Good At Love || NingSelle (OneShot).

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Uchinaga Aeri, o Giselle como le decían sus amigos, acababa de llegar a su salón con las esperanzas en alto, estaba segura de que está vez encontraría el amor.
Sí, ella llevaba 21 años de soltería, pero tenía mucha fe este semestre, quería vivir su amor adolescente, aunque analizando su situación, todo indicaba que sería un romance de oficina o uno senil a este paso.

Si había algo que más la emocionara era leer sobre amor, ver entre cada línea como dos personajes terminaban amándose. Eran de sus historias favoritas, soñaba y añoraba encontrar a ese chico que la hiciera feliz.

Saludó a los pocos conocidos que tenía en ese curso extracurricular y tomó asiento dejando un lugar vacío. Eran escritorios compartidos, de no llegar alguien más lo tendría solo para ella, así que deseaba que siguiera así.

Comenzó su clase y una chica de cabellos castaños llegó abriendo la puerta con brusquedad, Aeri pensó que era una idiota. Llegar 25 minutos tarde en una clase de una hora era una estupidez, y no la juzguen, ella siempre llega muy temprano, bien podría abrir la maldita universidad.
La chica se disculpó y luego de un llamado de atención buscó un asiento libre, Aeri miró su asiento vacío y luego a la idiota, deseó que se fuera a otro sitio, pero para su desgracia ella se sentó a su lado.

—Hey, me llam-

—Silencio.— Contestó en automático señalando con su lapicero al profesor hablando. La castaña bajó su mano e hizo una mueca, decidió buscar una libreta, tenía un desastre sus cosas, Aeri lo supuso cuando la escuchó maldecir, al parecer ni siquiera metió una libreta.

La chica se volteó hacia la japonesa, quien frunció su ceño, pero aún así le regaló una hoja. Al menos así no volvería a hablarle por el resto de la clase.

Vaya sorpresa, en una de sus clases también estaba esa chica, no la había visto antes, pero era algo obvio, todas sus clases eran con diferentes alumnos de diferentes semestres, por lo tanto era posible volverla a ver. Resopló y tomó asiento lejos de la castaña de la que no se tomó la molestia de saber su nombre.

Pretendió no verla durante esa clase, no tenía idea de por qué no paraba de verla, era como si sus ojos automáticamente fueran hacia aquella chica. La observó tanto que notó sus rasgos chinos, era extranjera probablemente.

Mordió su labio frustrada por no dejarla de ver, incluso salió enojada de la clase culpando a esa chica de distraerla.

...

Otro día de mierda, o eso estaba pensando Aeri desde que entró al aula y Yizhuo, porque sí, ya sabía su nombre, le habló para que se sentaran juntas.
Estuvo a nada de negarse, pero terminó cediendo por ser amable, la chica no paraba de hablarle, incluso le pidió su celular. Obviamente Aeri fingió que no usaba celular, algo estúpido, Yizhuo la vio entrar con cascos al salón, dejaron el tema para concentrarse en la clase, aunque al profesor poco le importaba si prestaban o no atención.

Aeri sintió la mirada de la china sobre ella de vez en cuando, no quiso mirarla de vuelta para asegurarse, temía que fuera verdad y no solo su imaginación.

Pero no fue solo por ese día, más días lo hizo. Y Aeri empezó a sospechar cosas, ¿a Yizhuo le gustaban las chicas? ¿Le gustaba ella?

Bien asumir algo así solo porque la mira mucho, siempre la busca, quiere hablarle todo el tiempo es ilógico considerando lo poco que se han visto, ¿no?
Poco sabía Giselle del interés romántico en la vida real, tal vez debería dejar de leer mucho sobre romance, le estaba haciendo ver cosas donde no. De todos modos a la japonesa para nada le interesaba, a ella no le gustaban las chicas, nunca tuvo ese interés y menos lo tendrá por alguien tan insoportable como Ning Yizhuo.