🩸Capítulo 6🩸

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Colmillos

Oh, mierda.

Después de dos horas debatiéndome, decidí cruzar el límite y arriesgar mi vida para salvar al bueno para nada de Luis. No fue fácil, pero si le pasa algo, una pequeña parte sería por mi culpa, y no quiero escuchar a nadie diciendo "por tu culpa", no. Esto traerá consecuencias muy graves, pero tengo que hacerlo.

Las ramas y hojas secas crujen bajo mis pisadas y me sobresalto por cualquier ruido que escuche. Empuño mi daga con fuerza y miro a todos lados con los ojos bien abiertos. El viento abraza el bosque y los árboles se mueven soltando crujidos aterradores que me hacen voltear alarmada.

<<Tengo que calmarme>> Repito en mi mente.

Miro al suelo y me fijo en el rastro de sangre que se desvía y sigue hacia la derecha, me quedo estática, analizo las pocas probabilidades que tengo de regresar con vida si me encuentro con algún vampiro. Trago grueso, y un poco dudosa, sigo avanzando. Escucho a lo lejos el sonido de una cascada y se hace más fuerte cada que doy otro paso.

Me detengo cuando el rastro de sangre se escabulle entre unos arbustos, miro a todos lados asegurándome de que no haya nadie y me agacho detrás de los arbustos, para luego con mis manos apartar las ramas y hojas, y poder ver a través de ellas.

Mi corazón da un vuelco cuando veo las siluetas de dos personas paradas en la orilla, dos hombres. Dirijo mi mirada a lo que hay en sus pies y me quedo estupefacta al ver el rastro de sangre llegar hasta su cuerpo.

—Luis —su nombre escapa de mis labios y rápidamente me llevo la mano a la boca temiendo que me escuchen.

Pero por suerte nadie lo oyó. Pasan los minutos y los dos hombres conversan de algo que no alcanzo a escuchar, luego se van tranquilamente por la izquierda. La luz de la luna hace que pueda ver sus rostros cuando sonríen, me quedo inmóvil cuando sus colmillos resaltan en su sonrisa.

Vampiros.

Espero a que estén lo más alejado posible y salgo corriendo de los arbustos. Llego hasta el cuerpo de Luis y me agacho a su lado e inmediatamente busco el pulso en su cuello.

Esta vivo.

Suspiro de alivio. Siento mis dedos mojados y arrugo las cejas cuando los veo pintados de sangre. Ladeo la cabeza de Luis y la marca de los colmillos yace en su piel ensangrentada.

Lo mordieron.

El miedo corre por mi cuerpo en segundos. Si lo mordieron, es posible que se lo hayan convertido, y cuando eso pasa, la persona tiene que ser asesinada antes de que su lado vampírico salga a la luz. Sé que Luis es un idiota, pero no se merecía algo así.

Una sombra se refleja frente a mí pero no reacciono a tiempo y siento el filo de unas uñas en mi cuello.

—Valla, valla —dice detrás de mí, mi cuerpo se congela y dejo de respirar, no muevo ni un solo músculo—. No te muevas o te rasgaré la garganta.

—Pensaba que nosotros éramos los únicos que rompían las reglas —habla otra voz diferente.

—Veamos, preciosa, ¿qué hacemos contigo?

Cierro los ojos con fuerza implorando que no me hagan nada y pueda salir viva de éste bosque.

—Dejarla ir —esa voz.

Mi corazón se acelera al oírlo, no volteo pero sé que está a pocos pasos de nosotros. El que me sujeta aparta las uñas de mi cuello y vuelvo a respirar. Los ojos se me llenan de lágrimas y aprieto los puños a mis costados para no soltar un sollozo.

—Pero señor, ella rompió las reglas, debe ser asesinada —volvió a decir.

—Dije que no, la dejarán marchar y olvidarán que estuvo aquí —ordenó cortante y frío.

—¿Y con el otro? —se refería a Luis.

Instintivamente miro al cuerpo que yace en mi regazo. Si se lo llevan, nadie de la cuidad lo verá jamás, se convertirá en uno más de su comunidad.

—Traiganlo —demanda.

—Disculpa, princesa —escucho los pasos acercándose y doy un salto cuando el chico se agacha frente a mi y lo miro—. Debemos llevarnos esto —señala a Luis.

Su cabello es rubio y ondeando, sus ojos rojos brillan en la oscuridad, los labios gruesos formados en una sonrisa que me pone los pelos de punta. Extiende su mano a punto de tocar a Luis pero lo aparto.

—N-No —musité. El miedo me ataca cuando él me escucha y arruga las cejas.

—¿Perdona? No creo que estés en posición de negarte, si lo haces te matamos, así de simple.

—Dije que no —repetí. Abracé su cuerpo, negándome a soltarlo.

—Mm... chica valiente —habla el otro—. Me pregunto si así serán todos en la cuidad.

—Déjense de charlas y traigan al chico —vuelve a ordenar, el pecho me duele al escuchar su voz.

El chico de atrás se acerca a mí y me jala del cabello fuertemente. Me aferro más a Luis y aguanto el dolor de cabeza, el que está al frente mío se levanta al ver que no funcionó y me agarra las manos tratando de zafar el agarre.

—No te pongas testaruda y suéltalo.

—¡No! —grité.

Escuché un suspiro y seguido a eso mis manos son arañadas por él. El dolor y la sangre emergen, reúno fuerzas para cerrar mi puño y estamparlo en la cara del rubio. Él cae sentado y sujetando su nariz la cual debe estar rota.

—Son unos inútiles —murmura y sus pasos se acercan a mí, el corazón se me quiere salir cuando se detiene y queda a escasos centímetros de distancia.

Giro la cabeza lentamente, pero no consigo verlo. Un golpe en la nuca hace que pierda las fuerzas, mis ojos se cierran sin poder evitarlo, lucho para no soltar el cuerpo de Luis pero mis brazos no responden y me lo arrebatan antes de caer suelo inconsciente.

A U T O R A

¡Si! Nuestro querido Álzar ha comenzado a mostrarse.

Chicos, los errores y palabras repetidas serán arregladas posteriormente así que nou problem ;3

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Nos vemos en la siguiente actualización, hermosos cazadores😗

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