Capítulo XXIX

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Camila nunca pensó que encontraría el amor en alguien como Lauren, pues enamórarse de esa mujer era algo realmente fácil, era perfecta en todos los sentidos, pero el hecho de que ella le correspondiera ya era pedirle demás a la vida, y Camila lo había logrado, tenia el corazón de Lauren entre sus manos, era algo que aun no lograba creerse completamente y le daba gracias a la vida por tal, Lauren era todo lo que necesitaba para ser feliz.

Todos aquellos sentimientos que la abordaban tan fuertemente le hicieron pensar que nunca había deseado tanto unirse a alguien como ahora lo deseaba con la inspectora, quería ser suya para siempre y no le importaba nada más.

-¿Lo? - le llamó, mientras miraban un programa de televisión, esa noche, Lauren se quedaba en casa con ella y los niños.

-Dime, cariño - le respondió, sin dejar de mirar la pantalla de la tv.

-Me gustaría ser tu esposa - soltó, sin más.

Eran pocas las cosas que lograban hacer que Lauren dejara de concentrarse en su serie favorita y lo que Camila había dicho, era una de ellas. Sintió un repentino nerviosismo recorrerle la piel, trago fuerte buscando en el interior de su mente alguna respuesta correcta, algo que no fuera mal interpretado por la chica Cabello. Si bien era cierto que estaba enamorada de Camila como nunca lo había estado antes, tenía cierta frustración con el tema del matrimonio, algo en ella creía plenamente que tomar aquella decisión dañaba la relación por completo, prefería mantenerse como estaba.

-Cari, disfrutemos la una de la otra por ahora, no necesito firmar un papel, el matrimonio es irrelevante cuando hay amor de verdad - le explico, tomándola de la mano y depositándole un cálido beso en los nudillos.

Aunque Camila intentó tener esperanzas siempre supo que recibiría una elegante negación por parte de Lauren, después de todo lo que había pasado en su anterior matrimonio, iba a resultar bastante difícil que la ojiverde aceptara volverse a comprometer de esa manera, por mucho que expresara quererla, Lauren era unas cabezotas.

Los días siguientes fueron bastante cálidos para ambas, disfrutaban de lo mucho que estaban sintiendo ahora que podían estar juntas libremente. A Camila le encantaba mirar cómo Lauren jugaba con los niños, sobre todo con Sofía, quien parecía haberse enamorado de la ojiverde, amaba estar cerca de ella, amaba que la chica le contara cuentos en las noches y sobre todo le cantara canciones, cosa que hasta a la misma Camila le gustaba, pues sorpresivamente Lauren tenía una voz increíble con la cual hipnotizaba a quien tuviera el placer de escucharla.

-Buenos días amor - le saludo Lauren, depositándole un beso en la mejilla.

Hacia unos segundos que la alarma las había sacado de golpe de sus profundos sueños, aunque Camila había despertado, seguía con los ojos cerrados negándose a levantarse de su cálida cama y separarse del embriagante olor de Lauren.

-Buenos días cariño - le respondió, estirándose un poco en la cama.

-Hoy estaré todo el día en la comisaría, hay muchas cosas atrasadas que debo poner al día, quizá no venga a dormir hoy, me quedaré en mi piso - le dijo, mientras se levantaba de la cama y se colocaba su bata de baño.

Camila se reincorporó en la cama mordiéndose el labio inferior, aguantándose de ofrecerle nuevamente a Lauren el que se quedara a vivir con ella y los niños pero se detuvo antes de intentarlo, últimamente parecía que la agobiaba con llevar más allá la relación que tenían, Camila soñaba con una vida junto a ella, casarse y hasta tener hijos, sin embargo parecía que a la inspectora eso era lo último que le pasaba por la cabeza y no sabía el daño que causaba en Camila, quien cada día se sentía más ilusionada.

-Está bien, estaré esperándote con ansias cuando puedas venir a casa - le respondió con una sonrisa en el rostro.

La ojiverde se inclinó hacia ella dándole un beso en los labios para luego dirigirse al baño y prepararse para su día, por otro lado Camila se levantó se colocó ropa cómoda ya que había pasado la noche sin nada puesto, espero unos segundos a escuchar la ducha y entro al baño para cepillarse los dientes y lavarse un poco la cara, Lauren casi no se percató de la presencia de la Cabello pues tenía la costumbre de ducharse con música alta y cantarla a todo pulmón, a Camila aquello le hacía gracia.

