♡Changbin Marry My♡ //BINCHAN\\

Único

Cuando Bangchan inició su relación con Changbin todo era maravilloso el chico era amable, tierno y divertido, sus personalidades se acoplaban a la perfección, claro, su noviazgo no era cien porciento perfecto, como todas las parejas normales tenían sus pequeñas discuasiones pero no era nada que no pudieran resolver, así transcurrieron sus primeros tres años juntos como pareja, donde los mimos y besos no faltaron, cuando el cuarto aniversario se hizo presente Chan ya estaba listo para dar el siguiente paso, en realidad se podría decir que lo estuvo desde el primer momento, sabía que Changbin era su media naranja, lo supo cuando el manager los presentó por primera vez y un remolino se creó en su interior cuando los orbes del ajeno chocaron con los suyos, en ese momento algo dentro de él le dijo que el menor era por quien había estado esperando toda su vida y por quien podría dar esta sin pensarlo, el chico lo había conquistado de una manera inexplicable, su actitud infantil y juguetona que desaparecía por completo cuando un momento serio o alguna dificultad se hacía presente era algo que el mayor amaba, el amor del que tanto le habían contado y el que tanto ansiaba conocer lo había encontrado en el peli negro bajito de rechonchas mejillas, el chico siempre se esforzaba por sacarle una sonrisa y siempre tenía un comentario hermoso para él en los inevitables días en que su ánimo y energía lo traicionaban, por eso se había decidido sin necesidad de meditar demasiado en su decisión de avanzar un paso más con el rapero, desde que el chico entró en su vida esta había adquirido un color más alegre y se había vuelto más interesante, el menor se encargaba cada día de hacerle saber cuanto lo amaba no solo con palabras si no también con acciones, incluso cuando no se veían debido al trabajo Chan podía contar con que un mensaje lleno de amor aparecería en la pantalla de su ordenador junto a una rosa, Changbin se encargaba de hacer sentir especial al mayor y por esa misma razón quería que su petición fuera igual de especial, quería que fuera algo que el pelinegro recordara como uno de los momentos más felices de su vida junto a Chan, pero era más fácil pensarlo que hacerlo, el mayor estuvo decidiendo por mucho tiempo ¿cómo? y ¿donde? sería el lugar y la ocasión correcta, había pensado en infinidades de fechas y muchos lugares como el parque donde tuvieron su primera cita, o quizás en el estudio de grabación donde se vieron por primera vez cuando los presentaron, o incluso a orillas del río Han donde el menor se le había declarado, había  demasiadas opciones, pues él y su novio se habían encargado de hacer cada cita y momentos juntos lo más especial posible debido a que su apretada agenda no les permitía el lujo de salir juntos cuando les apeteciera.

"¿Qué tal el gimnasio? pasan mucho tiempo ahí". Comentó Minho con su mano en el mentón y una expresión pensativa en su rostro.

No sonaba tan mal, a Changbin le fascinaba hacer ejercicios y el  gimnasio parecía ser como su segunda casa, aparte de que también era donde más tiempo pasaban juntos, a veces cuando el trabajo no les permitía verse siempre podían encontrarse en el gim.

"No, que cutre". Felix hizo una mueca mientras negaba con la cabeza. "Mejor en su restaurante favorito".

"¿Cuál de todos?". Inquirió Minho alzando una ceja, para nadie era secreto que el más bajo del grupo con su afán de comer tenía mínimo unos doce restaurantes catalogados como sus predilectos.

Chan suspiró, por su indecisión pidió ayuda a sus amigos pero estos estaban igual que él, incluso peor, pues él conocía a la perfección donde había pasado los mejores momentos con su novio, mientras que Minho y Felix sólo tiraban piedras al azar, sus labios se abultaron mientras llevaba su mano al bolsillo de su pantalón y sacaba una pequeña caja negra con adornos dorados en los bordes, un anillo de oro blanco con un pequeño diamante en el centro se encontraba en el interior de esta, era sencillo pero bonito justo como a su chico le gustaba.

La puerta de la sala de ensayos donde se encontraban fue abierta sin previo aviso pegándole un susto a los tres, Jisung entró corriendo agitado, con una sonrisa de oreja a oreja y una tarjeta en la mano derecha.