Elena Smirnov:Cuando me doy cuenta en donde tengo mi trasero apoyado me remuevo incomoda y salgo disparada de su regazo. Mateo estira sus brazos hacia mi y lo cargo.
— Tita.
— Vamos a almorzar ahora corazón de melón.
— Melón melón melón — canta y juega con mi cabello.
Dejo a mi hijo entado en la cama con su padre y corro hacia mi vestidor a cambiarme. Jean, buzo negro y mi chaqueta de cuero. En los pies mis botas de tacón. Peino mi cabello y lo dejo suelto, un poco de perfume y salgo.
Bajo las escaleras y en la puerta principal me espera Enzo con Mateo en brazos.
— Los invito a comer.
Los sigo hasta su auto y como madre sobreprotectora no subo a mi lugar hasta verificar que mi hijo esté bien amarrado en su silla. Enzo me mira con sus cejas alzadas cuando me ve tironear de los cinturones.
— ¿Qué?— cierro la puerta.
— Quiero follarte. — Se me atasca la respiración y aprovecha la situación para acercarse, sostenerme del cuello y comerme la boca.
Cuando quiero corresponder, el simplemente se aleja con una sonrisa engreída en su cara.
— Imbécil.
Subo al auto enojada. ¿Quién se cree?
Por más que sea un italiano creado por los dioses no le da el derecho de dejarme así.
¿Qué me pasa? Hoy me he levantado más tonta de lo normal.
Enzo acelera y sale de mi propiedad rumbo a algún restaurante.
Una vez llegamos a algún restaurante italiano nos dan una mesa casi al instante de poner un pie en el local, nos sentamos y una mesera joven nos atendió.
— Benvenuti signor De Luca e signorina. Cosa vogliono ordinare?
"Bienvenido Sr. De Luca y señorita. ¿Qué desean pedir? "-
Supongo habrá dicho que queremos pedir
— Supones bien.— Ups, lo dije en voz alta.
— ¿Qué quieres comer corazón?— le pregunto a Mateo que está mirando la carta al revés mientras nos imita.
— ¡Titas!
— No.
— Si...— Mira a Enzo en busca de un cómplice pero su padre solo lo mira con sus ojos entrecerrados y sigue viendo la carta mientras niega.
— Busquemos algo para ti. — Miro la carta pero está todo en italiano.
Resoplo tratando de entender pero es imposible.
— Per mio figlio solo maccheroni e formaggio e per me e mia moglie portaci le lasagne. — Enzo habla y ella anota en su libreta.
"Para mi hijo solo macarrones con queso y para mi esposa y para mi traemos lasaña"
— ¿e per bere?
" ¿Y para beber?"
— Acqua
"Agua"
Cuando se retira Enzo nos mira ambos que nos encontramos con la cabeza de lado y confundidos.
— He pedido la comida.
— Ah... bien, gracias.
Mateo empieza a balbucear mientras juega con las servilletas y yo solo lo miro a él porque estoy muy incómoda, no se de que podríamos hablar.
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En las garras de la mafia
AcciónDesde pequeña ha sufrido, sin embargo la vida le enseñó que no todo está perdido, ella hará todo lo posible para que su verdad no salga a la luz, para proteger a su familia de todos aquellos que la persiguen y de hasta ella misma. Nunca pensó que su...