Capítulo#11 Mereces ser feliz.

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Perspectiva Rafael.
- ¿Qué? ¿Está viva o qué?- pregunto asustado.
- Sus pulsaciones están muy débiles, se está yendo, rápido vamos al hospital.
Las palabras de los doctores me duelen, siento como mi corazón se rompe en mil pedazos.
Subimos a la ambulancia y llegamos enseguida al hospital. Yo me quedo en el pasillo mientras a Naiara se la llevan no sé para dónde.
- Necesitamos hacerle algunas preguntas.- me dice un policía que llega en ese momento.
- Está bien, pregunte lo que quiera.
- Cuente todo lo que sabe.
- Llegué a la casa y...me encontré a Naiara en el suelo...llena de sangre...y creo... bueno estoy casi seguro de que mi padre es el culpable de esto...yo debería haber estado con ella en todo momento, nunca debí abandonarla... debí darme cuenta de que me estaba mintiendo y que necesitaba de mí más que nunca.
- Tranquilo, todo va a estar bien, nosotros seguimos en busca de su padre que sigue desaparecido.
-... Espero que lo encuentren lo antes posible.
- Eso intentamos, gracias por su colaboración, cualquier cosa nueva avísenos de inmediato.
- Está bien.
Me siento triste, ¿cómo pude enamorarme tan rápido? Ella era...es tan especial, no puedo imaginarme una vida sin Naiara, solo quiero volver a abrazarla y besarla. Quiero que todo esto sea una pesadilla y acabar de despertar de una vez. La quiero demasiado, necesito tanto de ella. Yo debí estar para ella siempre y no dejarla sola, me necesitaba, pero no podía imaginar lo que estaba pasando. No puedo creer que vaya a morir sin tener la oportunidad de ser feliz verdaderamente. Tiene que vivir, claro que tiene que vivir, yo tengo que hacerla feliz, darle mi vida si es preciso, nunca más separarme de ella, protegerla y cuidarla como a una niña pequeña. ¡Dios mío salva a Naiara!

Perspectiva de Marcos.
Me he vuelto un asco de persona en estos últimos años. Una cosa me ha llevado a la otra y me he convertido en un violador, asesino, estafador, y he terminado huyendo de la policía, soy una basura. No he sabido ser buen padre y mucho menos buen esposo. Horas manejando sin rumbo, no sé que voy a hacer con mi vida ahora.
¡No,no y no!
La policía aparece y me bloquea el paso, ahora sí acabó todo. No me queda nada más que bajarme del carro y entregarme a ellos, ya no tengo salida.
Me llevan para hacerme preguntas, aunque ya es evidente que soy el culpable de todo.
- Señor Marcos, necesitamos que nos responda con toda sinceridad. ¿Sabe ya de todo lo que se le está acusando?
- Sí.
- ¿Y qué tiene que decir al respecto?
- ¿Qué voy a decir? Está demasiado claro todo. Soy culpable de todas esas cosas de las que me culpan. Sí violé a la niña esa aquella noche, yo era cliente de su madre, por unos cuantos tragos me dejaba hacerle lo que quisiera, esa noche estaba muy borracha y no pude hacerle absolutamente nada, cuando llegamos a su casa su hija estaba en el cuarto, es verdad que era una niña, pero yo estaba también bastante pasado de tragos y no pensé en nada más. Pasó el tiempo y todo quedó normal, yo seguía con su madre pero hacía lo posible por no encontrarme con ella. Todo estaba bien hasta ese día en que Esther apareció reclamándome por su hija. Estábamos en el edificio donde generalmente nos veíamos, es un edificio abandonado que queda en un callejón desolado.

Día del asesinato...
- Marcos necesito verte, nos vemos en el lugar de siempre.- me dice Esther y cuelga.
Yo salgo de inmediato para allá, lo que menos pensaba era que tenía que ver con su hija, aunque si me pareció extraño que quisiera verme tan temprano.
- Hola preciosa, que bueno vert...- me da un golpe en cuanto está cerca de mí.
- ¿Cómo te atreves a tocar a mi hija? Te dije claramente que conmigo podrías hacer lo que quisieras pero ella es sagrada, intocable. Ahora mismo iré a la policía y te acusaré e irás preso, te haré pagar todo lo que le hiciste a mi niña.
- No irás a ningún lugar, nadie le creerá a una borracha, prostituta antes que a un empresario exitoso.- la agarro fuerte del brazo.
- Suéltame, ya veremos a quién le creerán. Marcos no estaré en paz hasta que no pagues lo que debes.
La cargo y consigo subir hasta el quinto piso.
- ¿Estás segura?- le pregunté arrogante.
- ¿Qué piensas hacer Marcos? Ayudaaaa.
- Es en vano Esther. Espero que descanses en paz, corazón.
- No Marcos por favor no.
- Adiós preciosa.
La lancé desde el balcón y huí lo más rápido que pude del lugar. Las calles son tranquilas y no hay ninguna cámara de vigilancia, lo que me hizo pensar que nadie la encontraría en un buen tiempo. Salí para mi oficina y me cambié de ropa, para mí suerte nadie notó nada raro y pude pasar desapercibido.

Hoy...
- Eso es todo y bueno la hija después apareció siendo la novia de mi hijo y pues tuve que deshacerme de ella también, me puso las cosas muy difíciles.- mi frialdad al contar lo que pasó me sorprende hasta a mí.
- Sabe que la chica ahora mismo está luchando por sobrevivir, los golpes tan fuertes han causado múltiples fracturas, está muy muy mal. Esto le va a salir muy caro señor. Por favor llevénselo.

Perspectiva Rafael.
El policía encargado de este caso me llama. Dice que ya encontraron a mi padre y él contó la verdad, es culpable de todo, es verdad que violó a Naiara, que mató a su madre y además es el culpable de que Naiara ahora mismo esté grave. No puedo creer el monstruo en que se ha convertido mi padre, siento vergüenza y odio por él. No quiero volver a verlo en mi vida.

Después de horas sin noticias de ella, sale el doctor que está atendiendo su caso.
- Doctor,¿cómo está? ¿Está viva?
- Tranquilícese, es difícil, lo sé, pero... Naiara no resistió, perdió mucha sangre y tuvo muchas fracturas...
- Eso quiere decir...
- Falleció, hicimos todo lo posible, pero su estado era muy grave, sus pulsaciones casi ni se sentían. Lo sentimos mucho.
Estoy en shock y por más que quiera no puedo llorar, mi corazón no está latiendo y mi mente está en blanco.
No puedo creer que no la vaya a ver más, ella era el amor de mi vida. Su vida siempre fue tan triste y difícil, ella merecía ser feliz algún día. Ya no está, no podré hacerla feliz como tanto quería, no podré protegerla, ni abrazarla, la extrañaré tanto.
Hay personas que nunca conocen la felicidad, o sí. Alguna vez escuché que la felicidad no es un estado temporal o eterno, sino que son pequeños momentos, y eso es tan real. Los finales felices solo existen en películas, Naiara no tuvo final feliz y yo sin ella nunca volveré a serlo. Te llevaste un pedazo de mí, rarita.

Polos opuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora