entendían sexualmente porque sí, desde hace seis meses que se acostó con Félix por primera vez supo que nadie lo entendía tan bien como él, amaba lo prohibido que era Félix.

Por eso volvía cada fin de semana en busca del responsable de su deseo, él había alimentado esa necesidad en Changbin y lo sabía muy bien, los dos lo sabían.

Por su parte las manos de Lee tocaban todo el pecho de Seo a su deseo robándole suspiros, sus ojos se cerraron concentrándose en el placer y en momentos así es que Félix amaba el poder que tiene sobre él. Tenerlo a su merced y ser capaz de controlar el deseo y placer que era capaz de sentir y recibir el mayor a manos de él, como cada vez que intentaba acaba con lo suyo volvía, fallando en la tarea de no sucumbir ante la tentación que era Félix.

Sus labios ardían por la necesidad de sentir los labios del otro sobre los suyos, y no se lo privó. Una vez se dio la vuelta y logró estar frente a él acercó su rostro al contrario y atrapó aquellos labios que tanto lo volvían loco. Un beso lleno de pasión, lujuria y deseo que demostraba cuando necesitado estaba del mayor, más no podía pasar de ahí.

–¿Sabrá ella todo lo que me llevas cogiendo? – habló sonriendo descarado, aún con su dedo en la barbilla de Changbin obligándole a verle

No le permitió responderle pues siguió; se agachó frente a él posicionándose entre sus piernas, le veía con sus ojos dilatados mientras con sus manos sobaba sus piernas tan peligrosamente cerca de su miembro que le fue imposible a Changbin sostener la mirada, echando su cabeza hacia atrás tratando de contenerse pues aquella vista tampoco le brindaba mucha ventaja. Félix, en cambio, siguió tocando el cuerpo ajeno evitando ciertas zonas deliberadamente jactándose de los suspiros que era testigo.

La canción pronto llegaría a su fin y Félix lo sabía, por eso se levantó para volver a sentarse sobre el mayor, podía sentir el resultado de la excitación del momento una vez sintió la erección de Changbin bajo de sí, moviéndose sobre él robándole gruñidos roncos a lo que le tomó de las caderas para hacer más agresivo el movimiento, Félix lo permitió. Acercándose tomando su rostro entre sus manos para volver a tomar sus labios entre los suyos, este aún más duradero que el anterior

- ¿Sabrá ella todo lo impuro que me haces? – mencionó una ultima vez antes de levantarse

Fue así como aquel castaño abandonó el cubículo, dejando a un aturdido y completamente excitado Changbin el cual no deseaba sino más del dulce pecado que era Félix, aquel ser del que disfrutaba cada fin de semana sin importar las consecuencias ni lo impuro que llegara a ser, solo eran ellos dos, por eso una vez vio a lo lejos a Félix entrar en aquella habitación tan conocida tras el escenario y verle con esa mirada tan característica supo que era el momento.

Pues por más cruel que sonara, no le importaba su esposa, únicamente le importaba el deseo y placer que era capaz de encontraren Félix y como este le entendía también, y si eso significaba caer en latentación, Changbin estaba ahogado en ella. 

Place of Pleasure | Changlix's one shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora