★彡Dentro de la luz de las hojas彡★

🍃 𓂅 Capitulo 02 住🌱

Tobirama quería golpear a Hashirama.

Ahora bien, eso no era realmente extraño, teniendo en cuenta que a menudo sentía el impulso de estrangular a su hermano mayor en un buen día. Pero esto era diferente.

Su hermano estaba suspirando.

Por un Uchiha.

Tobimara no sabía qué sentir al respecto.

Por un lado, era un Uchiha. Los Senju estaban genéticamente predispuestos a odiar ese apellido y se les enseñaba a atacarlos por orden al nacer. Pero, por otro lado, estaban en paz y no había razón para guardar rencor cuando ambas familias estaban de acuerdo en enterrar el hacha de guerra.

Y además, no era un Uchiha cualquiera. Era Uchiha Hikaru.

La joven era probablemente la antítesis de todo lo que un Uchiha debía ser.

Dejando de lado los ojos sin Sharingan, era vivaz y sociable, muy diferente a su clan, estoico y extremadamente formal. Era difícil ir contra ella, contra una persona que contrarrestaba las miradas y los insultos con palabras amables y sonrisas desarmantes. Sin embargo, tenía una columna vertebral de acero detrás de esa seda, y Tobirama podía admirar ligeramente cómo manipulaba a su clan para que aceptara sus decisiones a pesar de su condición de bastarda.

También era excesivamente alegre, aunque afortunadamente no hasta el punto de la molesta detestabilidad de Hashirama. La personalidad de Uchiha Hikaru era comparable a una ligera brisa, pacífica en su quietud, y la forma en que sus labios se curvaban y sus ojos brillaban con tanta complicidad hacía que la gente se sintiera a gusto a su alrededor.

Quizá por eso Madara e Izuna estaban tan enamorados de su hermano menor. Probablemente echaron un vistazo a la desconcertante criatura que era su hermana y no la encontraron lúgubre, ni melancólica, ni angustiosa, y se habían enamorado del pequeño pato raro que se paseaba como una luz brillante en el pozo negro de la oscuridad que era el clan Uchiha.

Tobirama había visto a algunos de sus propios compañeros de clan dar una doble vuelta cuando se cruzaban con Uchiha Hikaru por las calles. La chica irradiaba sol y tranquilidad, y los niños y cachorros y otras criaturas infantiles se acercaban a ella en masa.

Tobirama también estaba bastante seguro de que Uchiha Hikaru era la única razón por la que el clan Uchiha se acercaba al resto de la aldea, y viceversa. La chica de ojos verdes era una Uchiha simpática, y si había una simpática, seguro que había más dentro de ese clan de aspecto melancólico.

Y así, la aldea pinchaba y pinchaba. Como un tejón que manosea una colmena de abejas en busca de miel y que ignora a las abejas que pican, sin saber que las propias abejas están desconcertadas ante el tejón que husmea en su territorio. Y pronto las abejas se acostumbraron al tejón y se hicieron amigas de él, y en qué demonios estaba pensando a las dos de la mañana...

"Maldita sea. Necesito dormir".

A la mañana siguiente, los criados se preguntaron por qué Tobirama-sama estaba levantado a las cinco murmurando algo sobre abejas y tejones.

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Con el tiempo, Tobirama dejó de preocuparse por el hecho de que Hikaru fuera un Uchiha y empezó a pensar en cómo podía enviar a su hermano al autoproclamado amor de su vida con un lazo en la cabeza porque, kami, su hermano podía quejarse.

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Ambos clanes se manifiestan con fuerza en Hikaru. Los Uchiha reconocieron las raíces Uzu de Hikaru y los Uzumaki respetaron que los Uchiha cuidaran bien de alguien a quien consideran suyo a pesar de ser un mestizo. Los gestos entre ambos clanes hicieron maravillas para fortalecer los lazos entre Konoha y Uzushio.