Al bajar a la cocina la Cabello se encontró con la sorpresa de que los pequeños ya estaban tomando el desayuno de la mano de la niñera Greys.

-Buenos días mis chiquis - les saludo dándole un beso a cada uno.

-¿Café? - le preguntó la chica a Camila.

-No, gracias Greys, desayunare con las chicas en algún bar, ¿So esta lista ya?, para que Lauren la lleve al cole de paso.

-Si, está lista.

-Vale, te irás con Lo peque, ¿está bien? - le preguntó a su hermanita, quien tenía la mirada fija en los dibujos animados.

-Sip, me gusta irme con Lolo, pone música muy guay en el coche camino al cole - le respondió con alegría.

-Si chiqui, pero no me hagas poner las canciones de Aitana otra vez, por favor, esa música si que no mola para nada - dijo alguien, entrando a la cocina, era la inspectora Jauregui.

-Jooo, Lolo, Aitana es muy maja - le dijo, cruzándose de brazos haciendo pucheros.

-Vale, vale, lo aguantare porque te quiero - le dijo con una sonrisa, depositándole un beso en su pequeña cabecita.

Camila quien estaba sentada al lado del pequeño Stiff las miro con ternura y una amplia sonrisa en el rostro, Lauren saludo al pequeño con un beso en la mejilla y a Camila le acarició el rostro, mientras tomaba una taza de café.

Luego de aquel divertido momento en el que Lauren y Sofía debatían que música colocarían camino al cole, cada quien tomó su camino, Camila a prepararse para desayunar con sus amigas antes de entrar al trabajo, Lauren pasar dejando a Sofía al cole y luego a la oficina, en donde a la primera se instaló en su oficina para poner en orden lo atrasado.

Había pasado ya el medio día y Lauren seguía concentrada en la oficina con varios documentos, recibiendo de vez en cuando alguna llamada y la visita de su secretaria y algunos oficiales, desde hacía un largo rato que se había tomado un ibuprofeno porque desde que se levantó esa mañana, algo raro sentía en ella, era como un dolor punzante en su vientre, un dolor que no dejaba de intensificarse y en ese punto le estaba dificultando llevar a cabo sus labores.

-¡Joder macho! - exclamó, con una expresión de dolor en su rostro.

El dolor había llegado a un punto insoportable y casi no podía moverse y mucho menos caminar, así que sin pensarlo un segundo más llamo a la secretaria, la chica al entrar a la oficina la encontró doblada en la silla casi al borde de las lágrimas no podía ya aguantarlo más.

Camila reía plácidamente con una de las tantas ocurrencias de Normani, habían entablado un debate sobre que tipo de tortilla era mejor, si la de patatas sola o con chorizo.

-Tu mejor cállate guapa, que no sabes nada de la buena comida - le dijo a la molesta Ally.

En ese momento el móvil de Camila comenzó a sonar, en la pantalla el nombre de Rebeka apareció.

-Rebe, hola - le saludo con alegria.

-Hola Mila, siento molestarte pero a pasado algo, estoy saliendo de una cirugía y me encontré con que acaban de ingresar a Lauren.

La sonrisa de Camila se borró automáticamente del rostro al escuchar aquello y su corazón comenzó a latir con fuerza.

-Un fuerte dolor, ¿le hicieron un eco? - le preguntó Rebeka a su colega, revisando el informe que le habían realizado a Lauren al llegar a urgencias.

-Si, mira esto, no es nada bueno - le señaló, en la ecografía.

-Madre mía - susurró Rebeka con asombro y nervios a la misma vez.

-Al parecer es lo que parece - le dijo el médico.

-Dios mio, ahora como le digo esto a Camila - se preguntó con tristeza-. Que le hagan todos los estudios pertinentes para asegurarnos - le ordenó.

El chico salió de la habitación y Rebeka se quedó mirando a Lauren con preocupación, la ojiverde dormía plácidamente.

-Lauren, ¿como voy a decirle a Mila que tienes cancer? -le preguntó casi en un susurro, con el corazón acelerado y una tristeza inundándola.

Una Bala Directo al Corazón - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora