Tuve padres muy estrictos, desde mi infancia y especialmente en mi adolescencia. Salí de closet a los 16 y se encargaron de alejar cualquier posible chico/ joven/ hombre del cuál pudiera enamorarme.Cumplí 18 años y decidí salirme de casa, estudiaba por las mañanas y trabajaba por las tardes para mantenerme y pagar el alquiler. El lugar donde trabajaba era una cafetería, me acople muy rápido y hice una amiga, su nombre es Titi, es una chica que, como yo, trabaja para pagar sus estudios y el alquiler.
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Era viernes por la tarde, un chico muy lindo entró por esa puerta, me pidió un Caramel Macchiato, hablamos un rato, dijo que su nombre era Luzu y me habló sobre lo mal que le iba en la universidad, hasta que se retiró. A decir verdad, no me gustaba tanto platicar con los clientes, pero por alguna extraña razón pude mantener una conversación muy larga con el.
El viernes siguiente llegó de nuevo y el siguiente y el siguiente, bueno, uno de esos muchos viernes me invitó a salir y, por supuesto, le dije que sí, estaba encantado de salir con el.
Fuimos a patinar sobre hielo, yo era un pésimo patinador, pero el era muy bueno, después de tantos fracasos de mi parte decidimos ir a comer pizza y qué mejor momento para que Luzu sacara sus peores chistes.Después de tantas citas, me pidió que fuera su novio y acepté, ahora me doy cuenta de que tengo mucha suerte de salir con el, no solo tenemos citas preciosas a su lado, todos los días podemos compartir el camino a los cursos de baile en los que nos inscribimos, incluso me atrevería a decir que son momentos más bonitos que las mismas citas. Este es el tipo de amor extraordinario que siempre deseé para mi vida.
Un año después me gradué de la universidad y meses después le pedí a mi amado Luzu que se casara conmigo y acepto, fue el mejor momento de mi vida, lloré demasiado.
Empezamos a planear la boda, sería en un jardín rodeado de nuestras flores favoritas, pocos invitados, la familia de Luzu y algunos amigos.Llegó el día de la boda. Estaba muy nervioso. Hoy uníamos nuestras vidas para siempre.
Estaba de pie en al altar y a lo lejos vi es pequeña silueta, si, era mi amado Luzu caminando con su padre hacia mí, quería llorar, esto realmente estaba sucediendo. Willy me entregó la mano de su adorable hijo, finalmente los dos estábamos frente a frente en el altar.
La ceremonia inicio, el tiempo pasa muy rápido el sacerdote solicitó nuestro consentimiento por medio de un interrogatorio.Quackity, ¿Quieres recibir a Luzu, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
Mi respuesta fue rápida.- Sí, quiero.
Luzu, ¿Quieres recibir a Quackity, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
- Sí, quiero.
Después de dar los "Si, quiero", el sacerdote continuo.
- Por el poder que me conceden los declaró marido y marido, pueden besarse.
Todos los invitados aplaudieron y algunos otros lloraron.
Realmente disfrutamos de la fiesta, el ambiente era increíble y más porque estábamos rodeados de gente que amábamos mucho, bailamos, bebimos, cantamos. Hasta que fue el momento de retirarnos, era hora de partir, nuestra luna de miel no estaba esperando.
Durante la luna de miel nos divertimos demasiado, visitamos las Islas Maldivas, sus cristalinas aguas, un gran universo de vida marina y sus paisajes submarinos, era el lugar perfecto.
Una noche antes de regresar a casa, sentado frente a una hoguera, le dije a Luzu que la casa que habíamos comprado era demasiado grande para vivir solo nosotros dos, así que sugerí que adoptáramos a un niño ya que me hacía mucha ilusión ser padre, el dijo que sí, que era una gran idea.
Al día siguiente ya estábamos en nuestra nueva casa, amueblamos los lugares que todavía estaban vacíos, al terminar nos fuimos a la cama porque nos encontrábamos muy cansados.
A la mañana siguiente nos despertamos, preparamos el desayuno y nos dirigimos a la casa hogar de la ciudad. Hablamos con la persona a cargo del lugar, hicimos algunos trámites, horas más tarde nos llevó a donde estaban todos los niños que esperaban ser adoptados, nuestros corazones se hicieron pequeños, dios mío, queríamos adoptarlos a todos, pero eso era imposible. Había un pequeño que estaba dibujando en una de las esquinas de la habitación, le preguntamos a la mujer sobre él y nos dijo que era el pequeño Merlon, se alejó de todos, desde que las personas que lo adoptarían no volvieron por él. Derramé algunas lágrimas y supe que el pequeño Merlon tenía que venir con nosotros, él era el indicado.
Después de semanas de mucho papeleo y muchas visitas al lugar para conocer mejor a Merlon, los procedimientos finalmente estaban en orden, el pequeño ya era nuestro hijo legalmente. Ese día llegamos a casa y horneamos un pastel, la cocina quedó hecha un desastre, Luzu y Merlon no hicieron nada, solo se la pasaron jugando con los ingredientes, pero bueno, el pastel me quedó riquísimo. También jugamos a algunos videojuegos, Merlon hizo el primer dibujo para el refrigerador, al final del día llevamos a nuestro pequeño a su nueva habitación y lo arropamos, era hora de dormir.
A la mañana siguiente sentimos que nuestra cama se movía y nos despertamos muy asustados, pero solo era nuestro hijo saltando sobre la cama para que nos despertáramos, cuando vio que ya estábamos despiertos, gritó "BUENOS DÍAS, PAPÁS", y nos abrazó. Sabíamos que de ahora en adelante nuestros días serían diferentes, serían más felices de lo habitual.
Con el paso del tiempo, Merlo crecía cada vez más, en su décimo cumpleaños le hicimos una gran fiesta a la que asistieron sus amigos del colegio.
Pasaron unos meses y planeamos un viaje a Disneyland París, Merlon estaba muy emocionado, durante el trayecto hablábamos sobre lo que haríamos cuando estuviésemos ahí, pero de un minuto a otro mi amado Luzu perdió el control del auto.
Después de eso, no sé qué pasó, nunca lo supe, porque mi cuerpo ya hacía sobre el asfalto frío y mojado.
Querido lector tu qué puedes regresar la página una y otra vez. Diles adiós por mi.
Fin.