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Ulises D'Amico

Ver la habitación de ella llena de las personas que la quería me hacía estar más tranquilo.

Esa noche su madre se quedo con ella y no le negaría eso.

-Gracias por cuidarla- asentí hacia su padre mientras me detenía frente al hotel que se estaba quedando

-Ustedes más que nadie sabe lo que siento por su hija y solo quero hacerla feliz- el asintió

-Pero ya sabes lo que te dije, ella puede que sea un poco difícil, pero con los anillos mientras más sencillo mejor y es tamaño 6.5- me reí por lo ultio

-¿Es su bendicion?-

-Se lo feliz que ella es contigo, ademas que ese accidente paso por querer detener tu boda y creo que eso me dice más de lo que me cuenta- sonrió

-Gracias- ofreci mi mano

-Solo haz que mi princesa siempre este feliz- asentí

-La hare la mujer más feliz de este mundo-

-Lo tengo anotado- me señalo para bajarse de mi auto

Espere unos minutos hasta que vi que desaparecio de mi vista.

Conduje hasta mi casa en donde me di un baño un poco largo y al fin decidí arreglarme mi barba y bajarmela como siempre.

Mientras estaba en el baño con mi cabello mojado e intentando arreglarme mi barba recibi su llamada.

Llamada

-Hola amor- sonreí al responder

-¿Qué haces?-

-Bajandome la barba-

-¿Comiste?-

-Si, para ser mi primera comida luego de haber estado en coma fue un asco- me reí

-Tienes que comer lo que te den para poder volver a acostumbrar tu estomago a la comida solida-

-Lo se, pero solo quiero comer un emparedado cubano- no pude evitar reírme

-Te extraño- que ella dijera eso me hacia querer correr al hospital

-No me digas eso nena- baje la rasuradora

-Quiero que estes aquí- cerré mis ojos con fuerza

-Amor ahí esta tu mamá-

-La que puede ser tu suegra si nos casamos- me reí negadno

-Desde que despertaste estas fuerte con la boda-

-Es que realmente si sentí miedo de perderte y no quiero sentir eso- susurro

-No lo sentiras amor, eres la única mujer con la que me quiero casar, pero quiero que tengasmo nuestras etapas en esta relación-

Los dos nos quedamos en silencio

-Bueno, solo queiro que sepas que tu también me gustas mucho y no tengo ojos para más nadie- sonreí al saber que ella solo lo admitia sin tener que contarselo a más nadie

-¿Ya cambiaste mi nombre?-

-Si-

-¿Cuál tengo ahora?-

-Ulises con un corazón-

-Lo apruebo por ahora- sonreí

-¿Cuál es él mío?-

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora