Capítulo 19

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- Tú crees que... ¿Crees que es posible amar a dos personas al mismo tiempo?

- No -Respondí muy segura de mí.

- ¿No? -Cuestiono, sorprendido.

- Yo pienso que, si de verdad amaras a alguien no dudarías de tu amor hacia esa persona, y si te fijaste en alguien más es porque verdaderamente no la amas -Le dije, John me observo por varios segundos en completo silencio, luego aparto su mirada y allí se quedó sin decir una sola palabra.

- Es solo mi opinión -Me encogí de hombros - ¿Logre aclarar tu duda? -Pregunte sacándolo de sus pensamientos.

- Sí, pero ahora tengo muchas más -Sonrió afligido.

- John, porque... ¿Por qué me preguntaste aquello? -Quise saber, tímida.

- ¿Por qué? No... no es nada -Respondió nervioso -, solo simple curiosidad -Se encogió de hombros. Lo mire no muy convencida de su respuesta, ¿curiosidad? Si claro, pensé. John dio un gran suspiro y se puso de pie -. Tengo que irme - Dijo.

- Sí, también yo, no quiero llegar muy tarde a casa -Sonreí apenas. Él me miro con... ¿curiosidad? Y me extendió su mano, la tome para poder levantarme y en el momento en que lo hice sentí... sentí... algo, era como si su mano estuviese electrizada y al tocarla esa corriente haya recorrido todo mi cuerpo, quede mirando la unión de nuestras manos mientras me preguntaba qué rayos me estaba pasando. Levante la mirada, él también lo sintió, me di cuenta por la expresión de su rostro. Me puse de pie y de inmediato libere mi mano, sentía que mi corazón se saldría por mi garganta en cualquier momento.

- Adiós -Pude pronunciar apenas con la voz temblorosa, gire sobre mis talones y empecé a caminar rumbo a mi casa.

Llegue y me senté en uno de los sillones aún muy consternada por todo lo que me ocurrió ese día, tenía tantas preocupaciones y dudas en mi cabeza que no podía descansar tranquila, primero estaba lo de Paul y Roseta, tenía que hablar con la pecosa cuanto antes. Luego lo de Stuart, ese beso que jamás debió darse, meses atrás de seguro me hubiese encantado, pero ahora, era diferente, ya no sentía lo mismo por él, ahora solo lo veía como un buen amigo, y me detestaba por eso, hubiese preferido mil veces estar enamorada de él que de John, porque sí, lo admito, estoy enamorada de John, de nada sirve seguir negándome a aquello tan fuerte que siento por él. Qué curioso y que cruel puede llegar a ser el destino a veces, hacer que dos hermanas se enamoren de la misma persona, eso es lo más horrible que pueda sucederle a alguien y lo peor era que, a veces sentía que John también se interesaba en mí, por ratos llegaba a pensar que era solo mi imaginación y yo me hacía falsas ilusiones como siempre, pero otras veces lo sentía tan real, la manera en que me miraba, su preocupación hacia mí, tal vez les parezca tonto pero a veces pienso que John se pone celoso cada vez que me ve con Paul o con Stuart. Todo esto es muy confuso para mí, él... él me confunde. Di un gran suspiro y me recline por completo en el sillón. Luego de divagar por un rato más recordé que al día siguiente tenía clases y aun ni siquiera había empezado con mis tareas, gracias a Dios era la última semana de clases, por fin acabaría el colegio. Me puse de pie y me dispuse a subir a mi habitación, pero conforme iba subiendo las escaleras escuche la puerta abrirse, era Akemi.

- Hola Kate -Saludo algo preocupada dejando su bolso sobre el sillón.

- Akemi, ¿Paso algo? -Me acerque a ella.

- Si es... es John -Se dejó caer sobre el cojín.

- ¿John? ¿Qué pasa con él? -Quise saber temerosa sentándome a su lado.

