Sintió como prendían la luz de golpe, cerro los ojos de golpe con fuerza.
Cuando termino de acostumbrarse a la luz abrió lo ojos, los sentía muy pesados. Como si fueran unos sacos de papas. Y apostaría qué te dirá unas bolsas debajo de sus ojos.
Con mala gana se sentó sobre la cama, observó a su alrededor. Noto como ya no estaba su anterior ropa y la toalla qué dejo ayer en la noche sobre la silla.
Vio como en el escritorio había una bandeja con alimentos.
Se acerco con notoria curiosidad sentándose en la silla.
La bandeja tenia una pequeña nota, la agarro leyéndola, "Siéntete como en tu nueva casa "15J09" frunció el ceño ante esa palabra resaltada.
"Acepta esta comida como bienvenida a mis instalaciones, prepárate para lo que viene pequeño"
Casi al final de la nota se encontraba la frase "Serás alguien muy importante" en el medio resaltando.Ladeo su cabeza pestañeando confundido, prefirió pensar después en eso. Noto como ahora en la pared frente al escritorio había un horario.
Dirigió su mirada hacia el apartado de Desayuno, vio hacia el reloj notando como aun estaba en esa hora. No era como si quería saltar las reglas de este lugar desconocido.
Después de desayunar y ver que seguía en el horario se dirigió al armario en busca de su ropa correspondiente.
Tomo la prenda y se dirigió al baño a tomar una ducha, posteriormente se seco con una toalla para poder vestirse primero con su ropa interior y después con el traje completo de color negro.
Era cómodo, pensó que sería más estorboso por la textura de la tela pero para su grata sorpresa no lo era.
Volvió su mirada hacia el reloj, era la hora de salir o eso estaba escrito en el horario colgado.
Escucho el sonido de la puerta de hierro abrirse con un ruido muy notorio.
Giro en dirección al ruido viendo a un hombre, solo que es tenia un pantalón negro de mezclilla al igual que su playera de maga corta, la cual dejaba ver sus músculos. Portaba unas botas negras un poco mas largas de lo normal. También tenia un cinturón con un soporte para pistolas o cartuchos, esos compartimentos resaltaban por estar pintados de dorado.
-Oye niño- lo saco de sus pensamientos, su voz era gruesa, calmadora pero juraría que podría llegar a poner a mas de una persona a temblar. Su piel era morena, su cabello tenia pequeños rulos --no tenia tantos pero eran los suficientes para hacerlo parecer encantador-- su cabello era del color de las cenizas, sus cejas estaban lo suficientemente pobladas, sus pestañas no eran ni tan pequeñas ni tan largas, sus ojos eran de color madera abeto, se podía notar el brillo que estos aun emanaban. Sus labios eran naturalmente de un color rosado y carnosos. -Apúrate no tenemos mucho tiempo- volvió su mirada a sus ojos conectando sus miradas por unos milisegundos.
Camino en dirección al mayor, el cual se hizo a un lado permitiéndole salir. Cerro la puerta detrás de el mientras el menor le esperaba observando atentamente.
-Si piensas escapar no lo lograras- sentencio mirándolo de reojo, a lo cual el menor le volvió a mirar a la cara -los que lo han intentado no lo han logrado y a los que lo lograron no duraron mucho afuera-
-¿Qué les paso?- pregunto nublado de curiosidad mientras seguía al hombre.
-Eso no te incumbe- gruño fulminándolo con la mirada.
Cabizbajo no dijo nada más caminando por los altos y anchos pasillos. Ahora que era de mañana y había luz podía apreciar claramente lo que había detrás de los ventanales.
En la mayoría de habitaciones había camillas con maquinas a su alrededor. Tenían repisas y muebles largos. Los muebles eran de color gris con algunos tonos oscuros.
También había habitaciones con la luz un poco oscura y opaca. El suelo tenia líneas blancas formando un rectángulo, en las paredes había estanterías las cuales estaban llenas de diferentes cosas que no reconocía.
Las paredes --en su mayoría-- tenían dos ventanales para poder observar tranquilamente el interior.
Lo que suponía que eran doctores, caminaban rápidamente por los pasillos con sus batas blancas, unas botas un poco largas negras al igual que sus pantalones, con la excepción de que su camisa era azul claro con mangas cortas. En sus manos llevaban una tabla de madera prensada con un clip, la cual tenia hoja incrustadas.
Despues de unos cuantos minutos se encontraron con una puerta de dos hojas, tenia los bordes blancos y en el centro de cada hoja tenia una ventana, dejando ver un poco el interior de la sala.
Una vez estando dentro de la habitación pudo observar que había un pequeño cubículo con muebles grises, tenia una barra y en el interior había muebles para cocina e instrumentos.
Enfrente había alrededor de veinte mesas, unas diez mesas eran de cuatro personas, siete mesas de seis personas y tres mesas de dos personas.
-En verdad el tiene planes futuros para ti niño- hablo de repente.
-¿El?- penso frunciendo levemente el ceño.
Se quedaron por un breve momento en el comedor/cocina, salieron de la habitación volviendo a caminar por los pasillos.
Era lo mismo que los otros pasillos, excepto que en un pasillo continuamente había puertas con solo una ventana pequeña en la parte superior, estas puertas no tenían ninguna ventana alrededor.
Pasaron por varios pasillos con ese aspecto hasta llegar al frente de una puerta de dos hojas, su altura cubría o llegaba hasta el techo. Estaba pintada por pintura café nuez, tenia líneas de color café un poco mas oscuro que el de la base, simulando madera.
El mayor toco la puerta esperando el premiso del "mayor". Se escucho un -pase- detrás de la puerta.
Abrieron la puerta dejando ver un sillón con forma de medio circulo de color blanco hueso y sus almohadas eran de color gris.
Enfrente del sillón había unos cuatro escalones pequeños dando acceso a una pequeña plataforma. En el medio de la plataforma había un escritorio con forma de medio cuadrado.
Al frente había una computadora con su teclado y mouse. A un lado había algunas pilas de papel y folders de color amarrillo.
-Así que el será mi carta mas fuerte- hablo una voz gruesa e imponente.
-Así es mi señor- se inclino un poco mostrando respeto.
Era un señor alrededor de 25 años o 35 años, su pelo era café oscuro al igual que el color de sus ojos, su piel era morena y portaba un traje de gala con unos botines negros.
-Izuku Midoriya, uno de pocos que no tiene un don- camino hacia su escritorio sentándose en la cómoda silla.
Bajo un poco la cabeza ante lo dicho del señor.
-Eres un niño especial, además puedes obtener un don de diferente manera, solo necesitas confiar en nosotros- el mayor a su lado le extendió la mano.
Penso por unos segundos jugando con sus deditos. Le dio también la mano al mayor, a lo cual los dos hombres sonrieron de oreja dándose una mirada cómplice.
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𝙇𝙞𝙩𝙩𝙡𝙚 𝙖𝙨𝙨𝙖𝙨𝙨𝙞𝙣
Acción𝙇𝙞𝙩𝙩𝙡𝙚 𝙖𝙨𝙨𝙖𝙨𝙨𝙞𝙣 o en español 𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙤 𝙖𝙨𝙚𝙨𝙞𝙣𝙤. Izuku qué a su corta edad se enfrentará a traumas y acontecimientos qué marcarán su vida. 「-Ellos le ocupaban como si fuera solo un arma, aunque si tenemos que h...