Historia N.º 39

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En el piso de arriba

Vine muy cansado del mi trabajo y me dispuse a dormir lo más rápido posible y me terminé despertando a la una con tres de la madrugada por los llantos de un bebé en el piso de arriba.

 Aunque sabía que ahí no vivía nadie, pensé que habían abandonado a un pequeño, por eso llamé a la policía para que le encontraran un hogar. Pero cuando llegaron al apartamento, se impresionaron al verificar que no había nada.

Horas después, escuché una tétrica risa que venía del mismo piso abandonado, y ahí, con un sentimiento profundo de terror, supe que se estaba burlando de mí...

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