Capitulo 2

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Me levante del sillón y lo mire por un segundo a los ojos y me incline hacia él. - Jiang Cheng de nombre de cortesía Wan Yin de la familia Jiang, saludo al príncipe heredero de nuestro reino. - No oía nada ni que el permiso de terminar el saludo y eso me molesto un poco, así que alce un poco mi cabeza y lo mire, él estaba en un estado de shock, como si supiera a qué vendría hoy, y después de vernos un segundo más hablo, alzó su mano para terminar con el saludo, Así que me enderecé.

- No te he visto, en una semana y bienes el día de hoy a pedir verme, cuál es el motivo de tu visita. - No lo voy a negar Lan Xi Chen es un hombre hermoso y muy guapo, tiene facciones bien parecidas, pero verle el cuello lleno de pequeñas marcas, sabía a qué venía el día de hoy. Tal vez sentí un pequeño flechazo, pero solo eso, si se enamoró por el físico, sé que habrá más gente más bella, como su hermano el segundo príncipe.

- Vengo a anular el compromiso. - Aunque quería hacerme el valiente mi pierna me temblaban, aun así sostuve su mirada cuando se acercó a mí y quedamos a centímetros.

- Por un momento casi te creo, solo haces esto para llamar mi atención, no es verdad. - Como lo odio, pero no me dejaré vencer tan fácilmente.

- No es un juego, es en serio, pedí una sesión con el emperador para cancelar toda esta farsa. - Ahora si lo vi enojado.

- ¿Farsa?, te estás oyendo, eras tú el que proclamaba que me amabas. - Se cruzó de brazos aún que no lo voy a negar es muy alto o está intentando intimidar.

- Tal vez, te haya dicho que te amaba, pero me canse que esperar algo que sé, que nunca será mío... y eso es tu corazón.

- Entonces según tú, quien cree que tiene mi corazón... Dime te estoy esperando. - Alzó la voz y eso hizo que brincara un poco, pero eso no me impedirá seguir con mi plan, soy más fuerte que él.

- ¿En serio, preguntas eso? Crees que no sé que, no estabas entrenando el día de hoy, sino que estabas con Jin GuangYao, en tus aposentos. - Ver su cara de sorpresa me dio una alegría como no tenía idea, así que tome más valor y me acerque a él.- No estás sudado del entrenamiento, ni siquiera tienes la ropa para eso, estás desaliñado y aunque lo intentas ocultar, las marcas en tu cuello te delata más de lo que crees, así que sí... Deseo a anular el compromiso, realmente solo te estoy avisando porque lo haré oficial cuando hable con el Emperador. - Verlo así en shock sin decir nada, es algo que nunca me imaginé ver, así que seguí con ello. - No te preocupes no le diré al Emperador sobre tu infidelidad, claro si hacemos esto en tranquilidad.

- El emperador no lo permitirá.- Bueno eso tal vez puede que sea verdad, pero no dejarse que eso detenga lo que tengo planeado desde el inicio de todos esto.

- Tengo un as bajo la manga, para que pueda aceptar la anulación del compromiso y créeme no es nada que ver con tu infidelidad, si eso te preocupa mucho.- A decir verdad no tengo nada, pero eso él no lo sabe y lo tomaré a mi favor, ya veré yo después que haré con mi vida al momento que esté delante del emperador.

- Si es lo que deseas está bien para mí, después no vengas a mi arrepentido por ello. - Ja!, eso estuvo bueno, me cruce de brazos y alce mi pecho para verme más amenazante, si él cree que soy el Jiang Cheng que cree, está muy equivocado y se lo demostraré.

- Además... - No pudo terminar de hablar porque tocaron la puerta.

- Si?- Contesta él, y entra un mayordomo.

- Disculpe la intromisión su alteza, pero el emperador está espera al joven maestro Jiang - Eso era mi llamado para salir de ahí y no volver a verlo de nuevo. Así que camine a la puerta y pase a lado de él, pero me detiene, tomando de mi brazo, así que lo volvió a ver.

- Que es lo que necesitas. - Jamás imaginé ver esa cara en él, era como si fuera alguien muy fuera de mí, su expresión era de completo enojo, aun así no deje que eso me intimidara. - Si tienes algo más que decir al respecto de todo esto, puedo verte en mi casa, yo ya termine de hablar contigo. - Realicé una inclinación de respeto y me retiré de ahí y seguí él con mi camino, que me indicó el mayordomo.

- Está seguro de estar lista. - Gritó él desde la puerta de la habitación que estábamos anteriormente, no volteé, solo me detuve y contesté.

- Muy seguro, aquí me voy y que tengas un buen día, con su amorcito.

Casi salgo corriendo de ahí, no quería ver la cara que me puso después de lo que dije. Después de haber caminado unos dos minutos y ya estar en otro pasillo del castillo, el muchacho me habla. - Disculpe que la moleste joven amo, pero está todo bien. - Veo que me está entregan un pañuelo.

Me doy cuenta de que estoy llorando, así que hice un pequeño sollozo, para no asistir más al mayordomo que me acompañaba. - Estoy bien... Gracias, seguimos. -Con el trapo me limpie las lágrimas y seguir mi camino, pero empecé a sentir un dolor en mi corazón, sabía que algo no estaba bien, deje de lado ese sentimiento. Cuando de ello, llegamos a una puerta muy grande enfrente mío.

- Aquí es Joven Amo, el Emperador lo espera.- Se inclinó, me incliné y tome todo el coraje que tenía en ese momento, tome el manubrio de la puerta y me volteé a verlo.

- Gracias, yo seguiré aquí sola. - Le regreso el trapo que me entrego. - Gracias.- Empuje la puerta y se iluminó la sala hermosa, con decoraciones reales, con colores dorados y azules. Debajo de mí estaba una alfombra roja y seguí ese camino hasta el final y vi el trono, atrás un cuadro de la familia real y en el trono estaba él.

Continuará...

"Reencarne en el Villano del Manhua"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora