Hoy fui a la escuela como siempre, la profesora de literatura nos pidió un ensaño de más de una cuartilla sobre nuestro héroe.
Llegue de la escuela sabiendo muy bien de quién escribir los párrafos salian con fluidez, le hice unos ajustes. En la noche lista mi tarea fui a dormir.
Me encuentro sentada en el pupitre, poniendo atención sobre los discursos de mi compañeros sobre sus héroes, yo había hecho algo muy diferente a los que han pasado.
-Señorita Gema, espero y me sorprenda-dijo la profesora poniendo atención en lo que hacia.
Me levante dirigiendo me hacia enfrente, suspire y empeze a narrar."Esta es una historia única, símbolo de amor, que nunca se ha contado hasta hoy, ella se sintiria muy orgullosa.
Era una tarde de verano, se encontraba en la playa mientras observaba el sol ocultarse para dar pasó a la tranquila y relajante noche.
Pensando si en algún lugar del mundo alguien la estará esperando.
Cuando de pronto se acercá un joven de ojos azules.
-Lindo ¿No?-mirando al sol y el mar.
-Es una de las pequeñas cosas que vale la pena vivir.
-Soy Albert-extendió la mano a la rubia.
-Gema... Mucho gustó-juntando su mano con la del castaño.
Pasaron horas hablando y riendo, al caer la noche se dieron cuenta qué era realmente de noche; por lo cual antes de despedirse intercambiaron números telefónicos.
Sin darse cuenta ellos se habían enamorado.
Salieron un par de veces hasta que el se decidió a besarla, siendo cálido y dulce.
Él se dio cuenta que la amaba, que la necesitaba como el mismo aire.
Ella cuando estaba junto a él sonreía. ¿Será amor? ¿Porque siento esto solo con él? ¿Sera el quien necesite para ser realmente feliz? Y miles de preguntas mas.Él sin parar de pensar en ella decidido a nunca más separarse de ella, llegó a su casa, la encontró con otro hombre, sin dudarlo se alejo de ella, cayendo en profundo pozo sin salida, si había una salida ella.
Ella sin entender el por que se separó de ella, que decía tanto quererla.
He caído como una tonta en su juego de enamorarme de él, pensó.
Los dias pasaban haciendo que aceptará la propuesta para que su familia, no estuviera en quiebra iba a casarse, con un hombre que no sentía nada en todo sentido de la palabra..."-¿Y esto que tiene que ver con tu héroe? -dijo Jerry haciendo me cayar.
-Hasta el final entenderas -empezando a leer nuevamente."Él como todas las noches quedandose, en el patio mientras observaba la pequeña habitación de su amada, hasta que apagase la luz.
«En solo una semana me casó ¿Y él no hará nada para impedirme que lo haga? Pensó Gema. Era este su amor o ¡Dios! ¿Dime que hago? Se le corrian las lágrimas, enojada y sin el mas mínimo cuidado siendo de noche, salio con una bolsa negra arrojando sus cosas qué él le había dado.
Albert se quedó sin hacer o decir algo por la escena tan terrorífica, sus lagrimas estaban brotando.
La había perdido sera ese el destino nunca se debieron conocer.
El día de la boda ella no paraba de llorar y no era por emoción, como cualquier otra novia lo haría.
-Hija para de llorar...-secaba sus lagrimas su madre-asi no pueden maquillarte-haciendo que llorara más.
-¡Vete!¡Quiero estar sola!-salieron todas las damas de honor de el cuarto dejando la sola.
Salió de la habitación, corriendo a la salida necesitaba saber si el nunca la amo.
-¡Hija para! ¡¿Que estas haciendo?! ¡En menos de dos horas te casas!- salio a toda velocidad sin hacer caso los gritos de su padre.
Corrió a su casa de Albert tocó desesperada.
Salió, él también estaba sufriendo ya que estaba mas delgado sus ojos hinchados.
-Pero... ¿que haces?-dijo Jerry sorprendido al verla con un vestido blanco de novia.
-Estoy a punto de casarme ¿y no vas hacer nada para impedirlo? -su voz quebro dejando salir a luz sus lagrimas -¿Ya no me amas?-.
-No... Te amo esto fue un error que seas feliz...-dijo haciendole un nudo en la garganta no pudo decir nada mas entro y cerró la puerta. Su orgullo estaba pisoteado por verla tirar las cosas que él le regalo.Ella regresó a su casa, con el corazón roto y su orgullo por los pies, subió a la habitación ordenando para la que maquillaran.
Se dirigió al altar del brazo de su padre, imaginando que Eduardo fuera Albert.
El padre empezó con la misa.
-Sin que nadie se opon...-dejando la oración en el aire, entró Albert gritando.
-¡Padre¡ ¡Yo me opongo! Por qué esa mujer que esta ahí- señalando a Gema -¡Ella me ama! ¡Y yo a ella!-
-Albert mi amor -corrió Asus brazos de su amado-Eduardo, ojala un día puedas perdonarme-.
Salió huyendo con el amor de su vida.
Al año ellos volvieron al lugar que se conocieron, pidiendo le matrimonio a Gema y ella acepto.
Fueron a casa de sus padres de Gema quienes están dolidos, diciéndole que para a ellos ella estaba muerta.
Pero eso no le dolio mucho ya que solo al tener a su lado a Albert ella era feliz.
Por en cambio su familia de Albert los recibió con los brazos abiertos su madre de Albert diciéndole a Gema que era parte de la familia y que la querían como una hija.Ellos se fueron de ahí, para ser su propio camino, pasaron dos años y después de hacer varios intentos ella quedó embarazada.
Los medicos le dijeron que era muy arriesgado su embarazo, que era preferible abortar ya que si seguía el día del parto ella podía morir..."Una lagrima cayó en mi mejilla, suspire.
"Ella sin pensarlo dos veces decidió seguir hasta el final, los dias y meses pasaron su vientre iba creciendo poco a poco..."
Vi a mis compañeros, unos tenían lagrimas en el rostro y otros intentaban no llorar.
"Una semana antes del parto, se despidió de sus amigos, ya que ella algo le decía que no iba a salir viva del parto, mando una carta hacia sus padres diciendo les que la perdonaran. Y haciendole prometer a su marido Albert, que cuidara de la pequeña que la amara que no tenia la culpa y que en un lugar ella estaría guiandolo para que fuera un gran padre y madre a la vez.
Dos horas antes de dar a luz Gema, recibió una llamada de sus padres diciendo que no tenían que perdonarle que era al contrario, se despidió diciendo les que iba a dar a luz, que los amaba. No pudo decirles qué era la última vez que iban hablar con ella.
Dejandole una carta a su pequeña, diciéndole que la amaba y que la perdonara por no poder estar con ella en sus dias buenos y malos, que la perdonara por no estar ahí cuando diga su primer balbuceo, su primer sonrida, su primer palabra, su primer pasó, su primer día de clases, su primer cumpleaños, que la perdonara por no estar en su vida.Para concluir no tengo un héroe tengo dos.
Mi madre por darme la vida aún sin importarle que ella la perdiera.
Mi padre, sin saber como cambiar pañales, preparar biberones, sin saber como educar a una niña, sin saber como dar amor, sin saber nada, sin darse cuenta el me dio todo.Al final de todo tengo que dar gracias por tener a dos seres maravillosos en mi vida."
Sonreí triste, limpie las lágrimas, y todos aplaudieron.
-Gracias por compartir esa magnífica historia con nosotros -dijo la profesora secandose las lágrimas.