-Lo que el viento se llevo-

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Era una noche lluviosa…

Perfecta para el desastre. El cuál protagonizaba una linda chica, con un cabello tan oscuro como la noche, unos ojos tan azules como el mar, y vistiendo un elegante vestido de noche color rojo vino. 

Ese día, junto a sus colegas, hicieron el robo más grande de la historia. Pues al fin lograron infiltrarse en la fiesta en la que se presentaban las personas más ricas de la ciudad. 

Aunque ella, no se encontraba tan feliz como lo esperaba…

no sabe si fue porqué la adrenalina no fue suficiente. O si… no, no podría ser cierto!!

Aquel policía que la perseguía se le hacía muy- familiar.

Esos ojos de preocupación al saltar de aquel tejado… la dejaron pensativa, pero no era momento para eso, ya que ese mismo chico, quien era el jefe de la policía, le estaba persiguiendo por sus actos cometidos. Tales como varios robos y asaltos pequeños, e incluso tomar a varios rehenes durante la dichosa fiesta.

Hanako, cómo se llamaba nuestra protagonista, se adentraba en los callejones más oscuros solo para poder perder a ese chico que ya la estaba volviendo loca. Puesto que, de una u otra forma este siempre venía y por poco lograba capturarla.

Por otro lado, Ryu, cómo se llamaba el famoso chico que la perseguía, estaba a más no poder. Solo quería reencontrarse con la chica que le robó suspiros durante toda su vida, aunque lamentablemente esta ya no sepa de esto…

-Hanako!!- le gritó justo antes de que pudiera desaparecer de su vista.

-Enserio.. no sabes nada de tu pasado?.-

Si lo pensaba bien, en realidad no.

Lo único que sabía, es que sus "padres" la adoptaron cuando tenía 12 años, también le dijeron que sus progenitores la dejaron a su suerte, puesto que la encontraron desnutrida, y al borde de la muerte. Pero de ahí a más atrás… no había nada.

-¿Y a usted qué carajos le importa? ¿Oficial… Ryu?-  dijo mirando hacía su gafete. 

-Ja… enserio no sabes nada..-

-¿Qué tendría que saber? Todos me abandonaron, de mi pasado solo hay cenizas.-

-¡Eso no es cierto!!! 

¡¿Crees que- no luche bastante por encontrarte!? ¡¡¡Tus padres y personas que te amaban!!! Ellos hicieron hasta lo imposible…- Ya no pudo hablar más, puesto que empezó a llorar de la impotencia. Impotencia de saber que ella sufrió tanto, y él no estuvo para ayudarla.

-¿Que?...-

-¿No crees que por algo te pones esa peluca, y unos pupilentes?. No puedo creerlo… te lavaron el cerebro más de lo que creía.-

En ese momento, el corazón de Hanako latió con demasiada fuerza. Con recuerdos que- ella no sabía que tenía.

Y justo en ese momento… colapsó.

Sirenas… 

Oscuridad, y luego luz aparecieron frente a sus ojos.

-P-pero que…-

Había recuperado la memoria... su secuestro, el cómo la manipularon poco a poco, hasta creer que fue abandonada. Y sobre todo, al tierno chico que siempre estuvo con ella, incluso cuando tuvo momentos de oscuridad, cuando ella solo podía ver al chico que siempre la persiguió. 

La conexión que ellos tuvieron fue más fuerte que cualquier otra cosa. Ahora lo sabía. Y cuándo lo primero que vió al despertar del hospital en el que se encontraba, era él…  lo primero que hizo fue abrazarlo.

-Por dios…. Ryu!!!- Hanako se echó a llorar a mares, mientras que Ryu solo reconfortaba a su amada.

Después de 18 años logró al fin recuperar a la única persona que logró amar en toda su vida.

Ese día fue muy especial para ambos, reencontrarse. Y al fin poder ver de nuevo esos hermosos ojos verde esmeralda, junto a ese pelo café tan inusual, pero que el amaba tanto.

Solo estaban los dos. Ellos eran su propio mundo. Y así sería de ahora en adelante. Vivirían felices, y superarían cualquier problema que se encontraran. Aún siendo tan pequeños en ese entonces, lo prometieron, y cumplirían. Ya que- Ellos siempre se amaron profundamente.

Mi mundo eres tú~ 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora