✘VIDA ETERNA✘ © [SVD #3]

Capítulo 20.5 ✘ Atados [+18]

“Permitenme estar entre tus brazos por toda una eternidad”

🦇 D A R R E N 🦇
Su mirada es una clara invitación a caer en la maldita tentación. En este momento soy débil ante ella. No pienso en las consecuencias, ignoro el tiempo y lugar. Solo me concentro en Ayline y en todo lo que en mi cabeza imagino hacerle: rasgar la tela que la cubre y hacerla solo mía.

Sin embargo, no actuo, no hago el menor movimiento al no poder dejar de verla. Admiro cada detalle cuando ella está de regreso y tengo la maldita oportunidad de estar nuevamente con ella.

No borra esa mirada, no hay nerviosismo en ella. Ya no escucho un corazón latente.

Ayline avanza un paso, sin ninguno apartar la vista, desliza lentamente su vestido hasta dejarlo caer al suelo. Sin esa prenda resalta su excesiva palidez como yo. Cada curva de su cuerpo.

Sale fuera del vestido y descalza avanza hasta mí sin dejar de sonreír, luciendo sus nuevos colmillos.

No evito compararla con la antigua, recodar cada momento con ella y si sucede, esta vez será distinto. Para mala suerte, ella no me recuerda siendo una primera vez.

Entonces retrocedo un paso, lo nota y se detiene.

—¿Piensa huir? Creí que esto queríamos —ladea la cabeza— ¿soy poca cosa para estar con usted?—no le respondo— No me deseas Darren.

Hay maldad en su mirada al pronunciar mi nombre.

Gruño y desvío la vista

—Ese es mi problema, tú lo eres todo —giro a verla viendo su confusión— se supone que deberíamos hablar cuando no pienso y no sé que decirte. Cuando al mismo tiempo quiero y no.

—No lo entiendo, habla mucho —se cruza de brazos— porque mejor no me lo demuestra —con velocidad aparece frente a mí —dime Darren ¿qué quieres de mí? —sin permiso apoya sus manos en mis hombros — decide si seguimos o te vas —se inclina un poco siendo centímetros de distancia de nuestros rostros.

Levanto mis manos hasta situarlas en su cintura.

>¿Sigue siendo la misma Aylin?<

Lamo mis labios, ninguno oculta los colmillos.

—¿Por qué lo piensas tanto? —se aleja estirando los brazos sin apartar sus manos de mis hombros — no hay problema ¿Tú lo tienes?

—Tú lo eres

Sonrie con burla

—Que complicado eres. No debería serlo si ambos somos unos desconocidos.

Baja sus brazos y retrocede un paso

—No quiero serlo para ti. Quiero lo que eras antes. No te acepto ahora.

—Está más afectado de lo que creo, que incoherencias dice —la veo darse la vuelta— váyase. Esto jamás debí permitir.

—Me iré hasta que te convenza de irte conmigo —con velocidad aparezco frente a ella— así tenga que revivir cada momento.

Comienza a retroceder y yo avanzar

—Es un demente