YOU AND ME (omegaverse) L.S

Louis

Celos.

Eso era lo que sentía ahora mismo, hoy salimos a cenar porque mi alfa habia ganado uno de los casos que le habían otorgado.

Había estado sonriente desde que salió del trabajo, desde que me fue a avisar al mío.

Me agradaba mucho el hecho que el pudiera estar trabajando en lo que le gusta, abriéndose paso para ser uno de los mejores abogados de Londres, cosa que seria estar superando a su padre y abuelo.

Pero volviendo al tema, una linda omega estaba observando a mi alfa desde su mesa, la cual está a un lado de la nuestra.

La omega es linda, rubia y de unos muy lindos ojos azules, verdaderamente era una mujer hermosa, Juega con su cabello e incluso soltaba su horrible aroma a lima, solo intentaba ignorarla porque Harry no le estaba prestando nada de atencion.

Este estaba viendo el menú, sin levantar la vista, parecia estar muy concentrado y a la vez muy indeciso al respecto.

Yo solamente quería levantarme y de decirle que dejará de observar a mi alfa de esa manera.

-Amor, ¿ya elegiste tu comida? Yo aun estoy muy indeciso, todo parece estar delicioso.

-Creo que ordenare una pasta, sabes que es mi favorita.

Le sonreí cuando subió su vista para verme, el también me devolvió la sonrisa, la cual estaba acompañada de sus lindos oyuelos.

-¿Puedo hacerte una recomendación?

Los dos volteamos a ver a la omega, ella le sonreía dulcemente a Harry mientras que este parecía no notarlo.

-También puedo recomendarle algo a su hijo.

Mi alfa aprieta los labios para no soltar una carcajada, ¿acaso no nos vio besandonos hace un rato?

-No gracias, mi Omega y yo estamos bien- dijo con una pequeña sonrisa.

A la omega se le sonrojaron las mejillas de la vergüenza, también estaría muy avergonzado.

¿Realmente Harry luce mucho mayor como para ser mi papá? O ¿simplemente me veo más joven?

Me quedé pensando un poco en ello, realmente no me importaba si luce mayor que yo, lo es pero eso no significa que lo voy a dejar.

Es mi destinado y si es mayor es porque el destino así lo quizo.

Harry estaba observandome muy detalladamente, sabía que también el lo estaba pensando.

-¿Enserio lusco tan mayor como para ser tu padre?

-Claro que no, además si fuera así no me importa, me gustas así.

Sonrió un poco y después volvió a su vista al menú, esa pequeña charla lo había entretenido.

-Ahora todos dirán " Miren, ese omega tiene un sugar daddy muy guapo, ese omega es muy afortunado",

Soltó una carcajada al escucharme, con eso se fue la tensión del momento pero me avergonzo porque todos voltearon a vernos.

-Pero si el afortunado soy yo, afortunado de que quisieras salir conmigo.

-A mi ya me gustabas desde hace mucho, así que no tuviste mucho que hacer- me sonroje mucho cuando se lo dije- ¿Por que crees que Lily se emociona cada vez que te ve?

Me daba un poco de pena admitirlo pero es algo que debería de saber al final de cuentas.

-Mavi siempre solía decirme que debería invitarte a salir pero sentía que era muy mayor como para salir con alguien.

-Fue increíble que te hayas dado cuenta que no es así, ahora no estuvieras cortejandome y tampoco estaríamos aquí ahora.

El me miraba cautivado, sus lindos ojos verdes tenían un brillo especial que me hacía querer caer en mis rodillas cada vez que me ve.

-Me sentía nervioso la primera vez que te invite a salir, le llame a mi hermana para que pudiera darme concejos para poder enamorarte- estaba un tanto sonrojado y eso me causaba ternura- ahora mis padres saben de ti porque ellos también me ayudaron para hacer el cortejo.

Sonreí en grande, me sentía increíblemente bien al saber eso, al saber que es alguien que no ha experimentado mucho como yo y que vamos a aprender juntos en el proceso, ya no me hacía sentir presionado el hecho de no saber algunas cosas, cada vez me sentía más seguro de la relación que estábamos sosteniendo.

-¿Entonces ellos ya saben de mi?

-Mi mamá insistió a que te llevara a la cena de navidad, recibí un regaño por eso pero apenas habíamos salido una vez- siguió hablando aunque seguía igual de sonrojado- Deberíamos ordenar cariño.

-Solo faltas tú, yo ya tengo lo que ordenaré.

-perdón por hacerte esperar.

Harry llamo a la camarera para por fin ordenar, la cual parecía haber estado esperando mucho tiempo y eso me hizo sentir muy avergonzado por hacer esperar a las personas.

-¿Quieres vino tinto o vino blanco?

-Con el tinto está bien.

Verdaderamente el tinto era mi favorito, aunque no he probado el blanco prefiero quedarme con el tinto, es muy bueno.

Harry comenzó a ordenar lo suyo mientras observaba el menú, terminó ordenando un pollo con tallarines.

Yo ordené un fetuchini, había tenido mucho antojo de este desde hace unos días pero no sabía porque no había comido.

Cuando por fin el camarero se fue, me acomodé para ver directamente a mi alfa, el cual también estaba viéndome.

-Estaba celoso.

Mi alfa me miró extrañado, entendía claramente que no se había dado cuenta pero estaba intentando ser sincero todo el tiempo.

-¿Por que?

-De la omega que dijo que era tu hijo, es que ella estaba viéndote mucho mientras tú estabas viendo el menú, incluso soltaba su aroma para llamar tu atención, me sentí un poco mal porque ella es realmente muy linda.

-Eso no importa, tú eres muy hermoso- hizo una pausa para tomar mi mano- tu eres lo más hermoso que puedo ver, no me di cuenta porque para mi no existe nadie más que tú.

Mis mejillas se volvieron a sonrojar, cubrí mis mejillas con mis manos para que no pudiera notar el color en mis mejillas.

Escuche como separo su silla, cuando descubrí mi cara pude verlo a un lado de mi, tomo mis mejillas y me dio un beso, puedo apostar que todos estaban viéndonos y eso hacía que mis mejillas se pusieran más sonrojadas.

¿Puede mi alfa alguna vez dejar de ser tan hermoso? O ¿puede dejar de ser tan cariñoso? No me gustaría que dejara se serlo, me hacía sentir especial con solo respirar y existir, al igual que yo intentaba hacerlo sentir especial.