La princesa Alyrya Targaryen o como todos la llaman, La bastarda roja por ser pelirroja, hermana de Viserys, Deamon y Aelor Targaryen (de mi inversión)
Portada hecha por:bas7ard
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No sé que hora es, solo sé que el sudor en mi cuerpo no es normal, maldito calor. Me destapo sintiendo la brisa entrar por la ventana, dandome un poco de alivio, después de varios minutos con la brisa corriendo por mis piernas, no dejo de sentirme mojada, abro los ojos mientras meto mi mano entre mis piernas al sentir mojado, levanto mi camisón para tener una mejor vista de mi vagina, lo que veo me sorprende en todo sentido. Estoy sangrando. ¿Mi sangrado del mes? No es posible, si estoy embarazada no puede ser. Entonces caigo en cuenta, estoy teniendo un aborto. No puede ser. Mi cuerpo es incapaz de reaccionar, si Sir Christopher estuviese en mi puerta podría dar un grito, pero lo mandé a dormir. No puede ser. Me cacheteo mentalmente para hacerme levantar, el más mínimo movimiento hace que todo mi cuerpo se sacuda con violencia, los espasmos me atacan, apenas puedo mantenerme de pie. ¿Así se habría sentido Aemma al perder a sus bebés? ¿Así de doloroso se siente? Abro la puerta de la habitación y empiezo a moverme con calma entre los pasillos vacios, sosteniendome de la pared, aunque apenas puedo mantenerme firme, decido sacar la fuerza que no tengo para llegar a los aposentos de Daemon, que es quién me queda más cerca, toco dos veces la puerta, al no obtener respuesta decido entrar para encontrarlo dormido desnudo sobre la cama.
-Daemon.-Medio grito. Sólo recibo un gemido de su parte.-Daemon, soy Alyrya.
-¿Alyrya?-Gruñe entre sueños.-¿Qué demonios quieres? Es de madrugada.
-¡Levántate ebrio asqueroso! Necesito... que me ayudes.
-¿Te faltan las piernas o algo?-Finalmente levanta su cabeza.-Ve tú... ¿Qué te pasó?-Brama, su sueño desapareció de repente, se levanta velozmente sin importarle estar desnudo y corre a mí.
-¿Qué pasó? ¿Qué te hicieron?-
-Estoy teniendo un aborto.-Contesto entrando a la habitación.
-Debemos ir con el maestre.-Habla y corre por la habitación mientras se viste de manera apresurada.
-No.-Bramo, sentandome en el suelo con la espalda contra la puerta.-Ya no hay vuelta atrás. Cuando el sangrado empieza, no se puede parar.
-No sabes eso, levántate, por favor.-Pide tomando mis axilas para levantarme.
-¡Sí lo sé! Aemma ha tenido muchos abortos. Estudié el tema. Si vamos con el maestre el consejo hará preguntas, Daemon. No...-Gruño.-Puedo permitirlo. No puedo ser destituida del consejo, no puedo abandonar a Viserys.-Muerdo mis nudillos cuando el dolor se intensifica.
-Deja de pensar en Viserys.-Pide.-Puedes morir.
-Deja que amanezca. El feto aún es pequeño, pueden sacarlo de mí sin riesgo de morir. Te lo aseguro.-
-¿Qué quieres que haga?-Pregunta finalmente dándose cuenta de que estoy estancada en mi decisión.
-No me dejes sola.-Pido con el labio temblando, se sienta a mi lado, tomando mi mano.