- Es que... lo estuve llamando a su casa porque quería que vaya a recogerme, él siempre se encuentra a esta hora y me pareció muy raro que no contestara, de seguro no estaba ¿A dónde habría ido? -Pregunto como para sí. Me quede en silencio, claro, no contesto porque se encontraba en el parque conmigo -. ¿No vino a buscarme? -Me pregunto luego de algunos segundos. Negué con la cabeza sumamente nerviosa -. Qué raro - Pensó en voz alta -, bueno -Suspiro -, ya llamara -Se puso de pie y se dirigió a la cocina -. ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo? -Pregunto desde la cocina.

- No tengo hambre, gracias -Le dije con un tono de voz más agudo de lo normal, mi voz siempre se ponía así cada vez que me sentía culpable por algo.

- ¿Segura?

- Sí -Aclare mi garganta -. Estaré en mi habitación, tengo tarea que hacer -Me puse de pie y me dirigí a las escaleras.

- Bien, no duermas muy tarde -Escuche que me dijo conforme iba subiendo.

Me senté en mi cama bastante preocupada "¿Por qué no le dije que estuve con John? No tiene nada de malo, solo conversamos por un rato y ya, además, me lo encontré de casualidad, no tengo nada que esconder" pensé tratando de tranquilizarme pero de inmediato este pensamiento fue opacado por otro "Tienes mucho que esconder Kate, demasiado, no puedes dejar que nadie se dé cuenta de tus sentimientos hacía él, debes ocultar tu amor" Cierto, me dije, esa voz en mi cabeza tenía mucha razón, pero, no quería torturarme pensando en eso y si seguía así seguro me deprimiría, así que saque mis cuadernos y empecé con mis tareas, al menos me mantendrían ocupada por un buen rato.

Termine mis deberes realmente tarde como consecuencias de acumular trabajos por una semana, me di una ducha, me puse mi pijama y me metí a la cama cubriendo mi cuerpo con las sabanas, en pocos segundos Morfeo me envolvió en sus brazos.

Siete en punto de la mañana salí de mi casa rumbo a la escuela, llegue y empecé a buscar a Roseta, necesitaba hablar con ella con urgencia, no la encontré en el patio así que supuse que estaría en el salón de clases, me dirigí hacia allá pero tampoco la encontré, a las únicas que vi fue a Diana y Lety sentadas en sus respectivos asientos.

- Hola chicas ¿No han visto a Roseta? -Pregunte dejando mis cosas sobre la carpeta.

- Para nada, no sé nada de ella desde el viernes -Respondió Lety

- Yo tampoco, está como desaparecida - Comento Diana.

- ¡Rayos! Necesito hablar con ella.

- ¿De qué? ¿Nos perdimos de algo? -Quiso saber Diana.

- Sí, de todo diría yo.

- ¿Qué fue lo que paso? - Pregunto Lety preocupada.

- Buenos días alumnos -Saludo el profesor entrando al salón -Tomen asiento por favor.

- Luego les cuento -Susurre sacando mis libros.

Las clases transcurrieron como de costumbre, en el receso les conté a mis amigas lo que había sucedido con la pecosa, les costó trabajo creerlo, pensaron que estaba jugando pero luego se dieron cuenta de que no era así. Las tres planeamos visitarla luego de las clases. El timbre de salida se escuchó en todos los pasadizos de la escuela, yo y mis dos amigas nos dirigimos a la salida con el propósito de ir a visitar a Roseta, cuando vi a Stuart parado a unos pocos metros de mí, este me hizo una señal con las manos para que me acercara.

- Chicas, vayan avanzando, ya les alcanzo -Les dije y camine hacia donde estaba Stuart.

- ¿Sucede algo? -Le pregunte al estar frente a él

- Sí Kate... no he podido dejar de pensar en ti después de lo que sucedió ayer.

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Hola! c:

Pues, es la primera vez que me dirijo a los que leen mi novela, se que son pocos pero bueno u_u

Decirles que de ahora en adelante actualizaré más seguido, tal vez un capítulo diario, así que estén pendientes ;)

Paz y amor ✌

Aquel día de otoño      (The Beatles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora