Acto I
Capítulo I: Hierva roja.
- Bien, ya saben de qué va el trabajo, solo necesitamos acabar con Ludin y sus hombres, para dejar el pueblo expuesto, luego Iber y sus hombres harán el resto del trabajo -Dice un hombre vestido con pieles de oso negras, largo cabello y una barba sencilla- Luego de este trabajo podremos retirarnos todo un mes -Cientos de hombres gritan entusiasmados alzando sus lanzas y hachas por encima de su cabeza-
A unos cien metros de distancia, se podía ver al ya mencionado Ludin y sus hombres, cargando sus grandes estandartes blancos.- ¡Ahora todos, CARGAD! -Grita aquel que viste de negro, mientras alza su espada y corre hacia el enemigo-
El campo se llena de gritos, sangre y el sonido del acero chocando entre sí... algunos caen al suelo sin vida, mientras que otros se arrastran intentado huir de su triste final.
Durante la incansable batalla el guerrero de negro se encuentra cara a cara con Ludin, estos se miran durante unos segundos, hasta que uno de ellos se decide hablar.- Meidar, líder de "Los Leones Negros" tú y tus sucias ratas mercenarias morirán aquí, te arrepentirás de aver aceptado ese trabajo -Dice mientras alza su espada y adopta una postura de combate-
-Trabajo es trabajo Ludin, no es nada personal, yo y mis hombres siempre hacemos bien un trabajo siempre y cuando la paga sea justa, y el precio por tu cabeza es más que justo -Mira fijamente a Ludin mientras agarra con fuerza su espada-
Ludin, ante un ataque de rabia, arremete hacia Meidar, pero este solo se queda quieto esperando el momento para atacar, levanta su espada y lanza un zarpazo contra el escudo de Ludin, el cual queda aturdido por el impacto, para luego recibir un fuerte puñetazo en la cara, este retrocede y recupera la compostura.
- ¡AH maldito! -Exclama Ludin con furia-
Meidar solo se limita a observarlo, para luego mirar hacia el suelo y arrebatarle su escudo a un cadáver.
Toma la iniciativa y corre hacia Ludin, para luego chocar ambos sus escudos, casi al instante sin darle tiempo de ración a su rival clava su espada en su rodilla, dejándolo sin poder ponerse de pie, Ludin cae al suelo entre gritos de dolor, mientras se arrastra en dirección contraria de su adversario, su rodilla parecía un volcán en erupción, perdiendo cada ves más sangre.
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El hacha en la piedra
AdventureEste es mi primer libro, no esperen mucho de él. Esto es solo un pequeño proyecto que tengo por mera distracción. Quiero publicar el primer capítulo para ver qué tal va. Acepto todo tipo de críticas. Cuando vea que llegue 10 votos me podré manos a l...