¿Por qué hay luces en el cielo?

Mucho tiempo atrás, cuando solo el Sol y Luna gobernaban en soledad el firmamento, velando por la vida de las criaturas.

Siglos pasaron donde ambos astros seguían su mandato, pero la hermosa y clara Luna se sentía sola en la profunda oscuridad, su corazón anhelaba la calidez de otro ser.

Entonces conoció a Byol, un joven humano de tez blanquecina y negros cabellos, la Luna intrigada por el solitario joven, que la admiraba sin importar el frío de la noche, decidió desobedecer su mandato.

Convertida en mujer bajo al mundo de los hombres para encontrarse con el joven que desconcertado buscaba a la Luna en el vacío cielo nocturno para encontrar a una bella joven de piel clara y cabellos plata que parecían brillar por sí mismos.

Esa noche sin saberlo la Luna había entregado su corazón a un hombre, pero debía mantener esto en secreto, pues sabía que las consecuencias de desobedecer su mandato podrían ser demasiado altas, por lo que solo una vez al mes la dama de plata dejaba vacío el cielo nocturno para correr a los brazos de su amado humano.

La Luna había logrado ocultar su secreto hasta que una noche, el Sol la descubrió escabulléndose para ir con los humanos.

Convirtiéndose en hombre siguió a la bella Luna hasta ver cómo era sostenida por los brazos de un simple humano, su corazón de fuego se rompió en mil pedazos cuando vio como un suave beso era depositado en los labios de su amada Luna, porque si, el Sol amaba a la dama de plata pero no era capaz de decirle sus sentimientos. 

Consumido por la ira y celos salió de entre las sombras y en un rápido movimiento creó un látigo de fuego que impacto en el frágil cuerpo de Byol, quitándole la vida.

La Luna se deshizo en un mar de lágrimas tratando de recuperar con su magia la vida de su amado, pero era inútil, el ataque había sido certero y sin dar una posibilidad de arrebatar al joven de las garras de la muerte.

De mala gana el Sol tomó a la Luna y la regresó al cielo para que cumpliera con su mandato, pero la Luna no brillaba como siempre, su luz era débil y cargada de tristeza mientras que las lágrimas que escapaban de sus luceros quedaban suspendidas en el lienzo nocturno para ir poco a poco adquiriendo luz, así fue como el firmamento se llenó de estrellas fruto de las lágrimas de plata por su amor perdido.