CAPITULO 5: El Orfanato Maldito de Sire's Hollow

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El reloj marcaba las 12:45 de la noche, la tormenta continuaba asolando las calles y edificios principales de Sire's Hollow al tiempo que los infectados comenzaban a movilizarse nuevamente, solo que esta vez los muertos vivientes estaban formando pequeñas avanzadas, las cuales tenían como único propósito iniciar una espeluznante cruzada hacia las afueras de la pequeña urbe con el fin de expandir la infección y de paso localizar a más sobrevivientes que pudieran servir de alimento a sus putrefactos e insaciables estómagos.

Sin embargo, y para la mala fortuna de estas macabras criaturas, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, junto con las unidades de la PH.B.C.S., habían tendido un enorme y peligroso cerco alrededor de Sire's Hollow, el cual impedía que algún infectado o sobreviviente pudiera ir más allá de las Montañas Equestria, una medida que fue muy mal vista por los pocos ciudadanos que aún resistían los embates de la epidemia en las entrañas de la ciudad, pues aquella operación militar y privada era para ellos una señal de que habían sido dejados a su suerte por el Gobierno Federal y de que Pharmahorse Corporation tenía ahora en sus manos el destino de sus vidas.

- ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Que alguien me ayude! -gritaba con desesperación un adolescente que se encontraba atrapado en uno de los callejones del centro de Sire's Hollow y quien a su vez estaba siendo rodeado por varios infectados - ¡No! ¡No quiero morir! ¡No así! ¡Agh! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ¡Aléjense de mí! -gritó el chico asustado y empujando a los muertos vivientes para después caer en el suelo y soltar un fuerte alarido de dolor debido a que sus captores empezaron a devorar sus entrañas lentamente y en silencio.

Los gritos de auxilio de aquel joven desconocido fueron apagándose poco a poco hasta finalmente dar paso a los gemidos guturales y a los gruñidos de los muertos vivientes, quienes, tras terminar de comerse a su presa, comenzaron a alejarse del lugar sin darse cuenta que, desde una ventana cercana a aquel lugar, eran observados por el Alcalde Filthy Rich, quien se encontraba encerrado dentro de un enorme edificio con grandes ventanales y detalles arquitectónicos que lo hacían parecer una iglesia gótica, solo que esta "iglesia" no era un templo dedicado a Dios, sino a Pharmahorse Corporation, cuyos dueños compraron el recinto para convertirlo en un Orfanato, el cual meses antes había sido cerrado por el Ayuntamiento de Sire's Hollow debido a ciertos "problemas" sanitarios, aunque el verdadero motivo de su cierre era mucho más escalofriante.

Los pasillos y habitaciones de dicho recinto estaban apenas iluminados por los focos amarillentos de los candiles que yacían colgados en las paredes, los cuales le daban un aire espectral a todo el edificio que se localizaba a tan solo unas cuadras del Ayuntamiento de la ciudad y que, para los antiguos turistas, era bastante llamativo debido a que de todos los edificios de la ciudad solo el Ayuntamiento, la Comisaría y el Orfanato eran considerados los más antiguos de toda la urbe.

Filthy Rich había llegado a aquel lugar hace ya varias semanas atrás, justo cuando la extraña enfermedad empezaba a propagarse por las calles de Sire's Hollow, él lo había convertido en su refugio temporal y en su centro de operaciones para poder vigilar desde ahí todo lo que sucedía en las calles y edificios de su "amada ciudad", pero este "amor" era todo menos sincero, pues el ambicioso empresario no tenía ningún otro interés más que escapar de Sire's Hollow y desaparecer para siempre de la escena pública, aunque ello implicara engañar a su propia familia la cual vivía en la vecina ciudad de Canterlot City.

-Llegaste aquí con sobornos y vendiendo a dos inocentes campistas a una corporación maligna y sucia -decía una voz masculina dentro de su cabeza mientras él observaba la pantalla de una vieja computadora, la cual proyectaba las imágenes de lo que sucedía en los pasillos del Ayuntamiento de la ciudad - ¡Que ironía terminar aquí! En el mismo infierno que los demás y siempre rodeado por los mismos monstruos, aunque... ¿No eres acaso también un monstruo? Digo, mataste a cuanto inocente se cruzará en tu camino y nunca dudaste en sacar la pistola para asesinar a tus aliados -continúo diciendo la voz al tiempo que el empresario presionaba un botón para cambiar las imágenes y enfocarse en una que mostraba a Sunset Shimmer hablando por teléfono con él -Esa chica y sus amigas arruinaron el negocio del Hotel – Spa; una murió en Everton y ahora tienes la oportunidad de vengarte también de ella... ¡¿Qué esperas para engañarla, Rich?! ¡Tráela hacia nosotros! ¡Tomemos ese collar y larguémonos para siempre! ¡El cielo es el límite!

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