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Hoseok dormía profundamente. Después de un día tan largo necesitaba un buen descanso tanto físico como mental y apenas había apoyado su cabeza en la almohada cayó absolutamente derrotado. Aún así no fue suficiente para que el sonido de su propio teléfono sonando le despertarse. Confundido y medio dormido miró la hora. Eran casi las cuatro de la madrugada. Bostezó un poco rascándose los ojos y cogió su teléfono. Y apenas lo hizo sintió que se le caía el alma y despertaba del todo mientras aceptaba la llamada y se ponía en pie. Era el teléfono de Chinmae.

- ¿Chinmae? - preguntó nervioso, pudiendo escuchar los ahogados sollozos del pequeño al otro lado, por lo que sin querer perder el tiempo fue a ponerse sus zapatos con pijama aún puesto - ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estás?

- "No... No lo sé..." - respondió en un susurro muy bajo, como si temiera que le oyeran - "Estoy en un callejón..."

Hoseok se puso unos zapatos sin cordones para ir más rápido, y casi al vuelo cogió las llaves y un abrigo y viendo que no llegaba el ascensor comenzó a bajar a la carrera, agitado. Mil escenarios diferentes pasaron por su cabeza, pero no tardó en recordar las palabras de Mingi. Aún así su posible culpa no duró mucho, más centrado en preocuparse por ellos fuera cual fuera el motivo. Por ello, pese a las horas, puso el altavoz y mientras bajaba las escaleras casi de dos en dos, abrió la aplicación para localizar a Chinmae.

- ¿Llevas el reloj de Spiderman? - preguntó mientras veía cargar la aplicación con algo de lentitud al desconectarse del WiFi.

- "Si..."

Justo se conectó y para su sorpresa Chinmae parecía estar relativamente lejos de su casa. Al menos cinco manzanas calle abajo, y efectivamente en lo que parecía un callejón ya que el mapa mostraba que estaba entre dos edificios.

- Estoy en camino, Chinmae - repuso agitado mientras se subía al coche y lo encendía más rápido que nunca - ¿Puedes contarme que ha pasado?

- "Tengo miedo... de que me oigan..."

Chinmae parecía genuinamente aterrado, y tales palabras congelaron la sangre de Hoseok, quien asintió apretando con fuerza el volante por la tensión y acelerando más de lo legal sin querer, importándole bien poco las posibles multas que le pudieran dar.

- Estoy de camino, no voy a colgar.

Chinmae no respondió nada más, pero aún podía escuchar su respiración y sollozos. En otra ocasión habría llamado a la policía pero no quiso colgar a Chinmae. Sin embargo apenas pudo cruzar tres manzanas en coche pudo escuchar otra voz, lo que causó que se le despertasen varias alarmas.

- "No se acerque..."

El único motivo por el cual Hoseok se mordió los labios en ese instante para no gritar mientras aceleraba lo suficiente como para ganarse la pérdida del carnet era porque temía que si le oían le quitasen el teléfono. Si aquella persona no sabía que tenía una llamada encendida tal vez podría seguir comunicándose con Chinmae a posterior.

- "No te voy a hacer daño, cachorrito... Vengo a ayudarte..."

- "¡Que no se acerque!"

Le destrozaba oír a Chinmae tan aterrado, sollozando mientras parecía querer apartarse de quien fuera aquella persona, y de hecho juró que pudo oír como caía al suelo. Agradecía que fuera de madrugada, porque si hubiera coches se habría chocado ya con alguno a la velocidad que iba.

- "No me acercaré si no quieres. Te lo prometo. Pero estoy aquí para protegerte. ¿Te acuerdas de mi? En el parque"

Hoseok no pudo evitar fruncir el ceño confundido mientras daba un volantazo, atento a donde le indicaba el GPS que era la ruta más corta hasta la dirección de Chinmae.

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora