Un recopilado de aquéllos vehículos usados antes, durante y después del primer conflicto de escala mundial, de igual modo una explicación a aquellos vehículos opacados por otros más reconocibles.
Heinrich y Gustav Ehrhardt, quiénes dirigían su propia fabrica de automóviles Heinrich Ehrhardt Automobilwerke AG, se interesaron por los vehículos blindados durante 1906, al ver los modelos extranjeros. Sin perder tiempo se dispusieron a trabajar en un modelo propio.
Mirando hacia el cielo y con los avances en lo que se refiere a la aeronáutica pensó. Los globos cautivos de observación serían un problema, además de que los aviones dejaban de ser una mera curiosidad a ser vistos como potenciales armás.
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Así que tomando el chasis de un camión Ehrhardt, el cuál tenían disponibles se dispusieron a trabajar. Al tener poca experiencia en lo que se refiere a vehículos blindados no los detuvo, y tomando chapas de acero de 3 a 5 milímetros hicieron una carcasa geométrica, además de que la cabina del conductor tenía una leve inclinación; dónde tendría pequeñas aberturas cuadradas para la vista; aunque se podría mejorar el campo de visión con la bisagra que tenía. El motor estaba bien resguardado, así como también tener buena ventilación y un fácil acceso al mismo momento para mantenimiento.
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El vehículo estaba completamente cerrado, teniendo apenas puertas de entrada a los costados de la cabina del conductor. Sin mencionar que el porte del vehículo era algo y grande, lo cual le permito que cinco personas pudieran moverse con comodidad dentro del vehículo y hacerlo funcionar.
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Cómo armamento principal fue una torreta de porte semi curvo. En la torreta blindada, instalaron un cañón 50 milimetros Rheinmetall 50 milimetros BaK M1906 con un calibre 30 del tamaño de un barril. Lo suficientemente potente como para superar la altura que algunos globos y aviones podrían aguantar antes de caer.
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Pero al igual que el Austro Daimler, también sufrió de un rotundo rechazó y cuestionamiento de utilidad por parte de los altos mandos militares. Lo que obligatorio de igual modo a ofrecer el vehículo a Alemania; pero sin despertar un interés, sin saber que sería útil más adelante.
