26. En picada

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La noticia de mi relación con Austin se dio a conocer por todo el mundo, los fotógrafos no esperaban para vender aquellas fotos y mucho menos que ya sabían quién era aquella chica con la que estaba saliendo; pero no solamente fueron aquellas cosas, si no que investigaron hasta que dieron con el joyero que había hecho los anillos, y esa fue otra noticia que fue como una bomba, pues los titulares me dejaban como si yo le hubiera dado casi casi agua de calzón para que lograra que me diera el anillo.

«La conductora y periodista Daniela Delacour logro amarrar al actor Austin Butler»

«Butler y Delacour ya están planeando la boda»

«¡EN EXCLUSIVA! El joyero que hizo los anillos de compromiso habla sobre esto»

—Genial, ahora soy yo la que esta con el por compromiso—apague el televisor de la oficina. —Además, ¡son anillos de promesa!, ¿Por qué no investigan bien?

¿una?, no se como describirla en cuanto la vi entrar a mi oficina con aquellos lentes obscuros enormes que le cubrían casi gran parte de la cara, —¿si?—pregunte.

Se sentó, quitándose los lentes dejándome ver todo su maquillaje corrido, y su labial nude era todo un desastre.

¡a la madre!

—Amiga, no lo vayas a tomar a mal, pero ¡pareces la llorona!, ¿Qué te paso?

—Es q-que—suspiro agarrándose la cabeza, —acabo de llegar de una fiesta con Alex.

—¡Ah!, eso explica todo—le acerque la taza que acaba de servir.

Le dio un gran trago a la taza, aunque en su estado creo que hubiera preferido un poco de agua mineral para curarse su cruda que cargaba. Pero aun así tenia la cabeza para seguir hablándome sobre trabajo.

Ni siquiera pudo llevarse un poco de comida a la boca porque le daba asco, parecía que se hubiera quedado dormida en la silla delante de mí, mientras seguía revisando los correos. —¡AH!—se levanto de salto de la silla, —¡CHISME!, ¡CHISME!—aplaudió.

—¿Qué paso?—levante la cabeza de la computadora, porque mi radar de los chismes estaba listo para escuchar lo nuevo que tenia que decirme la pelirroja.

—Bueno, resulta que ayer mientras andábamos en la fiesta y todo, me entere que una nueva película viene en camino y es de...—hizo un silencio criminal.

—¿de qué?—pregunte al borde de mi silla.

—Bueno, creo que deberías de avisarle a Austin, pero al parecer ya no será el único Elvis que llegará a la pantalla en este año.

—¡¿qué?!—pregunte con los ojos abiertos como platos.

—¿a qué te refieres?—Dylan entró, tomo de la mano a Karen y la arrastró fuera de la oficina.

Pasaron dos, aunque quizás tres semanas antes de que la noticia inundara todos los noticieros, solo que a diferencia de cuando fue la película biográfica esta ya tenía actores, guion, e incluso filmaron algunas escenas, le tuve que esconder esto durante varios días a Austin, aunque ello implicara que le tuviera que desconectar cada aparto que hubiera en la casa, y en ocasiones le quite hasta el wifi. Pero ni mis mayores esfuerzos sirvieron para ocultar eso alguien más se adelantó, y ese alguien llevaba por nombre Kaia Gerber.

—tenemos que hablar—fue la frase con la que me recibió aquella noche.

—Si, buenas noches, amor, me fue muy bien en el trabajo, gracias por preguntar—respondí de forma sarcástica.

Pero creo que el no estaba de humor y ni dispuesto a aceptar por el momento mi sarcasmo, su cara estaba completamente fría, sin expresión alguna. —Me ocultaste la nueva película, apagaste todo, ¿Cuándo tenias pensado decirme esto?, ¿Cuándo estuvieras en la alfombra roja de la nueva película?

Mi novio es el ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora