¡Deja de llamarme plomero sexi, Stiles

Única parte.

Antes que nada, Stiles quiere decir que todas las veces que algo sucedió a su cañería o lo que sea (no tiene mucha idea sobre este tema, sepan disculparlo) fue debido a sus compañeros de cuarto los perros pulgosos o, como les gusta llamarse...hombres lobo.

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Stilinski se quita la ropa, sus labios repitiendo la canción que acababa de escuchar en Stranger Things. Estaba algo-muy-apresurado, ya que su clase de criminalistica comenzaba a las diez pero, como a Stiles le gusta vivir siempre al filo de lo puntual y lo impuntual, se había quedado toda la noche anterior viendo Stranger Things y la había terminado a las cinco. Lo cual, genial. Aún tenia un par de horas para dormir pero no tan genial debido a que había apagado las dos alarmas

Una vez desnudo, y aun cantando en voz baja, corre la cortina de la ducha para encontrarse con que la maldita llave del agua estaba rota. ROTA.

-SCOTT E ISAAC.-Grita y, justo antes de que pueda emitir algún tipo de grito o grosería mas la puerta del baño se abre.

Allí, en la entrada, se encuentra un hombre malditamente sexi. Cabello oscuro, ojos verdes (o eso parecen), cuerpo perfecto, vestido con un traje de trabajador azul viejo y una gorra acompañando.

-Uh, veo que tú no estabas enterado de que vendría ni que el baño estaba roto.-Contempla el hombre, sus ojos en el pene de Stiles durante unos segundos antes de caer sobre el rostro del mismo.

Bueno, ambos están avergonzados ahora. Eso es bueno.

¿Qué? No miren a Stiles así, tiene que encontrar alguna razón para no correr hacia el balcón del departamento y aventarse.

Tomando una profunda respiración y buscando en su interior la confianza en su cuerpo que Stilinski claramente no tiene, se estira para tomar su toalla. Envuelve su cintura con ella, aunque es algo poco útil ya que su hombría fue vista de todos modos minutos antes.

-Lo siento. No lo sabia y los idiotas de mis compañeros no lo dijeron.-Confirmó la sospecha del plomero, sacudiendo su cabeza por un minuto.

Ambos se quedaron parados mirándose, sin saber que hacer.

-Disculpa, ¿Crees terminar antes de las...?-Scott se queda de pie en la puerta del baño, sus ojos observando incrédulos a los hombres que se encuentran allí.-Lo...mierda, lo siento. No sabia que, bueno, ustedes.-Hace un par de señas torpes con sus manos, como queriendo explicar. Stiles siente su cuerpo arder y sabe que acaba de sonrojarse por completo.

-No es lo que piensas, Scott. Yo estaba.-Eleva sus manos en forma de defensa y la toalla cae nuevamente. Mccall rueda sus ojos antes de salir de la habitación mientras que Derek aparta su vista rápidamente. Stiles, sintiendo que su cuerpo arde aun mas.

-¡Lo siento!.-Exclama con vergüenza mientras se cubre nuevamente con la toalla antes de salir corriendo del baño, cerrando la puerta detrás de si.

Se encamina hacia la cocina, donde Isaac y Scott están carcajeándose. Stiles pone sus manos sobre sus caderas, ceño fruncido.-¿Por qué diablos no me avisaron?.-Exige mientras camina hacia la heladera, buscando dos huevos para prepararse un rápido desayuno. Llegara tarde a la clase, de todas formas.

-Lo hicimos pero estabas tan concentrado en tu tonta serie que ni siquiera notaste que entramos a tu habitación.-Isaac dice entre risas, su cuerpo casi sobre el de Scott.

-Los odio. Ese hombre de allí acaba de ver todo de mi, mierda.-Suelta un quejido, indignado con toda la situación.

-Es caliente.-Isaac aprecia, su vista dirigida hacia la puerta que lleva al pasillo. Claramente está escuchando como trabaja el hombre.-¿No lo crees, Stiles?.-Observa a su amigo, quien se encuentra rompiendo un huevo contra la sarten antes de dejarlo caer allí.